🌹 Capítulo 120🌹 Final

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Habían pasado ya varios meses, desde la última pelea que tuvo Kakashi con Tai, el castillo de Konoha estaba en calma, la atmósfera tranquila contrastaba con los eventos recientes. Los meses habían pasado desde la última batalla, y Kakashi y Sakura habían comenzado a encontrar paz en sus vidas. Sin embargo, esa calma estaba a punto de ser interrumpida por un acontecimiento que ambos habían estado esperando con ansias y nerviosismo.

Sakura, con un avanzado estado de embarazo, se encontraba descansando en la habitación que compartía con Kakashi. El suave murmullo del viento que entraba por la ventana y el calor del sol la adormecían, aunque la tensión en su cuerpo era evidente. Desde hacía días, había empezado a sentir síntomas que indicaban que el momento del parto estaba cerca. La sensación de presión en su abdomen se hacía más intensa, y una mezcla de emoción y ansiedad llenaba su corazón.

Kakashi, quien había estado observando a Sakura con preocupación creciente, entró en la habitación con una bandeja de comida. Aunque intentaba mantenerse tranquilo, el brillo en sus ojos lo delataba. Estaba tan ansioso como ella.

— Sakura, te he traído algo para comer. Sabes que necesitas mantener tus fuerzas.— Dijo, colocando la bandeja en la mesa junto a la cama.

Sakura le sonrió débilmente, agradecida por su atención constante. Sin embargo, el dolor que sentía en ese momento era demasiado para ignorarlo. Sintió un calambre en su abdomen, más fuerte que los anteriores, y un leve gemido escapó de sus labios.

Kakashi se acercó rápidamente, arrodillándose junto a ella.

—¿Estás bien?— Preguntó, su voz llena de preocupación.

Sakura asintió lentamente, pero su rostro mostraba la tensión.

— Creo que el bebé está...— Tomó una profunda respiración.— Está muy cerca de llegar.

Kakashi asintió, tratando de mantener la calma. Habían hablado de este momento muchas veces, pero la realidad era mucho más intensa de lo que había imaginado.

— Voy a buscar ayuda.— Dijo, levantándose rápidamente.

Sakura lo detuvo, agarrando su mano.

— Kakashi...— Dijo, mirándolo a los ojos.— No te alejes mucho. Solo... quédate cerca, por favor.

Kakashi apretó su mano con suavidad y asintió.

— No me iré lejos, solo traeré a alguien que pueda ayudarnos. Volveré en un instante.

Sakura asintió y lo soltó, observando cómo Kakashi se dirigía hacia la puerta. Mientras tanto, respiraba hondo, tratando de prepararse mentalmente para lo que venía.

Kakashi bajó las escaleras con rapidez, su mente enfocada en encontrar ayuda. Mientras recorría los pasillos del castillo, su mente iba en mil direcciones, pero sabía que tenía que mantenerse firme por Sakura.

Finalmente, Kakashi encontró a Tsunade en uno de los corredores del castillo.

—¡Tsunade! Sakura ya está a punto de dar a luz.— Dijo rápidamente.

Tsunade lo miró con preocupación y asintió.

— Déjame traer a una mujer con experiencia en partos. No soy la indicada para esto.— Dijo con determinación.

Kakashi asintió y esperó con impaciencia mientras Tsunade se encargaba de buscar a la persona adecuada. Después de unos minutos, Tsunade regresó con una mujer de mediana edad que había sido llamada específicamente para atender el parto. Tenía una expresión calmada y serena, mostrando la experiencia que tenía en estos casos.

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