🌹La Princesa & El Ladrón🌹

🌹 Capítulo 118🌹

La batalla para recuperar el reino del País de la Hierba se extendía por los vastos campos y bosques que rodeaban el castillo de Kizashi Haruno, el padre de Sakura. Las fuerzas aliadas del País de Konoha, lideradas por el rey Sakumo y su hijo Kakashi, junto a las tropas del País de la Lluvia, comandadas por el rey Fugaku Uchiha y su hijo Sasuke, se enfrentaban al ejército rebelde de Tai, quien había usurpado el trono de Kizashi.

Kizashi, ahora reconociendo los errores de su pasado y decidido a enmendar sus acciones, encabezaba la vanguardia de sus propios hombres, luchando con la furia de un rey que había sido despojado de su reino. A su lado, Sasuke y Fugaku luchaban con determinación, sus espadas moviéndose con precisión mortal mientras abatían a los soldados enemigos.

Kakashi, junto a su padre Sakumo y sus amigos, avanzaban hacia el centro del conflicto, su mirada fija en Tai, el hombre que le había robado su infancia. Tai, consciente de la llegada de sus adversarios, sonrió con arrogancia, creyendo que su victoria estaba asegurada. Pero la alianza entre los tres reinos había creado una fuerza imparable.

— ¡Tai!— La voz de Kizashi resonó en el campo de batalla mientras se acercaba al usurpador.— Hoy pagas por todo el daño que has causado a mi reino y a mi familia.

Tai se giró para enfrentar a Kizashi, su sonrisa desapareciendo al ver la furia en los ojos del rey. Sin embargo, su confianza no se desvaneció por completo.

— Kizashi, siempre has sido un rey débil, fácil de manipular.— Respondió Tai con desprecio.— Tu reino prosperó bajo mi mando, y ahora que estás de vuelta, lo arruinarás todo nuevamente.

Antes de que Kizashi pudiera responder, Kakashi se adelantó, su espada brillando bajo el sol que descendía en el horizonte.

— Esto no es solo por el reino.— Dijo Kakashi, con voz firme.— Esto es por lo que me quitaste, por el niño de dos años que secuestraste y al que le robaste su verdadera vida.

Tai, por primera vez, pareció dudar. Pero su naturaleza arrogante no le permitió retractarse.

— ¡Ese mi campeón, se convirtió en un guerrero gracias a mí!— Escupió Tai. — Sin mí, no serías nada, Kakashi. Me debes tu fuerza, tu habilidad... ¡todo!

— No le debo nada a un ladrón de vidas. — Respondió Kakashi, con los ojos llenos de determinación.— Todo lo que soy, lo soy a pesar de ti, no gracias a ti.

El enfrentamiento se intensificó cuando Kizashi, Sakumo, Fugaku y con Naruto juntos a los demas, formaron un círculo alrededor de Tai, preparados para terminar con su tiranía. Sasuke, manteniéndose en guardia, vigilaba el campo de batalla, asegurándose de que ninguna amenaza sorpresa los atacara.

Tai, viéndose rodeado, lanzó un ataque desesperado, desatando su poder en un intento de derribar a sus adversarios. Pero los tres reyes, con años de experiencia y habilidades superiores, bloquearon su embestida con facilidad.

— ¡Esto es por mi reino!— Gritó Kizashi mientras lanzaba un golpe poderoso que derribó a Tai.

— Y esto es por la justicia.— Añadió Fugaku, desarmando a Tai con un movimiento preciso.

Finalmente, Kakashi avanzó, su espada apuntando al corazón de Tai, pero en lugar de asestar el golpe mortal, bajó la hoja.

— No te daré la muerte fácil que buscas. — Declaró Kakashi, con voz fría. — Vivirás para enfrentar las consecuencias de tus actos.

Sakumo asintió en aprobación mientras los guardias de Konoha y el País de la Lluvia se acercaban para capturar a Tai. La batalla se había ganado, y el Reino del País de la Hierba estaba en camino de ser restaurado a su legítimo rey, Kizashi Haruno.