Capítulo 27: Amarrada a ti

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-¡Buenos días!-Grita Alba con entusiasmo, yo la miro con ganas de asesinarla y se ríe

-Cállate y dame un aspirina por favor, me voy a morir.

-Es lo normal cuando te bebes más alcohol que sangre tienes en el cuerpo. Te pasaste un poquito con el tequila.

Por favor, no me hables de alcohol ahora...

¿Que me pasé un poco? Me pasé mucho.

-No me des lecciones de comportamiento ahora Alba, no estoy de humor y tú sabes perfectamente por qué estaba así. Cada vez que le veo creo que me vuelvo más idiota, y eso es complicado.

-En eso te doy la razón-La miro mal- Perdona, sé que lo estás pasando mal por Pablo, aunque sinceramente tú eres la que se lo busca, porque dudo que tú rechazaras meterte en su cama... Debo admitir que yo tampoco lo haría.

-Lo sé, no debí hacerlo, ¿pero qué querías que hiciera? Es Pablo, no pude resistirme... Es demasiado para mí y no puedo negarme nunca a sus besos, son como una droga y yo soy adicta.

Demasiado adicta

-Yo habría hecho lo mismo, la verdad. No te puedo reprochar nada, simplemente tienes que pensar más lo que haces... Por tu bien.

-Cuando estoy a su lado mi cerebro se apaga y no pienso lo que hago, me dejo llevar por lo que siento y acabo fatal.

-Muchas veces es mejor dejarse llevar por el corazón, así sabes que has hecho lo que sentías.

¿Y qué pasa cuando acabas hecha polvo?

Lunares aparece y se sube en mi regazo, restregando su cabeza contra mi brazo. Le acaricio y ronronea.

-Hola pequeñín... ¿tú también echas de menos a Pablete?-Maúlla-Me lo tomaré como un sí.

-Te estás volviendo loca Afri...

-Ya lo estaba de serie-Ríe

Me tomo una aspirina y un café. Odio mi vida.

-Una cosa... Estuviste muuucho rato en el baño, y cuando estás borracha tienes mucho peligro, ¿algo que declarar señorita Martín?

Creo que no

Repito, creo.

Pequeños y humillantes recuerdos llegan a mi mente y con eso la vergüenza y el arrepentimiento que los suelen acompañar.

Dios... Le llamé.

Joder... Maldito tequila

Se me va a ir el sueldo en la llamada, estoy segura.

¿Qué pasó anoche? Me encantaría saberlo.

-No hice nada, ¿vale?

-No te creo. Habla, siempre haces cosas raras cuando te emborrachas con tequila. La última vez te pusiste a bailar encima de la barra del bar y si no te llego a parar te habrías quitado la ropa... Así que habla.

Ecos (en edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora