Cap 39 "Esencialidad, vitalidad, deseo"

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Narra Azura:
Acaricio con suavidad sus mejillas, sentía la calidez bajo mis manos. Era una sensación increíble. Tanto como hacía mucho tiempo.

Mi mente recorre esos recuerdos que creía que había enterrado en lo más profundo de mi mente macabra y oscura junto con todos esos hechizos que no me sirven para nada.

El fuego en color verde que había en las fogatas de hierro a los alrededores me permitían ver sus facciones y disfrutar de su lindo rostro mientras mi expresión se suavizaba.

- Ay Kai, eres tan lindo. Y aún así puedes llegar a ser tan... Tan irresistible, tan...

Suspiro, detenido mi habla, no era capaz de expresar todo lo que sentía en palabras. Sentía mucho amor por este chico aún después de tanto tiempo. A pesar de ello me fijo en cada una de sus facciones.

Sé que no es completamente él... Este chico tiene que ser la reencarnación de Kai, porque mi amado murió hace mucho tiempo por mi propia mano.

Aún así me hace tanta ilusión volver a verlo. Ese cabello oscuro de hebras finas, ese flequillo que adorna su cara, esos ojos capaces de leerte hasta el alma.

Suspiro con resignación, en estos momentos soy consciente de que cuando despierte no querrá nada conmigo y es por ello que entonces lo haré a mi manera.

Nadie más volverá a quitarme lo que me pertenece. Es mi deseo querer a este chico, así que si él no me quiere por su voluntad... Le obligaré a que me quiera por imposición.

Me alejo de su cuerpo hasta quedar en el centro del reducido lugar  y sobre la pequeña mesa de madera que hay, utilizo mi magia para abrir el libro que se encuentra sobre ella de forro negro con letras antiguas y escritura enredada.

Un idioma que surgió únicamente entre el clan de las brujas y que siempre se creyó perdido después de la destrucción de los 5 clanes antiguos, ha llegado a mis manos.

Recito unas palabras en ese idioma extraño que parece arrastrar letras sin decir nada, para lanzar sobre aquel chico un hermoso maleficio.

Me contengo de soltar una de mis risas, ya que no quiero que esa tonta con orejas peludas descubra rápidamente mi localización.

Observo en la bola de cristal y puedo verla caminando por el pasillo junto a las dos chicas que siempre le acompañan. Tiene una expresión serena la maldita, pero demasiado seria. No puedo esperar a ponerle mis manos encima y destruirla para apoderarme de su colgante.

Me fijo en que la niña no va con ella, lo cuál es muy raro, pero le quito atención a este hecho ya que es probable que le halla prohibido no seguirla. El sentido de responsabilidad de esa es tan grande que no dudo que si hubiera podido entraría aquí y tendría el valor de enfrentarme sola aún sabiendo que podía destruirla en un santiamén.

Porque si... Creo que tengo lo que se necesita para acabar con ella. Y sé que lo lograría si me lo propusiera.

Solo es cuestión de tiempo...

Un poco más...

Solo un poco más...

Y el Rubí Rosa será mío...

El mundo entero y la existencia de los próximos universos estarán en mis manos...

Crearé un mundo perfecto donde seré quién domine...

Y sobre todo...

Ese lindo humano será completamente mío.

Narra Helen:
Caminaba por los pasillos, cada cual más oscuro y lleno de un ambiente asfixiante que apestaba a demonios, olores fuertes e inciensos que me tenían el olfato mareado. Es una desgracia este lugar, no entiendo por qué la maldita necesidad de que predomine el mal y hasta el bien de manera armoniosa.

Kaira y Ayumi permanecen atentas mientras caminan a pesar de ir conversando sobre estrategias de ataque y esas cosas. Ahora mismo desearía ser humana... Pero no quiero deshacerme de mis poderes y ocultarlos... No quiero recibir un ataque por la espalda.

Sigo caminando mientras me tapo la nariz con los dedos, realmente el incienso y yo, no nos llevamos. Nos declaro enemigos mortales.

Pronto una orda de monstruos deformes y energía maligna se empieza a hacer presente. Nos ponemos todas en guardia y comenzamos a atacar, defendiéndonos al como podemos en el amplio pasillo, cuyo suelo era demasiado resbaloso.

Este sería un lugar en el que con un poco de ventilación e iluminación natural podría vivir ahora que lo pienso con detenimiento, pero como la luz no se difracta ni por casualidad sigo detestando este sitio. ¡Es que ni siquiera hay luz en este sitio! Es demasiado escasa.

Me concentro en atacar a los monstruos con mis garras, y mi mirada se queda atónita e inquieta cuando esos monstruos, que de por si ya están deformes y les faltan partes, se unen los pedazos cada que les quitamos alguno. Una especie de letras en un idioma super extraño aparecen alrededor uniéndolos, como si fueran una especie de conjuro.

No sé qué significa, pero está de más decir que estas cosas se regeneran.

Ya no me cabe la menor duda. Entrar aquí fue un completo problema, uno grande...

Estamos desafiando a la voluntad de Azura, ella gobierna este lugar, con todo y energías retorcidas.

Estos son sus dominios.

"Destruyo" un monstruo y observo por sobre mi hombro hacia las esquinas del techo del pasillo donde sobresalen especies de cristales que es lo único que emite una ligera brillantez en medio de tanta tiniebla.

Sonrío ligeramente con sorna, una respuesta mía a su claro desafío.

Todavía no se cómo, Azura... Pero este lugar será tú final. Así que aprovecha ahora y átacame con todo lo que tengas. Estoy segura de que sabrás lo que quiero, incluso si no hablo.

Narra Raku:
Siento mi cuerpo muy liviano, como si estuviera flotando. Mis ojos se abren lentamente y cuando enfocan como debe ser, lo primero que observo es que me encuentro en un lugar a cielo abierto.

Está todo despejado, no hay energías perturbadoras ni tampoco monstruos.
No está la presencia de Azura, tampoco la de Helen.

Aquí no hay nada. Solo es paz y armoniosa tranquilidad.

Aparte del claro cielo y de la pacificidad que aquí me embarga puedo percibir que mis pies se sienten fríos al estar dentro de unas aguas  oscuras.

Tan azules como en el mar profundo, más sin embargo estoy en la orilla. Mi arma descansa sobre el cinturón en mi espalda baja, mi cabello se mueve ligeramente con alguna que otra brisa perdida que tiene cabida en las cercanías.

Mi vista se pierde en la inmensa neblina alrededor, y comienzo a caminar, chapaleando sin remedio el agua. Lo raro es que con cada paso que doy no aumenta el nivel del mar.

Es lo más extraño que he experimentado y empiezo a sentirme abrumado.

Nunca había sentido tanta paz. ¿Será que estoy muerto? Na, no pensaría, los muertos no piensan.

Pero si es así, ¿En dónde estoy?

Continuo caminando hasta que visualizo una figura frente a mi, tiene mi tamaño y forma humana. Aún así está lejana y no puedo ver de quién se trata.

Me acerco unos pasos más y puedo ver su silueta a la perfección.

Mis pupilas... Inquietas...

Mi respiración... Entrecortada...

Y mi cordura... Directo al desagüe... Si hubiera.

"Mi secreto"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora