31: Confesiones y Celos

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Victoria caminaba por los pasillos de la escuela, intentando ignorar los susurros y murmullos que la seguían. Era consciente de las miradas de sus compañeros, pero se esforzaba por mantener la cabeza en alto. De pronto, Emma se le acercó, luciendo nerviosa.

– Victoria, ¿puedo hablar contigo? Es algo importante –dijo Emma.

– Claro, Emma. Vamos a un lugar más tranquilo –respondió Victoria, llevándola a un rincón apartado.

Una vez a solas, Emma comenzó a hablar en voz baja.

– Hay alguien que me gusta –confesó Emma, mordiéndose el labio inferior.

Victoria la miró con curiosidad.

– ¿Quién es? –preguntó, esperando cualquier respuesta menos la que estaba a punto de escuchar.

– Es Marlon, el hermano de Michael –dijo Emma rápidamente.

Victoria parpadeó, sorprendida.

– ¿Marlon? ¿Estás segura? –preguntó, incrédula.

Emma asintió, sonrojándose.

– Sí, pero tengo miedo de hablarle. No soy tan valiente como tú –admitió Emma.

Victoria sonrió, colocando una mano en el hombro de su amiga.

– Esta noche, ven a mi casa... bueno, a la casa de los Jackson. Beberemos un poco y tal vez podamos engancharte con Marlon –sugirió Victoria.

Emma asintió emocionada, agradecida por el apoyo de su amiga.

Esa noche, en la casa de los Jackson, la atmósfera era animada. Los hermanos de Michael, Michael, Victoria y Emma estaban sentados en la sala, bebiendo y riendo. Jugaban a "Verdad o Reto", lanzándose preguntas tontas y aceptando retos igual de tontos. Emma, sin embargo, no podía evitar sentirse un poco desanimada porque Marlon parecía más interesado en bromear con Victoria que en mirarla a ella.

– Deberíamos jugar a la botella –sugirió Tito de repente, causando un revuelo de aprobación entre los presentes.

– ¡Sí, juguemos! –dijo Jermaine, girando una botella vacía en el centro del círculo.

El juego comenzó de forma inofensiva, pero cuando la botella apuntó a Marlon y luego a Victoria, la atmósfera cambió.

– No puedo. Estoy con Michael –dijo Victoria, levantando las manos.

– Son las reglas del juego –insistió Marlon, sonriendo de manera pícara.

Victoria se negó repetidamente, pero Marlon, decidido, tomó su rostro entre las manos y la besó brevemente. El beso fue rápido, pero significativo. Michael, que había estado observando, se levantó de un salto y salió corriendo de la casa, visiblemente enfurecido.

– ¡Michael, espera! –gritó Victoria, corriendo tras él.

Dejando atrás a un sorprendido grupo, Victoria se apresuró a seguir a Michael. Mientras ella se alejaba, Marlon se giró hacia Emma, sonriendo.

– Hola, Emma –dijo, guiñándole un ojo.

Emma, aún sorprendida, sonrió tímidamente en respuesta.

Victoria alcanzó a Michael en la calle, su corazón latiendo con fuerza.

– Michael, espera –rogó, alcanzándolo y tomando su brazo.

Michael se giró, su rostro una mezcla de dolor e inseguridad.

– ¿Qué quieres, Victoria? ¿Verme humillado otra vez? –dijo con amargura.

– No fue así, Michael. Fue solo un juego estúpido –trató de explicar Victoria, sintiendo la desesperación en su voz.

Michael suspiró, bajando la cabeza.

– No lo entiendes, Victoria. A veces siento que cualquiera de mis hermanos sería mejor partido para ti. Marlon es más alto, más fuerte. Yo... –dijo, dejando que su voz se apagara.

Victoria negó con la cabeza, acercándose a él.

– Michael, no me importan esas cosas. Eres tú a quien amo, no a tus hermanos. No necesitas cambiar nada de ti –dijo, colocando una mano en su mejilla.

Michael la miró, sus ojos llenos de inseguridad.

– Quisiera ser más fuerte para ti, más alto. No quiero que dudes de mi amor por ti –admitió, su voz quebrándose.

Victoria, conmovida, se acercó más y lo besó profundamente, interrumpiendo sus pensamientos.

– Nunca dudaré de ti, Michael. Eres perfecto para mí, tal como eres –susurró contra sus labios.

Michael la abrazó, sintiendo cómo su inseguridad se desvanecía lentamente. Sabía que mientras tuvieran ese amor y apoyo mutuo, podrían superar cualquier obstáculo. Se quedaron así, abrazados bajo el cielo estrellado, encontrando consuelo en la presencia del otro, sabiendo que su amor era lo suficientemente fuerte para resistir cualquier tormenta.

Tu mundo y mi mundo (MJ fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora