"Mi secreto"

Cap 6 "Cambio repentino"

Me adentro en mi habitación y me doy un baño para refrescar mis neuronas. No puedo evitar pensar en todo lo que me ha pasado estos días.

Mi transformación, y ahora esa extraña voz. Algo sabe de mi... Y tengo que descubrir qué es.

Pero hay algo más que me ha rondado en la cabeza. Ayumi y Kaira no se llevan para nada bien y estoy segura de que Ayumi tiene algo que ver en que ese asunto no se resuelva de una vez. También tengo que descubrir que sucede entre esas dos. Kaira es la viva cara de la arrogancia y la prepotencia cuando ve a mi amiga y pensar en la furia de esta queda totalmente a descarte, apuesto a que todos podrían imaginárselo.

Salgo y después de ponerme mi pijama bajo a comer algo con mamá. Después de ayudarla con los trastes regreso a mi habitación para recostarme a descansar.

Cuando despierto en la mañana hago mi ya rutina diaria y bajo a desayunar.
- Buenos días mamá.
- Buenos días hija - me sonrió - aquí está el desayuno.
- Gracias - le sonrío sentándome a la mesa para tomar tranquilamente mi desayuno - por cierto, ¿Cómo es ese asunto de que te irás fuera de provincia a trabajar un mes?
- Ah - dijo ella sorprendida - tengo un nuevo proyecto de la empresa de la cual estoy a cargo y necesito verificar algunos datos y procesos en la cede que hay en la provincia vecina.
- Oh ya entiendo - digo dándole una mordida a mi tostada - ¿Será este mes?
- No cariño, el que viene, me voy a principios. Aunque no falta mucho.
- Vale.

Cuando termino le dejo las losas para que las friegue y dejo un beso en su mejilla. Salgo caminando a la prepa cuando me viene a la mente ese asunto de la voz de ayer, pero me convenzo de que antes tengo que saber que sucede con Ayumi y Kaira.

Llego y me encuentro con mi pelinegra favorita esperándome en el salón, la tomo del brazo y la arrastro hacia el patio conmigo.
- ¿Qué sucede?
- Esa pregunta debería hacerla yo para que me la contestes.

Ella frunció el entrecejo sin entender nada y cuando me decido a hablar aparece Kaira que con emoción como siempre me abraza de sorpresa por detrás con una emoción impresa en su rostro. Así ha sido desde que hemos entablado amistad estos últimos tiempos.
- Hola Helen.
-Hola Kaira - digo riéndome y cuando ella me suelta la saludo mucho mejor.

Soy consciente de cómo Ayumi frunce el entrecejo con enojo.
- ¿Es que no te cansas de robarme la atención de las personas maldita castaña arrastrada? - gritó Ayumi, aparentemente furiosa.

Kaira se volvió a mirarla...
- Tenías que ser tú. Que sepas que no estoy hablando contigo.
- Eres una entrometida.
- ¿Y tú qué? ¿Te crees la próxima Miss Universo? Despierta idiota, para mi no eres nada, no eres nadie. He intentado por todos los métodos llevarme bien contigo pero ya que no entiendes con la Kaira buena que sepas que no me molesta enseñarte a la misma cabrona de siempre.
- Te odio.
- Es mutuo.
- Eres una maldita zorra - dice apretando los puños y escupiendo esas palabras con rabia.
- Gracias - sonrió la de ojos color tormenta con arrogancia.

Cuando Ayumi está a punto de mandar al demonio toda su paciencia me interpongo intentando controlarla.
- Ayumi ¡Quieta! - digo tomándola de los brazos.
- Apártate Helen.
- Entra en razón, no hagas una estupidez.
- Te vendiste. Ahora estás con ella ¿No? - gritó entonces mirándome y pude notar la furia con la que sus ojos casi cristalinos me miraban - bien.

Se soltó de mi y se fue sin que pudiera decirle algo más. Eso me dejó incrédula, por más que la llamara, incluso gritando su nombre no miró para atrás. Sin vacilar siguió con su camino...

Estaba furiosa... Pero ¿Por qué? Esta no es mi mejor amiga, y puedo decir con certeza que está enojada, y mucho.

Me doy la vuelta mirando a Kaira y le pregunto.
- ¿Qué es lo que sucede? Necesito una explicación, esa que se ha largado no es mi amiga. Ni por muy enojada que halla estado antes jamás me había tratado de esa manera.
Ella suspiró y me contestó cruzándose de brazos - hace un tiempo salí con un chico que resultó ser el hermano de Ayumi. Por lo que sé ella lo quería mucho. Sabes como era antes y aunque estoy arrepentida ella jamás me ha perdonado por lo que le hice a su hermano...
- ¿Qué le hiciste? - pregunté seriamente.
- Helen yo no... No quiero hablar al respecto. Es a ella a quien debes pedirle que te cuente. Yo no me siento capaz de hacerlo. Ella está sufriendo... Y me hace daño aunque veas que siempre discutimos. Intenté pedirle perdón por lo que hice pero sé que no lo hará tan fácil. Ayumi me odia.

Asentí con la cabeza y fui tras Ayumi, la busqué por todas partes y cuando finalmente di con su paradero en la azotea de la escuela me le acerqué lentamente.
- Ne...
- No digas nada, porque te juro que si lo haces dejarás de ser mi amiga.
- Pero Ayumi...
- ¡Calla Helen, cállate! - gritó.
- Está bien, pero escúchame lo que te diré. No interferiré porque no quiero perderte. Eres mi mejor amiga. Pero piénsalo, sea lo que sea que halla pasado a de tener solución.
- ¡No la tiene! ¡Y no voy a perdonarla! No me molesta que seas su amiga pero créeme que a veces me encantaría evitarlo - dijo seriamente - pero no se te ocurra jamás en la vida defenderla, porque hasta ese momento llegó nuestra amistad. ¿Fui lo suficientemente clara?

Tragué en seco, su seria expresión jamás la había visto.
- Está bien. ¿Nos vamos? Tenemos clases ahora.
- Adelántate.

Preferí hacer caso a eso y me adelanté para llegar a clases. Al rato llegó ella y se sentó a mi lado, el día transcurría normal, como si nada hubiera sucedido. Kaira tenía algunos exámenes hoy por eso no había aparecido más.

Cuando salí de la preparatoria noté que se me hacía tarde y corrí a casa dejando a Kaira y Ayumi sin que supiesen de mi. Tomé algunas de mis ropas y cosas útiles junto con el arco y bajé.
- Hija...
- Mamá...

Noté que su sonrisa se desvaneció por un momento al mirarme de arriba abajo.
- Entonces llegó el momento...
- ¿De qué hablas?
- Irás a descubrir tus orígenes ¿No? Supongo que ya es tiempo.
- ¿Cómo...?