"Mi secreto"

Cap 1 "Una vida «normal»"

Me remuevo en la cama cuando los rayos del sol dan de lleno en mi cara, abro lentamente los ojos y me quejo por el dolor de cabeza que me surca en la frente debido a mi abrupto despertar.

Mi nombre es Helen, tengo 16 años, y voy en segundo año de preparatoria. Mi vida se podría decir que es sencilla, hasta cierto punto...

- Helen, apresúrate o llegarás tarde - grita Kinthia, mi madre.

- Ya voy - grito fastidiada, odio ir a la escuela tan temprano en la mañana.
Me levanto, me preparo para salir.

Desayuno rápidamente y tomo mi mochila. Una vez mi cabello alisado salgo a paso calmado. Me siento en mi puesto dispuesta a sacar mis cosas para estar lista cuando comience la sesión de estudios.

- Ah, otro día de clases. Nada fuera de lo común. Es aburrido pero supongo que así está bien - pensé para mí misma poniendo mi codo sobre la mesa y recostando mi cabeza sobre la mano abierta.

Miraba hacia el frente, no hallando nada que hacer cuando escucho llegar a mi mejor amiga.

- Buenos días Helen - me saluda ella.
Su nombre es Ayumi, y somos amigas desde que nos conocimos en primer año de primaria.

Tiene el cabello corto, negro con betas azules resaltantes y unos preciosos ojos del mismo color resaltante de sus betas con un toque en verde envidiables.

- Hola Ayumi - sonrío - casi llegas tarde. ¿Qué fue esta vez? ¿El rímel, el delineado? - pregunto con una risita.

- Shh calla - dijo ella riéndose sentándose a mi lado.

En lo que ella se prepara para la clase que tenemos yo saco mi celular que estaba vibrando en el bolsillo de mi chaqueta de uniforme, la cual había dejando dentro de la mochila.

- ¿Qué sucede? - pregunta Ayumi.

- Nada, mi madre que necesita regrese temprano hoy a casa dentro de lo posible. Es hoy su día de trabajo, sabes como es ese asunto - sonrío aunque con algo de tristeza - a veces es complicado y me preocupa que le suceda algo, pero entiendo que es algo que debe hacer.

- Entiendo, no te preocupes, todo le irá bien - ella me sonríe para tranquilizarme.

El profesor que entró al salón nos ordenó sentarnos en nuestros puestos y atender a clases, empezando a escribir el asunto y detallarnos los apuntes necesarios para la materia en cuestión.

Una hora después cuando culminó la sesión, era hora de almuerzo, y también la única clase que teníamos en el día y por ende razón la más larga, cumpliendo con un turno de horario universitario. 

Ayumi y yo buscamos donde sentarnos para poder degustar de nuestro platos, comíamos juntas, era desde siempre una costumbre. Ella era mi mejor amiga y "casualmente", nótese el sarcasmo, no teníamos más amigas ni mucho menos amigos.

- Helen, no estás bien. Te noto distante y pensativa ¿Qué es lo que sucede? Habla conmigo, sabes que siempre estaré para ti.

- No es nada - niego con la cabeza y le sonrío - estoy bien, no te preocupes - o eso es lo que me gustaría pensar - pienso para mis adentros volviendo a comer sin parecer que mi cerebro está orbitando otra galaxia.

Sentía algo de dolor en mi cabeza y si mis cálculos no fallan... Estaba cerca...

Cuando terminamos tomamos nuestras cosas para marcharnos. Entre pláticas llegamos al sitio donde nos separábamos. Cuando seguí con mi camino, cerca de llegar sentí mi pecho agitarse y eso fue lo que me hizo confirmar las sospechas que ya tenía.

Me llevo la mano al pecho, intentando esperar a que se calme el dolor y una vez que sucede camino a paso calmo hasta llegar a mi hogar. Entro hasta llegar a la cocina y pegado del refrigerador encuentro un pequeño papel adjunto...

- Así que ya se ha tenido que marchar

- digo para mi misma en voz baja y suspiro - “mejor subiré a mi habitación”-  pienso tomando mis cosas y dirigiéndome hacia allá.

Cerré la puerta tras de mi, volveindo a sentir esa incómoda sofocación y debilidad en mi cuerpo. Me puse una pijama y me acosté a descansar antes de que pudiese caerme y hacerme daño, esperando a que se completara el tiempo...