La noche había caído sobre el país de la Hierba, y Tai continuaba avanzando con sus hombres, creyendo firmemente que Sakura seguía en el castillo. La información que había obtenido le aseguraba que ella estaba separada de Kakashi, lo que lo hacía aún más confiado en su plan de asalto. Desde su punto de vista, con Sakura bajo su control, podría no solo tomar el poder, sino también unir sus fuerzas con la princesa para fortalecer su dominio.
Tai lideraba el avance, sus ojos enfocados en el castillo, donde creía que la princesa Sakura estaba atrapada, aislada de Kakashi y a merced de su voluntad. La determinación de Tai era palpable entre sus hombres, que lo seguían con lealtad inquebrantable, sabiendo que el éxito de esta misión dependía de su líder.
Cuando llegaron a las puertas del castillo, los soldados de Tai atacaron con precisión, sorprendiendo a los defensores que no estaban preparados para un asalto tan feroz. Tai, avanzando con su espada en mano, se dirigió directamente hacia la torre donde creía que Sakura estaba encerrada.
Mientras tanto, dentro del castillo, Kizashi Haruno observaba con nerviosismo el avance de las fuerzas enemigas. Sabía que el castillo no podría resistir por mucho tiempo, y aunque su mente estaba abrumada por la preocupación, una parte de él se sentía aliviada de que Sakura ya no estuviera allí. Sin embargo, temía lo que ocurriría si Tai descubría la verdad.
Kizashi ordenó a sus hombres resistir el ataque mientras él, su esposa, y su hijo, se preparaban para evacuar el castillo. El plan era claro: huir hacia Konoha y solicitar ayuda, esperando que la alianza con ese reino pudiera salvarlos de la inminente destrucción.
Tai, por su parte, llegó a la torre y se encontró con la puerta fuertemente cerrada. Con un solo golpe, rompió el candado y entró, esperando encontrar a Sakura en el interior. Pero para su sorpresa, la habitación estaba vacía. Solo había un lecho desordenado y una ventana abierta que daba al jardín. El rostro de Tai se oscureció con furia mientras sus hombres registraban la habitación.
— ¡¿Dónde está?! — Gritó Tai, su voz llena de rabia.— ¡Me dijeron que estaba aquí!
Uno de sus hombres, asustado por la furia de su líder, respondió:
— Tal vez... tal vez escapó, mi señor. Debemos buscar en el castillo.
Tai apretó los dientes, sintiendo cómo la frustración crecía dentro de él. Pero en su mente, la posibilidad de que Sakura hubiera escapado antes de su llegada no tenía sentido. Debía estar en algún lugar del castillo, escondida.
— ¡Encuéntrenla!— Ordenó Tai con voz grave.— No puede haber ido lejos.
Sus hombres se dispersaron, registrando cada rincón del castillo mientras Tai permanecía en la habitación, su mente trabajando rápidamente en posibles explicaciones. Se negaba a creer que Sakura no estuviera en el castillo. Después de todo, ¿dónde más podría estar?
Mientras tanto, Kizashi y su familia ya estaban en el carruaje, alejándose del castillo bajo la protección de la noche. Mientras miraba hacia atrás, vio cómo las luces del castillo parpadeaban a lo lejos, sabiendo que el futuro de su reino estaba en peligro.
Tai, sin saber que Sakura y Kakashi estaban en Konoha, mucho antes del ataque, seguía buscando desesperadamente a la princesa, convencido de que su victoria estaba cerca. Sin embargo, el destino parecía haber jugado una carta diferente, y su búsqueda podría no ser tan simple como esperaba.
En Konoha, la noche se había asentado suavemente sobre la aldea, trayendo consigo una tranquilidad que se sentía en el aire. En una habitación cálida y acogedora, Kakashi y Sakura se preparaban para descansar. La luna, visible desde la ventana, iluminaba suavemente la habitación, creando un ambiente sereno.
Kakashi, ya acostado en la cama, observaba a Sakura con una sonrisa traviesa mientras ella se acomodaba junto a él. Se acercó, envolviendo un brazo alrededor de su cintura, atrayéndola hacia él.
— ¿Sabes?— Murmuró Kakashi, su voz baja y seductora.— Todavía no puedo creer que estemos aquí, juntos, sin que nadie nos moleste.
Sakura sonrió, acurrucándose más cerca de él mientras le acariciaba suavemente el cabello plateado.
— Es un poco surrealista, ¿verdad?—respondió ella, su voz suave y llena de cariño.— Después de todo lo que hemos pasado, estar aquí contigo me parece un sueño del que no quiero despertar.
Kakashi bajó la mirada hacia ella, sus ojos brillando con un toque de picardía.
— Bueno, si es un sueño, al menos es uno en el que podemos hacer lo que queramos.— Bromeó, deslizando su mano por su espalda con ternura.
Sakura rió suavemente, disfrutando del contacto y de la cercanía de Kakashi.
— Y dime, ¿qué es lo que tienes en mente, señor coquetón?— Preguntó ella, jugando con el borde de su camisa, su tono sugerente.
Kakashi sonrió, inclinándose un poco más cerca de ella, hasta que sus labios casi rozaban los suyos.
— Pensaba que podríamos quedarnos despiertos un poco más.— Sugirió en un susurro.— Después de todo, la noche es joven, y hay muchas maneras de aprovechar el tiempo juntos.
Sakura sintió un escalofrío recorrerle la espalda ante el tono juguetón de Kakashi. Ella le devolvió la sonrisa, su mirada brillando con complicidad.
— Hmm, parece que tienes un plan.—dijo ella, sus ojos fijos en los de él.— Pero no olvides que mañana también es un día largo.
Kakashi rió suavemente, inclinándose para besarla con ternura.
— Entonces, ¿te quedas conmigo esta noche?— Preguntó, su voz cargada de afecto mientras la miraba con intensidad.
Sakura asintió, su corazón latiendo con fuerza.
— Por supuesto.—respondió ella, devolviéndole el beso.
Ambos se quedaron en silencio por un momento, disfrutando de la cercanía y la intimidad que compartían. Kakashi acarició su mejilla con suavidad, su mirada llena de amor y devoción.
— Nunca imaginé que podría ser tan feliz.— Confesó Kakashi en voz baja, su tono serio pero dulce.— Y todo es gracias a ti, Sakura.
Sakura sonrió, sintiendo cómo su amor por él crecía con cada palabra.
— Y yo tampoco imaginé que encontraría a alguien como tú.—respondió ella, sus ojos brillando con emoción.— Kakashi, tú eres todo para mí.
Kakashi la besó nuevamente, con un amor profundo y sincero, antes de acurrucarse a su lado.
Continuará.....🌹
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🌹La Princesa & El Ladrón🌹
FanfictionEn un reino lejano, donde los castillos se alzaban majestuosos y los bosques escondían secretos, vivía la hermosa princesa Sakura. Su pelo rosado como las flores de cerezo y sus ojos verdes como esmeraldas la convertían en la joya más preciada del r...