Mensaje

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Adelaida

Un mes después

Ha pasado un mes desde que vi a Ricky. Al parecer, aceptó que lo muestro; terminará. Agradecí que no me buscara más.

Noah, por otro lado, estaba feliz, al parecer estaba viendo que ni quería salir de la casa. Este mes solo me enfoqué en los negocios, en distraer mi mente.

Ana se me acerca. —"Vamos a la cocina, te preparé algo de comer". — La acompañé hasta la cocina.

Cuando me senté, puso un plato frente a mí. — "Come todo, no has comido bien esta semana, te la pasas solo trabajando".—Empecé a comer y ella tomó asiento a mi lado. — "Dijiste que cuando estuviera lista me diría qué pasó con tu bebé. No me creo el cuento que abortaste".

Bajé el tenedor y me giré hacia ella. — "Quizá todavía no estoy lista para hablar de eso". — Y de verdad que no lo estaba.

—"Pero solo respóndeme, está vivo o muerto".

Estaba a punto de responderle pero mi teléfono sonó seguido de un mensaje. Lo tomé y casi se me resbala de la mano al ver quién era. Ricky diciéndome que fuera a su apartamento, que tenía algo importante que decirme. ¿Qué era tan importante para luego de un mes escribirme?

Me giré hacia Ana. — "Juro que te responderé toda la pregunta cuando esté lista, ahora necesito salir".

No esperé su respuesta y salí hacia la puerta. Era tonta para ir corriendo a donde Ricky, pero necesitaba saber que era lo importante que tenía que decirme.

Llámame a Lucas para que me llevara hasta el apartamento de Ricky.

Cuando llegué, caminé hacia la puerta, la toqué esperando que apareciera.

Pero no fue Ricky quien apareció, fue la zorra de Zoe. — "Un mensaje y vienes corriendo a los brazos de mi hombre". — Joder, caí en la trampa como una tonta.

—"Tu hombre, por favor, cuántas veces te ha cogido".

—"Tanta como para pedirme matrimonio". — La miró pensando que no estaba hablando en serio.

—"Sí, claro, y yo estoy casada con él también, por favor, cariño, bájate de esa nube".

—"Te dije que te quería lejos de él y no me entendiste". — No tenía ni idea de qué estaba hablando, si tenía un mes que no veía a Ricky.

—"Si es tu hombre, no debe tenerme miedo, no eres suficientemente mujer como para ser capaz de retener a un hombre". — Me estaba enojando.

—"Lo hago porque él me ama y yo lo amo a él".

—"Cuántas veces te lo ha dicho".

—"No hace falta que lo diga, yo sé que lo siente y eso es lo importante".

—"Qué raro, porque a mí me lo dijo tantas veces en una noche, mientras estaba dentro de mí, mientras estaba entre sus brazos, mientras dormía con él. Que no entiendo por qué no te lo ha dicho".

—"Zorra".— grita.

—"No tengo tiempo para esta escena de mujeres con autoestima por el suelo". — Empecé a caminar, pero una voz me detuvo.

—"¿Adelaida, qué haces aquí?" — Me giré para mirar a Ricky saliendo del apartamento.

Guerra de Amor {2}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora