🌹La Princesa & El Ladrón🌹

🌹 Capítulo 110🌹

Varios meses habían pasado desde el conmovedor reencuentro de Kakashi y Sakura en el castillo. Durante ese tiempo, sus vidas comenzaron a estabilizarse, rodeados de amigos y aliados que habían llegado para apoyarlos. El rey Sakumo había enviado mensajes a Konoha, informando sobre la recuperación de Kakashi y solicitando la presencia de aquellos que habían sido importantes en su vida.

Naruto, Shikamaru, Hinata, Ino, Gai, Yamato y Sai respondieron a la llamada, llegando al castillo con alegría y sorpresa al descubrir la verdad sobre Kakashi y Sakura. La reunión fue emotiva, llena de abrazos y lágrimas de felicidad. Kakashi se sintió aliviado de poder compartir su nueva vida con aquellos que habían sido como una familia para él durante años.

Tsunade y Jiraiya también se unieron al grupo, aportando su sabiduría y apoyo. Tsunade, una modista de renombre, se aseguró de que Sakura recibiera hermosos vestidos adaptados a su nuevo estado. Jiraiya, un guardia real de la aldea de la Lluvia, ofreció su protección y entrenamiento a Kakashi, preparándolo para su futuro como príncipe.

La vida en el castillo de Konoha se llenó de actividad y risas, ya que el grupo se asentó y comenzó a construir un nuevo hogar juntos. Kakashi y Sakura ya no tenían que esconderse ni temer por su seguridad. Disfrutaban de la tranquilidad y la compañía de sus amigos, mientras se preparaban para el nacimiento de su hijo.

Sin embargo, la felicidad de Sakura se vio empañada por las noticias que llegaban desde la aldea de la Hierba. Su padre, Kizashi Haruno, había borrado toda evidencia de su existencia. Había ordenado eliminar su apellido y cualquier rastro de su linaje, concentrándose únicamente en criar al nuevo futuro rey, el hermano menor de Sakura. Al enterarse de esto, Sakura sintió una profunda tristeza y un vacío en su corazón. Ya no era una princesa, sino alguien que, técnicamente, no existía.

Una tarde, mientras Sakura estaba sentada en el jardín, Kakashi se acercó y se sentó a su lado. La miró con preocupación, sabiendo que algo la inquietaba.

— Sakura, ¿qué te preocupa? — Preguntó con suavidad, tomando su mano.

Sakura suspiró, mirando al horizonte.

— Mi padre ha borrado toda evidencia de mi existencia. Ya no soy una princesa, Kakashi. Es como si nunca hubiera existido.

Kakashi apretó su mano con ternura, mirándola con determinación.

— Sakura, tú eres mucho más que un título o un apellido. Eres una persona valiosa, fuerte y amada. Aquí, en Konoha, tienes una familia que te ama y amigos que te apoyan. Tu valor no depende de lo que tu padre diga o haga. Eres importante para mí, para nuestro hijo, y para todos los que te conocen.

Sakura lo miró, sus ojos llenos de gratitud y amor.

— Gracias, Kakashi. No sé qué haría sin ti.

Kakashi sonrió y la abrazó, susurrando en su oído.

— Y nunca tendrás que averiguarlo. Siempre estaré a tu lado, sin importar lo que pase.

Juntos, Kakashi y Sakura enfrentaron los desafíos que la vida les presentaba, sabiendo que, mientras estuvieran juntos, podrían superar cualquier obstáculo. Con el apoyo de sus amigos y su nueva familia en Konoha, estaban listos para construir un futuro lleno de amor, esperanza y felicidad.

Mientras Kakashi y Sakura disfrutaban de su vida en el castillo de Konoha, lejos de las preocupaciones del pasado, una sombra oscura se cernía sobre ellos. Tai, el hombre que había secuestrado a Kakashi y lo había criado como su propio hijo, no había desistido de sus planes. Convencido de que Sakura todavía estaba en su país de origen, Tai estaba planeando un ataque para recuperarla.