El día llegó con un aire de tensión palpable en el castillo. Mebuki había llamado al mejor médico de la región para revisar a Sakura. La preocupación en los rostros de Kizashi y Mebuki era evidente mientras esperaban en el gran salón. Sakura también estaba algo nerviosa, pero había accedido a la revisión, convencida de que así cumpliría su promesa a Kakashi.
El médico, un hombre de edad avanzada con una barba canosa y un semblante serio, entró en la habitación de Sakura. Con movimientos cuidadosos, comenzó a examinarla, tomando nota de sus síntomas y realizando preguntas precisas. Sakura respondió con sinceridad, aunque su mente seguía anhelando la presencia de Kakashi.
Después de un rato, el médico se apartó, frunciendo el ceño en señal de concentración. Sakura lo observó con creciente inquietud.
— Princesa Sakura, creo que he llegado a una conclusión sobre su estado.— Dijo el médico con voz grave.
Sakura asintió, sintiendo un nudo en el estómago.
— ¿Qué es, doctor?— Preguntó, intentando mantener la calma.
El médico suspiró antes de responder.
— Usted está embarazada, Princesa Sakura.
El anuncio cayó como una bomba en la habitación. Sakura sintió que el suelo se desvanecía bajo sus pies mientras trataba de procesar la noticia. Las lágrimas llenaron sus ojos, no de tristeza, sino de una mezcla de sorpresa y esperanza. La posibilidad de un hijo con Kakashi le daba una nueva razón para luchar.
Mebuki y Kizashi, que habían estado esperando afuera, entraron rápidamente en la habitación al escuchar el anuncio. La expresión en sus rostros pasó de la sorpresa a la incredulidad y, finalmente, a la preocupación.
— ¿Embarazada?— Mebuki murmuró, mirando al médico en busca de confirmación.
El médico asintió solemnemente.
— Sí, mi señora. Es un embarazo temprano, pero los síntomas son claros.
Kizashi frunció el ceño, su mente trabajando rápidamente para asimilar la noticia. Miró a Sakura con una mezcla de enojo y preocupación.
— Esto no puede ser, Sakura. Debemos resolver esto inmediatamente.— Declaró con firmeza.
Sakura, sintiendo una ola de protección por el niño que llevaba dentro, se levantó y enfrentó a su padre con determinación.
— No, padre. No voy a deshacerme de mi bebé. Este es mi hijo, y es un vínculo con Kakashi que nunca podrán romper.— Dijo con voz firme, sus ojos llenos de una resolución inquebrantable.
Mebuki intentó razonar con ella.
— Sakura, por favor. Piensa en tu futuro, en lo que esto significa para nuestra familia. Un hijo de Kakashi solo complicará las cosas.— Suplicó, su voz temblando de emoción.— Sasuke no va a criar un hijo de un ladrón.
Pero Sakura no estaba dispuesta a ceder.
— No me importa lo que piensen. Este bebé es lo único que me queda de Kakashi, y lo protegeré con mi vida.— Respondió, su voz resonando con una fuerza que sorprendió a sus padres.— Y no pienso divorciarme de Kakashi...
El silencio que siguió fue pesado y tenso. Kizashi miró a su esposa, buscando apoyo, pero Mebuki solo pudo encogerse de hombros, comprendiendo que su hija estaba decidida.
— No podemos permitir esto, Sakura. Te estás aferrando a una ilusión.— Dijo Kizashi, tratando de mantener la calma.— Ningún nieto va tener sangre de un pobre ladrón.
Sakura lo miró fijamente, sus ojos llenos de desafío.
— No es una ilusión. Es mi realidad. Y no voy a cambiarla por nadie.— Declaró, antes de salir de la habitación con determinación.
Mebuki y Kizashi se quedaron allí, atónitos y preocupados por el futuro incierto que les esperaba. Pero Sakura, a pesar de su situación, sintió una chispa de esperanza. Su hijo sería su fuerza, y con esa fuerza, esperaría el regreso de Kakashi.
Más tarde, el rey Kizashi caminaba impacientemente por los pasillos de su castillo, su rostro marcado por la frustración. Había recibido la noticia de que su hija Sakura estaba esperando un hijo con un ladrón y no podía soportar la humillación. Decidido a anular este matrimonio, convocó al padre Anzai, el era el padre de la iglesia que estaba en la aldea y con quien planeaban que realizará la boda de Sakura y Sasuke, un respetado clérigo conocido por su integridad y firmeza en la ley.
Cuando el padre Anzai llegó al salón del trono, Kizashi se dirigió a él con tono imperativo.
— Padre Anzai, exijo que anules el matrimonio de mi hija. No permitiré que esté unida a ese... ladrón.— Dijo Kizashi, con el ceño fruncido y la voz cargada de autoridad.
El padre Anzai, un hombre de apariencia serena y ojos penetrantes, escuchó con calma las palabras del rey antes de responder.
— Su Majestad, comprendo su preocupación, pero debo recordarle que un matrimonio, una vez consagrado ante los ojos de los dioses, no puede ser anulado por capricho. Los votos sagrados no pueden romperse simplemente porque uno de los padres lo desea.— Dijo con firmeza pero respetuosamente.
Kizashi apretó los puños, conteniendo su ira.
— ¡Soy el rey! ¡Tengo el poder para cambiar cualquier ley que considere injusta! — Exclamó, su voz resonando en el salón.
El padre Anzai lo miró con una mezcla de compasión y determinación.
— Incluso un rey está sujeto a las leyes divinas, Su Majestad. El matrimonio de su hija está protegido por un vínculo que va más allá del poder terrenal. Intentar anularlo sería una afrenta a los dioses y a la misma esencia de la justicia.— Respondió con calma.
El rey Kizashi sintió una oleada de impotencia y rabia. No estaba acostumbrado a que sus órdenes fueran desafiadas. Sin embargo, sabía que el padre Anzai tenía razón. No podía simplemente deshacer el matrimonio de Sakura.
— Entonces, ¿qué sugiere que haga, padre Anzai? — Preguntó finalmente, su voz más controlada pero aún cargada de tensión.
— Le sugiero que reconsidere sus acciones, Su Majestad. Tal vez este matrimonio pueda traer algo positivo a su reino. En lugar de luchar contra él, podría buscar la manera de aceptarlo y ver qué beneficios puede traer para todos nosotros.— Propuso el padre Anzai con sabiduría.
El rey Kizashi se quedó en silencio, reflexionando sobre las palabras del clérigo. Aunque no le gustaba la idea de aceptar a Kakashi, sabía que seguir insistiendo en anular el matrimonio sólo le traería más problemas. Decidió, al menos por el momento, para poder planear algo que pudiera hacer para que Sakura pudiera casarse con Sasuke.
Continuará.....🌹
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🌹La Princesa & El Ladrón🌹
FanfictionEn un reino lejano, donde los castillos se alzaban majestuosos y los bosques escondían secretos, vivía la hermosa princesa Sakura. Su pelo rosado como las flores de cerezo y sus ojos verdes como esmeraldas la convertían en la joya más preciada del r...