—¿Sorpresa? ¿Qué sorpresa?
—Tendrás que bajar y averiguarlo...—Suena bastante emocionado y me encanta, quiere ponerme nerviosa y lo está consiguiendo.
Se ríe y bajo corriendo las escaleras para saber qué narices ha hecho Pablo, me muero de los nervios.
En la cocina no hay nada extraño y en el patio tampoco... Entro en el salón y el grito que pego es épico, creo que se me puede oír desde la casa de Pablo.
—¡UN GATITO!—Me acerco corriendo al "regalo" y lo cojo en brazos.
Es marrón claro con líneas marrones oscuras y los ojos ámbar, me lo voy a comer a besos.
—¡Te quiero! Eres un bichito precioso.—Digo con voz aguda, esa que todos ponemos cuando hablamos con bebés o animales.
—Me alegro de que te guste.—Dice Pablo desde la entrada, sonriendo. A él también me lo quiero comer a besos.
Dejo al gatito en el suelo y me lanzo a sus brazos. Enrosco mis piernas alrededor de su cintura y le abrazo fuertemente. Se sobresalta pero me abraza con fuerza.
—Gracias, muchas gracias.—Digo emocionada. Pablo besa mi mejilla.
Cuando le suelto vuelvo a coger al gatito.
—Feliz cumpleaños.—Dice sonriente, yo frunzo el ceño.
¿Cumpleaños?
—Sabes que no es mi cumpleaños... ¿Verdad?—Digo confundida
—Lo sé, es un regalo adelantado.
—Estás peor que yo...-Sonríe.
—Creo que eso es imposible.—Le doy un codazo y hace una mueca, fingiendo dolor.
—¿Por qué lo has hecho? Y no digas que ha sido por mi cumpleaños porque no cuela.
—Dijiste que querías uno y quería verte sonreír, solo eso.—Sonrío como idiota y muerdo mi labio—Sabes que me encanta ver tu sonrisa, te lo he dicho varias veces.
—Es igual que el que tenía de pequeña... ¿cómo lo has sabido?
—Llamé a tu hermano.
—¿Mi hermano? ¿Qué le has dicho?
—Que era un amigo tuyo que quería hacerte un regalo.
—Es muy sobrepotector aunque sea el pequeño, es raro que te haya ayudado tan fácilmente...
—Entonces me considero afortunado.
Pongo mis manos alrededor de su nuca y le abrazo.
—Puede que sea al revés...—Susurro en su oído y escucho su risa, que hace que sonría—Puede que yo sea la afortunada.
—¿Qué nombre vas a ponerle?
—Mmm... Lunares.—Elevo una ceja cuando le veo sonreír—¿Qué? Es un nombre precioso
—Me gusta.
—Me vuelven loca los lunares.
Sobretodo los tuyos
—Y a mí las sonrisas, sobretodo si son tan bonitas como la tuya.
Vale, ahora mismo mi cara es igual a la del emoticono con corazones en los ojos.
¿Cómo puedo no quererle si me dice cosas así? Me lo pone difícil
—Gracias señorito Moreno.—Sonríe de forma ladeada, oh dios, sacadme de aquí o le voy a besar hasta que se desgasten mis labios.
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Ecos (en edición)
FanfictionElla siempre ha seguido las normas, o al menos eso es lo que muchos piensan... Tiene una apariencia de inocente pero un corazón rebelde que no todos conocen, algo que no muestra a cualquiera. No se deja engatusar y sabe guardar sus secretos, tener s...