"Mi secreto"

Cap 14 "Hermana pequeña"

Me acerco hasta ella y pongo una rodilla en el suelo para estar a su altura.

- Mi nombre es Helen, y puedo decir que es un placer finalmente conocerte.

Sus ojos se pusieron brillosos de lágrimas aflorando desde sus lagrimales y rápidamente me abrazó. La estreché en mis brazos también... Sintiendo la familiaridad y el toque de calidez que me proporcionaba su presencia.

- Onee-chan - gritó de emoción mientras me envolvía cada vez más con sus brazos pequeños en un abrazo sincero y necesitado.

Me hacía feliz por fin conocerla, aunque no tengo idea de cuál es su nombre ni que fue lo que sucedió con ella. Tampoco tengo idea de dónde ha estado todo este tiempo que ha permanecido lejos de Eri y Adlet. Mucho menos de cómo es capaz de conocerme si nació tiempo después de que yo fuera transportada al futuro.

Entonces noté que su ropa tiene un poco de mi olor impregnado, pero es muy  poco... Puede ser... ¿Qué esa sea...? Si, es probable que sea la ropa que usaba cuando tenía su edad hace unos cuantos años antes de transportarme al futuro, ya que el olor es casi remoto y tiene un pequeñísimo parecido con el mío.

- Pequeña, perdona si no te conozco demasiado pero estoy segura ahora de que somos hermanas - sonrío - ¿Cuál es tu nombre?

- Soy Lin - veo como sonríe - tengo 11 años... Casi 12.

Sonrío también y la abrazo.

- Pues venga entonces, es hora de que demos un paseo de hermanas. ¿Quieres venir?

- Sii.

Ella salta muy emocionada y yo simplemente me alegro por eso. Tomo del suelo mi arco y su mano mientras nos vamos a caminar y correr por el campo.

Narra Azura:
- Esa maldita mocosa de los infiernos ha vuelto a hacerlo. ¡Cuánto la odio! - chillo con molestia.

- Deberías dejar de quejarte y demostrar de que estás hecha. No seas tan floja. Tienes una tarea que cumplir.

- Ya lo sé. No soy idiota - gritó aún molesta - ¿Pero para qué es tan necesario esa perla? Es brillante, tiene una pureza malditamente intensa que no puede ser fácilmente corrompida.

- Así es. El Rubí Rosa tiene inconmensurables poderes, y representa la base del control del universo mágico. Con ese poder, puedo volver a estar fuera de este maldito espejo y así podremos dominar sobre estas tierras. ¡Incluso dominar todo el mundo!

Narra...
Puedo ver la sorpresa en el rostro de esta mujer inútil tras acabar con mi discurso de ambiciones, tan solo espero que sea capaz de conseguir esa joya tan poderosa.

Prepárate Yumeko, nos veremos... Y cuando te encuentre, voy a destruirte y reclamar este mundo.

El que por defecto me pertenece.

Narra Helen:
Después de pasear un rato con Lin he descubierto que como toda niña es muy enérgica y vivaz, pero también tiene un gran dominio de sus poderes de semigata, algo poco común considerando que si tiene 11 años de edad eso es mucho decir. También tiene un desarrollo del lenguaje bastante avanzado para ser una niña. Aunque no es tan raro considerando que recién está entrando en la etapa de la pre-adolescencia.

Entre juegos y carreras regresamos a casa donde Adlet, Eri, Ayumi y Kaira nos esperaban con la cena lista frente a la fogata. Sonrío ya que esto se siente de alguna manera... Familiar, íntimo y en armonía.

Mi sonrisa es genuina, esto me recuerda mucho a mi madre Kinthia y me hace preguntarme cómo estará. La nostalgia me invade y no sé cómo reaccionar, suspiro y tomo asiento para concentrarme en la comida.

- Onee-chan, ¿Estás bien? - pregunta Lin con tono preocupado al percatarse de mi nostalgia recién aparecida.

- Claro que sí pequeña - sonrío revolviéndole el cabello y provocando que haga un puchero lo cual me saca una risa.

- Es una alegría por fin estar todos reunidos aquí. Mi pareja y nuestras dos hijas y sus amigas, no puedo pedir más - dijo Eri, con notable felicidad.

Sonrío al igual que Lin y desvío mi mirada hacia Ayumi y Kaira que por primera vez en la vida las veo quietas, sin discusiones. Frunzo el entrecejo ante tal escena pero termino por no pensar demasiado en ello.

Lin sale después de comer hacia afuera de la cabaña a recoger flores pequeñas pero de bonitos colores y formas de sus pétalos. La miro un poco y decido preguntar a Eri y Adlet sobre algo que me ha estado rondando en la cabeza desde que ella apareció:

- Ne señor Adlet. ¿Cómo fue que encontraron a Lin? - pregunto con notable curiosidad - ¿Y cuál es la razón por la cual estaba tan a la defensiva cuando me vió? Un paso en falso y me hubiera atacado sin duda alguna.

Puedo verlos a ambos suspirar, y por ello se que no la encontraron como por arte de magia.

- Hace tiempo atrás cuando Adlet fue expulsado y acusado de traición por los suyos y te perdimos en ese proceso nació Lin. Ella siempre fue un poco inquieta y a menudo la perdíamos de vista. Cuando cumplió 3 años, ella fue secuestrada por uno de los gatos del clan, pero al parecer consiguió liberarse y ponerse a salvo todos estos años - comentó Eri.

- ¿Pero cómo? Eso no explica su actitud defensiva.

- Ella escapó y estuvo sobreviviendo en el bosque, viviendo de la caza de animales como jabalíes y otros que diesen carne, de pescados y aguas de los ríos y arroyos. Esta mañana la encontramos hacia las afueras de la aldea, estaba luchando contra algunos demonios que pudieron habérsela comido, ya sabes, una pelea por la supervivencia. Durante todos estos años ella ha estado sola, protegiéndose a sí misma, es normal que si de la nada le presentas a alguien intente autodefenderse.

- Comprendo, es como un instinto animal - digo más para mí que para ellos a lo que asienten a mi afirmación.

En ese momento se levanta la cortina que cubre la entrada a la cabaña y mis ojos se quedan completamente atónitos.

Es él, el chico que apareció para salvarme la vida. Sus ojos azules y su cabello un tanto revuelto le hacen ver bien, eso sin hablar de su musculoso cuerpo y lo bien que se ve en ese traje ajustado de exterminador y el sudor que recorre su frente.

Trago en seco ante la vista y siento mis mejillas arder, mi corazón palpitar como loco. También puede sentir a las chicas en un estado de shock por su llegada inesperada. Lin entra tras de él muy contenta con la pequeña gatita en sus manos mientras juegan y corretean por todo el lugar.

- Oh Raku muchacho - habló Adlet con familiaridad dejándome con expresión atónita.

Ellos... ¡¿Se conocen?!