Capítulo 6: Hola, soy Laura

889 51 3
                                    

Me despierto tarde, ayer me fui a dormir de madrugada y pasarme la noche gritando y llorando me ha cansado demasiado.

—¿Qué tal ayer con Lucas?—Me pregunta mi madre desde el marco de la puerta, muy sonriente.

—Bien—Respondo secamente, sé a donde quiere ir con esto.

—Estuvisteis mucho tiempo hablando... ¿estáis saliendo?—Pregunta curiosa.

—No, no estamos saliendo, solo somos amigos.

—Ay hija...—Dice mi madre suspirando.

—¿Qué?

—Es muy buen chico, es guapo, responsable, de buena familia...

Y le gustan los hombres tanto o más que a mí

—Mamá, no por eso voy a enamorarme de él, las cosas no son así. Son buenas cualidades, pero no es mi alma gemela.

—Tu padre y yo queremos que formes una familia y que tengas hijos, queremos nietos.

—Solo tengo 23 años mamá... Soy joven y tengo tiempo para eso.

—Yo a tu edad ya estaba embarazada de ti.

—Te casaste a los 21, no es algo extraño, pero yo no estoy embarazada.

—Hombre, es que para estarlo tendrías que estar casada..

Madre mía, no sé como podemos tener la misma sangre corriendo por nuestras venas, pensamos tan diferente...

—Lo sé—Miento—Pero no voy a casarme todavía.

—Como quieras, es domingo, en media hora vamos a la iglesia, te esperamos abajo.

Qué ganas tengo yo de confesarme... tendría que pasarme allí el día entero.

Me visto con ropa que hace que parezca que tengo 40 años y nos vamos.

Cuando salimos veo a Joaquín paseando y me meto rápidamente en el coche, es capaz de montar una escena y joderme pero bien y descubrir todo.

Aunque por mucho que quiera evitarlo esta noche tendré que enfrentarle en el bar, aunque no quiero quedarme sola con él, por si acaso. Es un chico inofensivo, sí, pero también es impredecible. No sé qué podría pasar si las cosas se ponen intensas.

—¿Sabíais que Alba se muda?—Le dice mi madre a mi padre y a mi hermano, este último me mira, sabe todo de mí y sabe que voy a mudarme con ella, Carla y Olga.

—¿Ah, sí? ¿Va a casarse?—Pregunta mi padre con interés

—No, se va sola creo, o con amigas. Lo que sí que sé seguro es que no se casa.

—Esa muchacha... Se está echando a perder, trabajando en un bar de mala muerte...

No me gusta esta conversación, tengo que controlarme o acabaré por soltarlo todo.

—¿Lo saben sus padres África?

—Eh... No sé—Miento, claro que lo saben, son más flexibles. Por suerte no hablarán con los míos, no son muy amigos.

—Qué disgusto... ellos que pensaban que acabaría con ese chico...

—¿Con José?—Pregunto, aprieto los puños intentando calmarme.

Ese tío lo único que hizo fue hacer mucho daño a Alba.

—Sí, con él, era un buen chico.

Sí... Y se tiraba todo lo que se movía

Ecos (en edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora