Victoria
La vida de Victoria Thompson transcurría entre el lujo y la opresión, un contraste que definía su existencia. La mansión Thompson, con sus columnas de mármol, habitaciones espaciosas y jardines inmaculados, era su prisión dorada. Cada mañana, Victoria se despertaba en una cama de cuatro postes cubierta con dosel, en una habitación decorada con muebles antiguos y retratos de sus ancestros. El desayuno, servido en una vajilla de porcelana fina, incluía frutas frescas, pan recién horneado y una variedad de dulces. Sin embargo, todo ese esplendor no lograba aliviar la sensación de soledad y falta de libertad que la envolvía.
Las expectativas eran claras: comportarse con gracia, seguir las reglas sociales y, sobre todo, obedecer a su padre. George Thompson, a pesar de su enfermedad del corazón, mantenía un control férreo sobre la familia. Sus ideas y prejuicios raciales eran ley en la casa, y Elizabeth, la madre de Victoria, con su dulzura infinita, no tenía el coraje para desafiarlo.
Las tardes de Victoria se llenaban de lecciones de piano, clases de etiqueta y reuniones sociales, todas diseñadas para prepararla para un futuro matrimonio con alguien de su misma clase social. A pesar de su vida aparentemente perfecta, Victoria anhelaba algo más, algo auténtico. Sus pensamientos volvían una y otra vez a Michael y a su inesperado encuentro en el jardín.
Michael
La vida de Michael era un mundo aparte del lujo de los Thompson. Vivía en una casa pequeña con tres habitaciones, junto a su madre y sus cuatro hermanos. Como el menor de cinco hermanos, tenía dos hermanas menores a las que cuidar. Su madre, Clara, trabajaba largas horas en la mansión Thompson, limpiando y cocinando para mantener a su familia.
Cada mañana, Michael se levantaba al amanecer para ayudar con las tareas del hogar antes de ir a la escuela. Sus responsabilidades incluían recoger agua, cuidar del pequeño huerto y asegurarse de que sus hermanas estuvieran listas para el día. La casa, aunque modesta, estaba llena de amor y camaradería. Sus hermanos mayores trabajaban en diferentes empleos para contribuir al hogar, y todos se unían para asegurarse de que nadie se quedara atrás.
El tiempo libre de Michael era escaso, pero lo dedicaba a su pasión por la danza. Inspirado por los ritmos del blues y el jazz, se perdía en sus movimientos, encontrando en la danza una vía de escape y expresión. Sin embargo, su encuentro con Victoria lo había dejado inquieto. Sabía que su relación con ella, aunque mínima, era peligrosa y podría traer consecuencias graves.
Encuentro de Mundos
Unos días después, en una tarde calurosa de verano, Victoria decidió salir en su bicicleta para refrescarse con un helado. Pedaleaba con determinación, disfrutando del viento en su rostro, cuando vio a lo lejos una figura familiar. Al acercarse, reconoció a Michael, sentado al borde del camino, con su bicicleta rota a su lado. Su expresión era de desánimo, y Victoria sintió una punzada de empatía.
-¿Qué te ha pasado? -preguntó, deteniéndose a su lado.
Michael levantó la mirada, sorprendido de verla.
-La cadena se rompió -respondió, señalando la bicicleta-. Estaba camino a la tienda de helados para llevar uno a mis hermanas.
Victoria sonrió, viendo una oportunidad para prolongar su interacción.
-¿Sabes? Yo también iba por un helado. ¿Por qué no vienes conmigo? Puedes subir detrás de mi bicicleta.
Michael dudó por un momento. La propuesta era tentadora, pero también sabía que podría ser peligroso.
-¿Estás segura? -preguntó, con un tono cauteloso.
-Claro que sí -dijo Victoria, decidida-. Será divertido. Además, no puedes dejar a tus hermanas sin helado, ¿verdad?
Michael sonrió, su desánimo disipándose ligeramente. Con un asentimiento, se levantó y subió detrás de Victoria en la bicicleta. Juntos, pedalearon hacia la tienda de helados, compartiendo una sensación de libertad y compañerismo que ambos habían anhelado.
Llegaron a la tienda y compraron los helados, disfrutando de la dulzura y el frescor que proporcionaban en aquel día caluroso.
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Tu mundo y mi mundo (MJ fanfic)
FanfictionEn la majestuosa mansión de los Thompson en Alabama, durante los años 50, la joven Victoria Thompson vive una vida de lujos y restricciones. Su padre, George Thompson, es un supremacista blanco. Un día, Victoria se encuentra accidentalmente con Mich...