Una semana después de la entrevista, Alicia invitó a Robin a su hogar para conocer a su hijo, Leo. Era una tarde soleada y cálida en San Sebastián, y Robin se encontraba nervioso mientras se dirigía a la casa de Alicia. Aunque había visto a Leo en fotos y escuchado mucho sobre él, este sería su primer encuentro en persona. Robin quería causar una buena impresión y, sobre todo, deseaba que Leo se sintiera cómodo con él.
Cuando Robin llegó a la puerta, Alicia lo recibió con una sonrisa cálida y lo invitó a pasar. La casa era acogedora, con decoraciones que reflejaban el amor de Alicia por el arte y la literatura. Fotos de Leo adornaban las paredes, mostrando su crecimiento desde bebé hasta niño. El ambiente era relajado y hogareño, y Robin se sintió aliviado por la atmósfera tranquila.
Leo estaba jugando en el jardín, pateando una pelota de fútbol con entusiasmo. Alicia lo llamó suavemente y le presentó a Robin
— Leo cariño ven - el niño dejo la pelota para hacer caso a su madre - te presento a Robin el amigo de mama del que te hable - Alicia como siempre con una sonrisa mientras veia como Robin se agachaba a la altura de Leo -
— Hola, Leo. He oído que eres un gran fan del fútbol
dijo con una sonrisa amistosa. Leo miró a Robin con curiosidad, sus ojos brillando con emoción
— Sí, me encanta el fútbol! ¿Podemos jugar juntos? - respondió el chico con entusiasmo -
Robin asintió con gusto.
—Por supuesto, me encantaría - respondió, mientras tomaba la pelota y la pasaba suavemente a Leo -
Los dos comenzaron a jugar en el jardín, con Robin mostrando algunos trucos y técnicas, y Leo intentando imitarlos con entusiasmo.
Alicia observaba desde una distancia, su corazón llenándose de alegría al ver cómo Robin y Leo se llevaban bien. Robin demostró una paciencia y una ternura que confirmaron lo que Alicia ya sentía: que él era una buena persona y un gran modelo a seguir para Leo.
Mientras jugaban, Robin y Leo comenzaron a hablar más. Leo, en su inocencia infantil, le hizo a Robin una serie de preguntas sobre el fútbol, sus partidos y su vida como jugador profesional. Robin respondió con sinceridad, compartiendo anécdotas y aventuras de su carrera. La forma en que Leo escuchaba atentamente y la alegría en su rostro mientras interactuaba con Robin dejaron una profunda impresión en Alicia.
Después de un rato, Alicia los llamó para que entraran a tomar la merienda. En la cocina, Alicia había preparado una merienda con galletas caseras, zumo de frutas y algunas tapas. Los tres se sentaron a la mesa, y la conversación fluyó con naturalidad. Leo se mostró encantado al compartir sus historias de la escuela y sus sueños de convertirse en un futbolista profesional algún día.
Robin, con una sonrisa, le dijo a Leo
— Con tu entusiasmo y dedicación, estoy seguro de que puedes lograr lo que te propongas. Solo recuerda siempre divertirte y trabajar duro
El tiempo pasó volando, y antes de que se dieran cuenta, había llegado la hora de la cena. Alicia sugirió que Robin se quedara a cenar con ellos, y él aceptó con gratitud. Prepararon la cena juntos, convirtiendo la cocina en un lugar de risas y camaradería. Leo ayudó a poner la mesa y a hacer una ensalada, mostrando su entusiasmo por contribuir
Durante la cena, la conversación fue animada y alegre. Robin y Alicia compartieron historias de su infancia, sus experiencias en el trabajo y sus aspiraciones. Leo, entre bocados, intervino con sus propias historias y ocurrencias, añadiendo un toque de inocencia y diversión a la velada.
Cuando llegó la hora de irse, Robin se despidió de Leo con un abrazo y un apretón de manos.
— Fue un placer conocerte, Leo. Espero que podamos jugar al fútbol juntos otra vez pronto - dijo Robin con sinceridad. Leo asintió con entusiasmo -
-—Sí, me encantaría Gracias por venir -respondió el niño con una sonrisa radiante -
Alicia acompañó a Robin a la puerta, y cuando quedaron solos, ella le agradeció por haber hecho de ese día algo tan especial para Leo.
— Significa mucho para mí que te hayas llevado tan bien con él - dijo Alicia, mirándolo a los ojos con gratitud -
Robin tomó la mano de Alicia suavemente.
—Fue un placer, de verdad. Leo es un niño maravilloso, y fue un día increíble. Gracias por invitarme -respondió con una sonrisa-
A medida que Robin se alejaba, sentía una sensación de calidez y satisfacción. El día había sido un éxito, y su conexión con Alicia y Leo se había profundizado. Sabía que había algo especial en esa familia, y estaba decidido a ser parte de sus vidas de una manera significativa.
Esa noche, mientras Alicia acostaba a Leo, él le dio un abrazo y le susurró
—Me gusta Robin, mamá es genial - Alicia conmovida, le dio un beso en la frente y apagó la luz, sabiendo que ese día había marcado un hermoso comienzo para ellos -
@Aliciiasimon_priv hace 3 horas
Lenormand_r respondio tu historia
Gracias por este dia Ali
Gracias a ti robín❤️
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Mañana subire mas caps ya que hoy e subido tres y no se si es algo excesivo si quereis mas hazermelo saber 🥰🥰
Gracias por leer
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El gol del corazón: La historia de Robin y Alicia
Short StoryEn el vibrante mundo del fútbol, donde el césped y el brillo de los focos definen el día a día, es fácil olvidar que detrás de cada figura pública hay historias de amor, sacrificio y esperanza. Este es el relato de Robin Le Normand, un talentoso def...