🌹 Capítulo 85🌹

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El rey Kizashi Haruno y Sasuke se adentraron en la aldea con un aire de urgencia y determinación. Habían seguido pistas hasta llegar a este pintoresco pueblo, y sus hombres se dispersaron para interrogar a los aldeanos en busca de cualquier señal de Sakura y Kakashi. La tensión era palpable, y el deseo de encontrar a la princesa aumentaba con cada minuto que pasaba.

- Pregunten a todos. No dejaremos piedra sin mover hasta que los encontremos. - Ordenó Kizashi, su voz resonando con autoridad.

Uno de los hombres del rey se acercó a una mujer mayor que cuidaba su jardín frente a la iglesia.

- Buenas tardes, señora. Estamos buscando a dos personas, un hombre y una mujer, que podrían haber pasado por aquí. ¿Ha visto a alguien así? - Preguntó con amabilidad, aunque su tono dejaba claro que no aceptaría mentiras.

La mujer miró al soldado con cierta aprensión, pero finalmente asintió.

- Sí, he visto a un par de jóvenes quedarse en la iglesia del padre Kenji. Parecían estar muy unidos. - Respondió, señalando la iglesia.

El hombre agradeció y corrió a informar al rey Kizashi y a Sasuke.

- Mi rey, han sido vistos en la iglesia del padre Kenji. - Anunció con urgencia.

Kizashi y Sasuke intercambiaron una mirada de alivio y preocupación. Se dirigieron rápidamente hacia la iglesia, sus corazones latiendo con fuerza ante la posibilidad de encontrar a Sakura.

Al llegar a la iglesia, entraron con paso firme. El padre Kenji, que estaba preparando el altar para la misa de la tarde, levantó la vista y vio al grupo entrar.

- ¿En qué puedo ayudarlos, señores? - Preguntó con calma, aunque su mirada era vigilante.

- Estamos buscando a mi hija, Sakura. Nos informaron que podría estar aquí. - Dijo Kizashi, su voz temblando ligeramente.

Antes de que Kenji pudiera responder, Sakura apareció desde una puerta lateral, su rostro se iluminó al ver a su padre y a Sasuke, pero también se llenó de confusión y terror.

- ¡Padre! ¿Qué haces aquí? - Preguntó, su voz llena de miedo.

Kizashi dio un paso adelante, sus ojos brillando con una mezcla de alivio y tristeza.

- Sakura, he venido a llevarte a casa. - Dijo con ternura, extendiendo sus brazos para abrazarla.

Pero Sakura retrocedió, sus ojos llenos de dolor.

- No, papá. No puedo volver contigo. - Dijo con firmeza, moviéndose hacia donde estaba Kakashi, quien apareció detrás de ella, listo para protegerla.

Kizashi se detuvo, su expresión cambiando a una de angustia.

- Sakura, había estado tan preocupado por tu, tu madre no ha dejado de estar triste. - Suplicó, su voz quebrándose.

Sakura negó con la cabeza, refugiándose en los brazos de Kakashi.

- Preocupado por mi, no te creo padre... - Dijo mirándolo con miedo.

Con la misma mirada que ella tenía cuando su padre tenía en mano el látigo con la que le dejó marcas en su espalda y alma.

Sasuke, que había permanecido en silencio hasta ahora, dio un paso adelante.

- Sakura, entiende que estamos preocupados por ti. - Dijo, su tono más suave que el del rey.

Pero Sakura se mantuvo firme.

- Tu eres lo peor.. Como puedes decirme eso cuando por tu culpa mi padre me castigo de la peor forma.. - Respondió, aferrándose a Kakashi.

- Sakura.. yo.. no lo hice para perjudicarte.

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