🌹La Princesa & El Ladrón🌹

🌹 Capítulo 80🌹

La tormenta azotaba con fuerza la taberna donde se encontraban Sakura y Kakashi. Los truenos resonaban con estruendos ensordecedores, mientras los relámpagos iluminaban la habitación de forma intermitente. Sakura se despertó de golpe, su corazón latiendo con fuerza por el miedo. La oscuridad y el rugir de la tormenta la hacían sentirse pequeña y vulnerable.

— Kakashi...— Dijo su nombre sin pensarlo, su voz temblando.

Kakashi, que también se había despertado por el ruido, se giró hacia ella, viendo el miedo en sus ojos. Se acercó lentamente y la abrazó, tratando de calmarla.

— Tranquila, Sakura.— Trata de calmarla.

Otro trueno resonó, haciendo que Sakura se estremeciera y se aferrara más a Kakashi. Él acarició su cabello, tratando de transmitirle seguridad.

— Los truenos no pueden hacernos daño. Solo son ruidos fuertes. Estamos seguros aquí dentro.

Sakura cerró los ojos, tratando de concentrarse en las palabras de Kakashi y no en el sonido aterrador que venía del exterior. Pero cada vez que un relámpago iluminaba la habitación y un trueno retumbaba, parecía que había caído cerca, sentía como si su corazón se detuviera por un instante.

— Sé que no es fácil ignorarlos, pero intenta respirar profundamente.

Sakura asintió, tomando profundas respiraciones, aunque todavía sentía el miedo en su interior. Kakashi la abrazó más fuerte, protegiéndola con su presencia.

— Recuerdo una vez cuando era niño, también me asustaban mucho las tormentas.— Dijo Kakashi, tratando de distraerla con una historia.— Mi padre cuando tenía tiempo para mí, me dijo que cada trueno era como el rugido de un gran dragón, protegiendo el cielo. Me hacía sentir un poco más valiente, pensando que había un dragón cuidándonos desde arriba.

Sakura esbozó una pequeña sonrisa ante la imagen del dragón protector. Otro trueno sacudió la taberna, pero esta vez se sintió un poco menos aterrada.

— ¿Un dragón protector?— Preguntó, aferrándose a la historia.— Nunca había pensado en eso.

— Sí, un dragón poderoso y valiente. Y nosotros estamos a salvo bajo sus alas.

Sakura se acurrucó más cerca de Kakashi, tratando de imaginar al dragón protegiéndolos. Aunque todavía sentía miedo, las palabras de Kakashi la ayudaban a calmarse un poco.

La tormenta continuó durante gran parte de la noche, pero Kakashi no dejó de consolar a Sakura, susurrándole palabras de aliento y manteniéndola cerca. Eventualmente, el cansancio pudo más que el miedo, y Sakura se quedó dormida en los brazos de Kakashi, sintiéndose un poco más segura a pesar del rugir de la tormenta.

A la mañana siguiente, el cielo estaba despejado y el sol brillaba a través de las ventanas de la taberna, iluminando la habitación con una luz cálida. Sakura abrió los ojos, sintiendo el brazo de Kakashi alrededor de ella. Con cuidado, se deslizó fuera de su abrazo y se levantó de la cama, todavía sintiendo una mezcla de emociones dentro de ella.

Kakashi se despertó poco después, notando la ausencia de Sakura a su lado. La vio cerca de la ventana, mirando hacia afuera con una expresión pensativa.

— Buenos días, Sakura.— Dijo Kakashi, levantándose y acercándose a ella.

— Buenos días.— Respondió ella sin volverse, su tono distante.

Kakashi sintió la frialdad en su respuesta y supo que el problema de la noche anterior aún no estaba resuelto.

— ¿Cómo te sientes hoy?— preguntó, intentando acercarse más.