Capítulo 20: Regalo de cumpleaños para el mejor hermano

765 56 10
                                    

Hoy es el cumple de Marcos y estoy de camino a mi antiguo hogar para darle su regalo.

Estoy nerviosa por la reacción de mis padres, no he vuelto a hablar con ellos desde la discusión que tuve con mi madre por teléfono cuando hablaba con Pablo.

Ya vuelves a pensar en él otra vez...

No sé como reaccionarán, siguen enfadados conmigo seguro, no han vuelto a hablarme desde entonces, tampoco es que yo lo haya intentado.

Llamo a la puerta y muevo los pies de manera nerviosa.

Por suerte, el que abre es mi hermano, que se despeina el pelo y entrecierra los ojos, se ve que le he despertado.

Ups, que pena

—¿Qué pasa contigo? ¿Cómo se te ocurre despertar al cumpleañero antes de las doce mínimo?—Me pregunta fingiendo estar enfadado conmigo. Yo sé que me ha echado de menos.

Pongo los ojos en blanco y sonrío

—No seas tonto, felicidades-Digo abrazándole, él me estrecha entre sus brazos con fuerza.

—Gracias. No estés tan nerviosa, no están. Se fueron hace quince minutos a comprar una tarta o no se qué para mí.—Sonríe como un idiota.—Mientras sea de chocolate me parecerá bien cualquier cosa...

Gocho

—Casi mejor, es demasiado temprano para discusiones. Bueno, a lo que venía, te traigo tu regalo.

—No hace falta que me regales nada...

—Si no te hubiera regalado algo me odiarías, así que acéptalo.

—Está bien...—Sonríe—¿Qué es?

—Primero tienes que decidir una cosa, y luego te lo daré.—Me mira confuso pero asiente—Elige un lugar al que quieras volar, no me vale el Caribe eh...

—¿Por qué?—Pregunta confuso.

—Porque te regalo dos billetes de avión a donde tú quieras, idiota.

—¿Qué? No puedo aceptarlo, te vas a gastar demasiado en mí... En nosotros, quiero decir...

—¿Nosotros? Pensaba que irías con tu novia.

—¿Estás tonta? Eres mi hermana, y es tu regalo, iré contigo.—Sonrío.

—Vale pero... ¿A dónde?

—A Los Ángeles, siempre he querido ir.

Mi sonrisa se borra y toda la sangre me hierve.

¿En serio? ¿Allí? No puedo culparle, no sabe dónde está Pablo porque no le he dicho nada... Y que vayamos allí no significa que vayamos a encontrarnos...

¿Verdad?

—Hecho, iremos a Los Ángeles. Mañana.

—¿Mañana? ¿Podrás conseguir billetes a tiempo?

—¿Hay algo que no pueda hacer tu hermana mayor?—Se ríe—Tengo que irme, nos vemos mañana, te quiero.

—Y yo a ti.—Besa mi mejilla, me abraza y cierra la puerta.

Escucho un coche aparcar y rezo porque no sea el todoterreno de mis padres

Universo, te odio

Allí están, saliendo del coche con una tarta en los brazos de mi madre, que sonríe a mi padre.

Me ven en la puerta y me miran confundidos y serios.

Ecos (en edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora