🌹 Capítulo 117🌹

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El sol ya estaba alto cuando Sakura finalmente se despertó. Un brillo cálido entraba por la ventana, iluminando la habitación de manera suave. Se estiró lentamente en la cama, recordando la noche anterior con una sonrisa en los labios. La calidez de los recuerdos de Kakashi a su lado aún permanecía, y su corazón se sentía ligero y lleno de amor.

Decidió no apresurarse en levantarse, disfrutando de la paz del momento. Sin embargo, el silencio de la habitación le hizo notar algo inusual: Kakashi no estaba allí. Frunció el ceño, pero no se preocupó demasiado. Sabía que a veces él se levantaba temprano para entrenar o atender a algún asunto importante. Aun así, no pudo evitar sentir un leve deseo de haber despertado a su lado.

Finalmente, se levantó y se preparó para bajar. Mientras caminaba por los pasillos, notó que el castillo estaba más tranquilo de lo habitual, lo que despertó su curiosidad. Bajó las escaleras y se dirigió al comedor, donde esperaba encontrar a los demás.

Al entrar, vio a la madre de Kakashi, quien la saludó con una sonrisa cálida. Sakura correspondió al gesto y se sentó junto a ella.

— Buenos días, Sakura. ¿Dormiste bien? — Preguntó la madre de Kakashi con un tono amable.

—Sí, bastante bien.— Respondió Sakura, sonriendo ligeramente. Luego, mirando alrededor, preguntó—. ¿Dónde está Kakashi? No lo vi esta mañana.

La expresión de la madre de Kakashi se suavizó, y ella tomó un sorbo de su té antes de responder.

— Kakashi salió temprano esta mañana con su padre, Sakumo, y los demás chicos: Naruto, Sai, Yamato, Shikamaru y Gai. Fueron a enfrentar a Tai, junto con algunos guardias.— Explicó ella con calma, pero había una leve sombra de preocupación en su mirada.

Sakura sintió un nudo en el estómago al escuchar las palabras. Aunque sabía que Kakashi era fuerte y capaz, la idea de que estuviera en peligro la inquietaba. Se esforzó por mantener la calma, pero la preocupación era evidente en su voz cuando preguntó:

— ¿Fueron solo ellos y mi padre? ¿Están solos en esto?

La madre de Kakashi le ofreció una sonrisa tranquilizadora, colocando una mano sobre la de ella.

— No, querida. También se les unirá el reino de Sasuke. Los refuerzos de su padre ya están en camino.— Le aseguró con un tono reconfortante — No están solos, Sakura. Hay muchos que quieren ver el fin de Tai.

Sakura asintió lentamente, procesando la información. Saber que no estaban solos aliviaba un poco su temor, pero la preocupación seguía presente en su corazón. La madre de Kakashi la observó con comprensión.

— Sé que es difícil no preocuparse, pero confía en que Kakashi y los demás están bien preparados.— Dijo con suavidad.

Sakura intentó sonreír, aunque el miedo aún latía en su pecho. Sabía que lo único que podía hacer en ese momento era confiar en Kakashi y esperar su regreso.

Sakura trató de calmar su mente mientras terminaba de desayunar, pero la preocupación no se desvanecía. Los rostros de Kakashi y los demás se repetían en su mente, y aunque confiaba en sus habilidades, no podía evitar temer por su seguridad. El recuerdo de las últimas palabras de Kakashi antes de salir la noche anterior resonaba en sus oídos, haciéndola aferrarse a la esperanza de su regreso.

Decidió no quedarse quieta en el comedor, sintiendo que la espera en la soledad solo aumentaría su ansiedad. Se levantó, agradeciendo a la madre de Kakashi por la información y la compañía, y salió al jardín interior en busca de un poco de paz. La luz del sol y el suave murmullo del viento entre los árboles le ofrecían un consuelo temporal.

Mientras caminaba entre las flores, sus pensamientos vagaban hacia lo que podría estar sucediendo en ese mismo momento. Sabía que la batalla contra Tai no sería fácil. Él era un hombre astuto y despiadado, y aunque Kakashi había mejorado mucho en los últimos meses, Sakura no podía evitar sentir un temor profundo.

De repente, la tranquilidad del jardín fue interrumpida por la llegada de un mensajero, quien se apresuró a acercarse a Sakura. Su respiración era agitada, y la expresión en su rostro indicaba que traía noticias urgentes.

— Princesa Sakura, vengo con un mensaje del frente.— Dijo el joven con voz temblorosa, mientras le entregaba un pergamino sellado.

Sakura lo tomó rápidamente, rompiendo el sello para leer las palabras escritas en el interior. A medida que sus ojos recorrían el mensaje, su corazón latía con fuerza en su pecho.

"El enfrentamiento con Tai ha comenzado. Nuestros aliados del reino de Sasuke han llegado a tiempo, y la batalla se desarrolla a nuestro favor. Kakashi, el rey Sakumo y los demás están bien y liderando el ataque. Se espera que la victoria esté cerca."

Sakura dejó escapar un suspiro de alivio, sintiendo que una parte del peso que llevaba en su pecho se aliviaba. Aunque la batalla aún no había terminado, saber que estaban bien y que el reino de Sasuke los apoyaba le daba un respiro de esperanza.

El mensajero la observó con nerviosismo, esperando una respuesta.

— Gracias por la información.— Fijo Sakura, asintiendo con gratitud.— Por favor, lleva mis mejores deseos a Kakashi y a los demás. Diles que estoy aquí, esperando su regreso.

El joven mensajero asintió y se retiró con rapidez, dejando a Sakura nuevamente sola en el jardín. Cerró los ojos, permitiéndose unos momentos para calmarse, inhalando profundamente el aire fresco que la rodeaba.

Mientras tanto, a varios kilómetros de allí, en el campo de batalla, Kakashi, Sakumo y los demás se enfrentaban a las fuerzas de Tai con determinación. Las espadas chocaban, y el estruendo de la batalla resonaba en el aire. Kakashi, enfocado en su objetivo, se movía con agilidad y precisión, cada golpe que daba dirigido con la esperanza de que pronto podría volver a los brazos de Sakura.

En su mente, una sola cosa lo impulsaba: proteger a su familia y asegurar un futuro para su hijo. Cada paso que daba en la batalla era por ella, por su amor y por el pequeño ser que pronto traería al mundo.

En el jardín, Sakura levantó la vista hacia el cielo, permitiéndose un pequeño rayo de esperanza. Sabía que Kakashi estaba luchando con todo lo que tenía, y en su corazón, confiaba en que regresarían a salvo. La batalla aún no había terminado, pero el amor que compartían les daba la fuerza para seguir adelante, sin importar lo que el destino les deparara.

— Abuelo... Si me estás escuchando...— Pone sus manos en posición de rezo.— Te pido que los cuides y que regresen pronto... Mi bebé necesitará de su padre y de su abuelo y a todos los tíos que le hemos conseguido durante estos meses, y también por mi padre, apesar de todo, no merece perder el reino, que tanto esfuezo cuido.

Cerro los ojos mientras rezaba por ellos, iba a mantener esas esperanzas de que Kakashi y los demas regresarian sanos y salvos.

Continuará......🌹

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