Recuentro

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Adelaida

Sí, sé que soy una estúpida porque hice todo lo contrario al plan, pero saber que mi hijo ahora mismo puede estar muerto por los celos asquerosos de Noah nublaron mi juicio.

Cuando llegué a la casa de Noah, agradecí cuando vi que todavía seguía en su casa, que no se había cambiado.

Empecé a caminar hacia la puerta pero uno de sus hombres me detuvo.

—"Soy la esposa de Noah, déjenme pasar".— dije. Cuando me vieron bien, abrieron la puerta dejando que entrase.

Cuando entré, Thaigo y Noah estaban en la sala; los dos voltearon a verme.

—"Te estábamos esperando". — Habla Noah.

—"Ya estoy aquí donde está mi hijo".

Noah le hizo seña con la cabeza a Thiago y entonces él empezó a caminar hacia una habitación. Corrí hacia él, pero Noah me detuvo.—"Espera aquí".

Thiago salió de la habitación con un niño en los brazos, el niño levantó su cabeza y me encontré con sus ojitos azules. Era mi hijo, mi pequeño Rick, mi bebé.

Lágrimas se deslizaron por mi mejilla. —"Por favor, déjame cargarlo".— Le supliqué a Noah.

Él asintió con la cabeza y salí corriendo hacia Thiago. Estiré mis brazos hacia mi hijo y cuando él abrió sus bracitos, lo choqué contra mi pecho.

Le llené la cara de besos, joder una sola vez lo había cargado desde que Noah me lo quitó luego de traerlo al mundo, verlo así tan grande.

—"Mi pequeño".— dije contra su frente depositando mucho beso en su carita.

Él empezó a quejarse casi al punto de llorar, bajé mi frente a la suya. — "No llores mi niño, mami está aquí contigo y nunca te va a dejar de nuevo".

Fue como si me entendiera cuando una sonrisa se posó en su linda boquita. Lo traje para darle otro abrazo.

—"Demasiada cursilería".— Escuché a Noah hablar.

Levanté mi cabeza hacia Noah. — "Que tú no quieras a tu hijo no significa que yo no ame al mío".

Noah le hizo una seña a Thiago y este se acercó a mí. — "Dale al niño, tú y yo debemos hablar".

—"No soltaré a mi hijo, si vamos a hablar, lo quiero a mi lado".

Pero en un segundo se escucharon unos fuertes disparos y todos giramos la cabeza hacia la puerta.

—"Traidora".— Grita Noah.

—"No hice nada, lo juro".— dije.

—"Dale el niño a Thiago".

—"No".— Respondí.

Thiago levantó la pistola y apuntó a la cabecita de mi hijo. —"Que se lo dé". — Volvió a hablar Noah.

Afuera empezaron a escucharse más disparos. Pero no solté a mi hijo.

—"Voy a contar hasta tres, si no le da el niño a Thiago, daré la orden de que dispare"

Guerra de Amor {2}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora