🌹 Capítulo 105🌹

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En el castillo de la aldea de la Hierba, la llegada anticipada de algunos invitados para la boda creó un ambiente de tensión y urgencia. A pesar de la decisión inicial de posponer la boda, la presión de las familias de los nobles y la insistencia de algunos aliados clave hicieron que Kizashi reconsiderara su postura.

Mientras tanto, los preparativos continuaban de manera frenética, con los sirvientes corriendo de un lado a otro, arreglando detalles y tratando de mantener la apariencia de normalidad. Los nobles que ya habían llegado comenzaron a murmurar sobre la salud de la princesa Sakura y la posibilidad de que la boda se cancelara por completo.

En la sala de reuniones del castillo, las familias de Sasuke y Sakura se reunieron para discutir el futuro de la boda. Fugaku, el líder de la familia Uchiha y padre de Sasuke, estaba claramente molesto por la falta de claridad y el estado de incertidumbre.

— Kizashi, necesitamos respuestas.— Dijo Fugaku, su voz firme y autoritaria.— Nuestros invitados ya están aquí, y no podemos permitir que esta boda sea pospuesta indefinidamente. ¿Qué sucede realmente con la princesa Sakura?

Kizashi, sentado en la cabecera de la mesa, intentó mantener una apariencia de control.

— La salud de mi hija es nuestra prioridad.— Respondió Kizashi, evitando dar demasiados detalles.— Estamos haciendo todo lo posible para asegurar su bienestar.

Mikoto, la madre de Sasuke, también intervino, su rostro mostrando preocupación.

— Entendemos la importancia de la salud de Sakura, pero también debemos considerar la estabilidad política y la percepción de nuestras familias.— Dijo suavemente.— ¿Hay alguna manera de encontrar una solución que beneficie a todos?

Mebuki, que había estado escuchando en silencio, decidió intervenir.

— Sakura necesita tiempo para recuperarse.— Dijo con firmeza.— Si la presionamos para continuar con la boda en su estado actual, corremos el riesgo de perderla. Propongo que encontremos una fecha cercana pero que permita su recuperación completa.

Sasuke, que había estado observando la discusión, finalmente habló.

— Estoy de acuerdo con Mebuki.— Dijo, sorprendentemente comprensivo.— La salud de Sakura es lo más importante. No quiero que esta boda se realice a costa de su bienestar.

Fugaku frunció el ceño, claramente no satisfecho con la falta de una solución inmediata.

— Necesitamos una respuesta clara y un plan concreto.— Insistió.— No podemos dejar a nuestros invitados en el limbo.

Kizashi, sintiendo la presión de ambas partes, finalmente cedió.

— Muy bien.— Dijo con un suspiro.— La boda se realizará dentro de dos semanas. Esto nos dará tiempo suficiente para asegurar la recuperación de Sakura y cumplir con nuestros compromisos.

Mebuki, aunque preocupada por el corto plazo, agradeció que al menos se diera algo de tiempo para la recuperación de su hija.

— Gracias, Kizashi.— Dijo, su voz llena de alivio.— Haremos todo lo posible para asegurar que Sakura esté lista para ese día.

Con la decisión tomada, la reunión se disolvió, y cada miembro de la familia se retiró a sus respectivas habitaciones, llevando consigo una mezcla de esperanza y preocupación. Mebuki sabía que los próximos días serían críticos para la recuperación de su hija y estaba decidida a hacer todo lo posible para apoyarla.

Mientras tanto, en el camino hacia la aldea de la Hierba, Kakashi y Sakumo seguían avanzando con determinación. Kakashi, armado con la determinación de salvar a Sakura y el apoyo de su padre, estaba listo para enfrentar cualquier desafío que se les presentara.

La noticia de la boda adelantada aún no había llegado a ellos, pero sabían que el tiempo era esencial. Cada paso que daban los acercaba más a la aldea de la Hierba y a la posibilidad de salvar a Sakura de su destino impuesto.

Con cada día que pasaba, la esperanza y la determinación crecían en el corazón de Kakashi, y sabía que no descansaría hasta que Sakura estuviera a salvo en sus brazos.

En la habitación de Sakura, el ambiente era sombrío y opresivo. La princesa yacía en su cama, pálida y débil, con la mirada perdida en el techo. Su cuerpo había adelgazado considerablemente, y las pocas comidas que aceptaba apenas lograban mantenerla con fuerzas. Mebuki, su madre, estaba sentada junto a ella, con una expresión de profunda preocupación en su rostro.

— Sakura, querida.— Dijo Mebuki suavemente, tomando la mano fría de su hija.— Tienes que ser fuerte. Sé que todo esto es difícil, pero necesitas cuidarte, por ti y por tu hijo.

Sakura apenas reaccionó a las palabras de su madre, su mente estaba atrapada en un torbellino de dolor y desesperación. Cada vez que cerraba los ojos, veía el rostro de Kakashi, y la idea de una vida sin él era insoportable.

— Mamá… no puedo…— Susurró Sakura, sus ojos llenos de lágrimas.— Kakashi… él me prometió que estaría aquí, pero no está… no puedo hacerlo sin él.

Mebuki sintió un nudo en la garganta al escuchar la desesperación en la voz de su hija. Sabía que cualquier intento de consolarla parecía inútil, pero debía intentarlo.

— Sakura, sé que amas a Kakashi, pero tienes que enfrentarte a la realidad.— Dijo Mebuki, tratando de mantener la calma en su voz.— Kakashi se ha ido. No podemos cambiar lo que ha sucedido. Debes encontrar la fuerza para seguir adelante, por el bien de tu hijo.

Sakura cerró los ojos con fuerza, tratando de contener las lágrimas que amenazaban con desbordarse. Sentía como si todo su mundo se estuviera desmoronando, y la idea de resignarse a la muerte de Kakashi era más de lo que podía soportar.

— No quiero resignarme.— Murmuró Sakura.— Quiero que esté aquí… quiero que todo esto sea una pesadilla de la que pueda despertar.

Mebuki se inclinó hacia adelante, acariciando el cabello de su hija con ternura.

— Lo sé, mi amor.— Dijo suavemente.— Lo sé. Pero tenemos que ser fuertes. Debes pensar en tu bebé, en la vida que llevas dentro de ti. Kakashi habría querido que lucharas por él, que siguieras adelante.

Sakura no respondió, solo sollozó silenciosamente, sintiendo que cada palabra de su madre era como un peso adicional en su corazón. La madre de Ino, que estaba de pie cerca de la puerta, observó la escena con tristeza, comprendiendo el profundo dolor que Sakura estaba experimentando.

— Mebuki, tal vez deberíamos darle un poco de tiempo a solas.— Sugirió la madre de Ino suavemente.— Sakura necesita descansar... Además el pequeño príncipe, acaba de despertar de la siesta.

Mebuki asintió, reconociendo la sabiduría en las palabras de su amiga. Se inclinó y besó la frente de su hija antes de levantarse.

— Descansa, Sakura.— Dijo con ternura.— Estaré aquí si necesitas algo.

Mientras Mebuki y la madre de Ino salían de la habitación, Sakura se quedó sola con sus pensamientos oscuros. Cerró los ojos y permitió que las lágrimas fluyeran libremente, sintiendo que cada sollozo la debilitaba aún más.

En su mente, las palabras de su madre resonaban como un eco constante. "¿Cómo podía resignarse a la muerte de Kakashi?" ¿Cómo podía seguir adelante cuando su corazón estaba roto en mil pedazos?"

Sakura sabía que debía encontrar una manera de seguir adelante, pero en ese momento, la desesperación parecía demasiado grande para superarla. Sus pensamientos se volvieron hacia su bebé, y con un esfuerzo enorme, trató de encontrar una chispa de esperanza en su corazón.

— Por ti, mi pequeño.— Susurró, acariciando suavemente su vientre.— Intentaré otra vez de ser fuerte por ti.

Mientras tanto, Kakashi y Sakumo continuaban su viaje hacia la aldea de la Hierba, sin saber lo frágil que estaba Sakura, ni mucho menos del embarazo.

Continuará.....🌹

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