El Bridgerton equivocado ✔️

CAPÍTULO 15

Cuando se despertó, Colin ya se había ido y sólo entonces Penélope se permitió llorar. El pequeño destello de esperanza que se había permitido se esfumó tan pronto como se lo había dado. Colin había venido a disculparse con ella por lástima. En el fondo de su ser quería creer que el había dicho lo que decía cuando se disculpó, pero no le hacía ningún bien seguir mintiéndose a sí misma.  

Colin nunca la miraría como a una mujer. Siempre sería simplemente la mejor amiga de sus hermanas. Cualquier idea que se hubiera creado en la cabeza de que el  y ella alguna vez fueron amigos era una mentira. Solo era el hermano de Eloise. Cuando vino, fue para ver a su hermana y resultó que ella vivía allí. Hoy había sido una mera excepción, había venido con segundas intenciones. Se había disculpado simplemente para conseguir lo que quería. 

¿Cuándo aceptaría su corazón lo que su mente había sabido desde el principio? Colin nunca la amaría. Colin nunca sería suyo, pero siempre le pertenecería en su corazón.  

Se secó las lágrimas y fue a buscar su teléfono. Era hora de hacerse cargo de sus propios sentimientos. De una forma u otra, superaría a Colin. Penélope se desplazó por sus contactos. Su visión estaba borrosa, sus ojos se llenaron de lágrimas de ira mientras se desplazaba hacia abajo hasta que llegó a su nombre.  

Penélope: ¿Puedo verte esta noche?

Dudó un momento, con el pulgar sobre el botón de enviar. ¿Estaba realmente preparada para esto? Si seguía adelante con esto, Marcus estaría... nunca lo había hecho. Entonces llegó una notificación en la parte superior de su pantalla. 

Bridgerton elegible visto con la sexy pelirroja Pen... haga clic en el enlace para leer la historia completa... 

Sin hacer caso del texto, se dispuso a hacer clic en el enlace. 

Señor Sharpe: ¡¿Qué carajo?!  

No tuvo oportunidad de leer nada porque su teléfono empezó a sonar.  

"Hola cariño, espero que tengas un buen día", era la señora Danbury, su llamada no pudo haber llegado en peor momento.  

"Hola Sra. Danbury", puso el altavoz y presionó el enlace.  

Mierda, allí estaba ella en el estúpido y caro coche de Anthony, boca abajo, la imagen capturada mientras se alejaban. Había estado mirando las fritas de calabacín intentando elegir la más crujiente del montón que quedaba en su regazo. Y, por supuesto, fue entonces cuando se tomó la foto dando la impresión equivocada. Había sido una estúpida al pensar que pasarían desapercibidos.
El problema estaba ahí. No había pensado. Entre Marcus apretándose contra ella y Anthony dándole una ruta de escape, no había pensado en absoluto. No era la primera vez que un Bridgerton aparecía en algún tabloide. Había estado allí muchas veces cuando los medios los habían acosado por ser una de las familias más ricas de Estados Unidos. Sin embargo, siempre se mimetizaba con el resto y un Bridgerton siempre era el centro de atención.  

Sin embargo, allí estaba ella en el asiento del pasajero junto con Anthony y estaban insinuando que ella era una... ¿cazafortunas?  

Junto a Anthony Bridgerton, heredero de la fortuna Bridgerton, no estaba otra que Penélope Featherington...

—¡Señorita Featherington!  

—Lo siento, señora Danbury, todavía estoy aquí —respondió automáticamente, pero su mente estaba acelerada.  

Tenía que hablar con Eloise. No era lo que parecía, no era lo que decían que era. ¡Oh, no, señora Bridgerton! ¿Qué pensaría de ella si viera esto, en realidad lo vio? ¡Mierda!  
Ella podía arreglar esto. Podía arreglarlo todo, sólo tenía que publicar la versión correcta de los hechos.