Capítulo 37: Recompensa, castigo y... ¿Topless?

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Corro detrás de él y cierra la puerta en mis narices.

-¿Esto es lo mejor que tienes? ¡No huyas, cobarde!

-¡No estoy huyendo! ¡Simplemente no soy idiota!-Escucho los gritos y sé que está subiendo a su habitación.

-¿Estás seguro de eso?

No hay respuesta, está arriba.

Llamo al timbre y escucho pasos.

-¿Quién es?-Es Sofía

-Sofía soy África, ¿me abres porfi?

-Mi tito me ha dicho que no lo haga.

-Porfiiii, no le voy a hacer nada, lo prometo.

-Entonces no te abro, se ha comido mis últimas galletas de chocolate y se merece sufrir.-Río, amo a esta niña, es tan yo...

-Hagamos un trato, tú me abres y yo le hago sufrir.

-¿Lo prometes?

-Prometido.

Abre la puerta y la doy un beso en la mejilla antes de subir corriendo a su habitación.

Se va a enterar...

Entro sin llamar y me mira sorprendido.

-¿Creías que te ibas a librar de mí tan fácilmente?

-¿Cómo has...?

-Tu sobrina me ama, y quería vengarse de ti, al igual que yo.

-No me va a perdonar en la vida haberme comido sus galletas...

-Es un crimen horrible.

-¿Y qué piensas hacer?-Me sonríe de lado y le imito.

Me acerco a él, agarro su nuca y le acerco a mis labios, besándole de una manera en la que hay poca dulzura y mucha pasión. Él gruñe y me acerca a él poniendo sus manos en mi cintura.

Me separo y le empujo hacia la cama, Pablo cae de espaldas y me subo encima de él. Vuelvo a besarle y le beso también el cuello. Me agarra la cintura y besa mi cuello seguramente dejando marcas, pero no me importa.

Justo cuando se desprende de su camiseta y empieza a levantar la mía amenazando con mostrar los moretones me quito de encima y voy hacia la puerta, ignorando el rostro confuso de Pablo que hace un puchero sin entender lo que está pasando.

-¿Q-Qué haces?-Pregunta confundido.

-Ya tuviste tu recompensa, y ahora tu castigo. Hasta luego mi amor.-Le saludo intentando aguantar la risa.

Me mira entre cabreado y confuso pero esboza una pequeña sonrisa.

-¡Esto no se va a quedar así!-Escucho desde la entrada.

-¡Eso espero!-Grito de vuelta.

-¿Ha sufrido Pablo?-Me pregunta Sofía.

Ecos (en edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora