37: Pasión y Promesas

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Era de noche, y la luna llena se filtraba a través de las cortinas de la habitación, iluminando a Michael y Victoria mientras se besaban apasionadamente. La habitación estaba sumida en una suave penumbra, que acentuaba la intimidad del momento. Michael la sostenía con firmeza y ternura, y sus labios se encontraban en un beso profundo que parecía detener el tiempo.

-Eres todo lo que necesito -murmuró Michael, su voz ronca y cargada de deseo.

-Y tú eres mi todo, Michael -respondió Victoria, sus manos deslizándose por su espalda, sintiendo cada músculo tensarse bajo su toque.

El beso se volvió más urgente, y Michael comenzó a explorar su cuerpo con manos expertas, deslizando sus dedos por la suavidad de su piel. Victoria se arqueó contra él, dejando escapar un suave gemido.

-Michael... -susurró ella, sus ojos brillando de pasión.

Michael sonrió contra su cuello, besando su clavícula mientras sus manos desabrochaban los botones de su blusa. Pronto, las ropas fueron olvidadas en el suelo, y sus cuerpos desnudos se encontraron en una danza de deseo y amor.

-Siempre me sorprendes, Victoria. Eres increíble -dijo Michael, mirándola con ojos llenos de admiración.

-No tienes idea de lo que me haces sentir -respondió ella, susurrando en su oído mientras sus manos recorrían su pecho.

Se entregaron el uno al otro con una mezcla de ternura y fuego, cada caricia y beso una promesa silenciosa. Michael la besó con una intensidad que hablaba de su amor profundo y su deseo incontrolable. Victoria respondió con igual fervor, sus cuerpos moviéndose juntos en perfecta armonía.

-Eres la mujer más increíble que he conocido -dijo Michael, su voz apenas un susurro.

-Y tú eres el hombre que siempre soñé tener -respondió Victoria, sus palabras entrecortadas por el placer.

Sus cuerpos se encontraron en un clímax de pasión, cada movimiento sincronizado y lleno de significado. Se amaron con una fuerza casi mágica, olvidando todo lo demás excepto el momento presente.

Finalmente, exhaustos pero satisfechos, se recostaron juntos, sus cuerpos aún entrelazados. Michael acarició el cabello de Victoria, y ella cerró los ojos, disfrutando de la cercanía.

-Te amo más de lo que las palabras pueden decir-dijo Michael, besándola suavemente en los labios.

-Y yo a ti, Michael. Siempre -respondió Victoria, sonriendo con una mezcla de
Victoria, sonriendo con una mezcla de felicidad y agotamiento.

Se quedaron así, disfrutando del calor y la intimidad, sabiendo que su amor era más fuerte que cualquier obstáculo. Y en esa noche iluminada por la luna, hicieron un pacto silencioso de amor y lealtad, prometiéndose siempre estar ahí el uno para el otro, pase lo que pase.

Tu mundo y mi mundo (MJ fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora