Cap 41 "Latidos compartidos"

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Narra Lin:
Suspiro mientras continúo acariciando el cabello de Roy-san, admirando como sus hebras verdes daban la sensación de algo cálido. La poca luz que emitía mi collar caía sobre este, dándole un toque amarillo verdoso, como la hierba cerca de la cabaña de mamá y papá.

Mis ojos se quedaban viéndole fijamente, mientras dormía, y su respiración era muy suave. Me sonrojaba, mirando sus pestañas tan oscuras y cejas pobladas, su rostro sin  contracciones.

“Atrápame si puedes”

Parpadeo un par de veces cuando escucho en mi cabeza esas palabras, las había dicho Roy-san, hace mucho, cuando éramos niños.

Mi mente regresa a ese tiempo, era tan bonito todo. Vivíamos en casa de papá y mamá, el siempre estaba conmigo.

Habíamos salido a jugar entre las hierbas, éramos tan pequeñitos que fácilmente podríamos jugar a las escondidas en ellas.

Entre escapes y juegos nos topamos entre los dos chocando nuestras frentes y cayendo hasta el suelo. Su cabeza quedó sobre mi pecho mientras yo me llevaba mi pequeña manita a la cabeza.

- Auch, eso dolió.

- Si... Pero...

- ¡Tienes que fijarte por donde corres cuando te escondes buscándome!

Silencio...

- ¡No puedes simplemente correr sin mirar donde pones los pies! ¡Para algo tienes olfato desarrollado!

Silencio...

- ¡¿No me dirás nada?! - pregunto con voz chillona.

Al darme cuenta de la situación entonces me quedo en silencio, estábamos muy juntos, su cabeza descansaba sobre mi pecho y sus manos me abrazaban ligeramente.

Mis mejillas tomaron un avergonzante color rosa y mi respiración era desigual, casi que entrecortada.

- Late - dijo.

Frunzo el ceño.

- Tu corazón. Late muy rápido - dijo entonces, completando su frase.
Como su oído estaba sobre mi pecho era lógico que escucharía los latidos de mi corazón que parecía repiquetear más y más y más rápido.

Regreso nuevamente en mi tras terminar ese recuerdo. Éramos dos niños, sus palabras me parecían tan dulces, por alguna razón no quería moverme, nuestro juego había terminado pero yo me había quedado sobre la hierba.

Aún no se a ciencia cierta lo que sentí en ese momento, pero tampoco había intentando ponerle nombre antes.

Narra Roy:
Aprieto un poco los ojos antes de abrirlos para enfocar la visión. Me parecía haber estado en un bonito sueño, uno donde dos pequeños niños jugaban al escondite y se caían sobre la hierba de un cabezazo.

Me había visto a mi y a Lin en el sueño, pero yo sabía que era un recuerdo. Suspiro sintiendo como mi corazón palpita tan fuerte como en ese momento y mi mirada se desvía ligeramente y al observar unos barrotes me hago a la idea de que no estoy en un lugar bonito.

- Roy-san, al fin despiertas, ¿Estás bien? ¿Qué te ha pasado? - pregunta mi pequeña apareciendo en mi campo de visión.

Sonrío entonces al ver sus lindos ojos dorados naranja, siempre me había gustado esa tonalidad, era como ver el atardecer recogido en canicas simétricamente alargadas  hacia arriba y abajo.

Me levanto entonces de sus piernas, siendo consciente de ello. Mis ojos se quedan fijos en los suyos, y una vez más recuerdo lo que vi en ese sueño, ese momento que ya forma parte de nuestro pasado.

"Mi secreto"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora