Mientras corría lo más rápido que podía ignorando el cansancio y el dolor que sentía en cada articulación de mi cuerpo, mis piernas se fleccionaron de mala manera y caí en una especie de zanja que me llevó a sentirme débil y con lo pies algo lastimados por el movimiento brusco. Cuando logré salir, caí entonces sin remedio por un barranco por el que a duras penas logré quedar sujeta a una rama que se estable no tenía ni una mísera ramificación pero era mejor eso que caer en un espeso vacío hacia abajo, el cual me estaba mareando de solo mirar en esa dirección.
- Maldición - mascullo al sentir como mis piernas cuelgan a grandes alturas y me enferma mirar hacia abajo y no ver el suelo con el que debería estrellarme.
No hay nada que me de más miedo en estos instantes que la probabilidad de que si me suelto caeré y caeré sin encontrar una superficie que me haga detenerme estrepitosa y vergonzosamente.
Cierro los ojos con vértigo, sintiendo el estómago revuelto.
En ese momento sentí una mano cálida tocar mi brazo y al abrir mis ojos y mirar hacia arriba, veo a Lin sostenerme y siento las lágrimas crear un incómodo escozor en mis ojos. Con su ayuda, logré subir de nuevo el peñasco, sintiendo mi corazón latir acelerado por el miedo que experimenté momentáneamente al estar colgada de esa rama.
Tenía dos raspones en la cara y algunas heridas en las piernas, por no decir que sentía mis pies magullados aunque no heridos.
El Rubí Rosa brilla en mi cuello y siento una especie de calidez que cubre todo mi cuerpo. Pronto las heridas comienzan a desparecer ante mi atenta mirada y la de una curiosa pequeña de cabellos castaños.
- ¿Estás bien onee-chan? - pregunta con tono de preocupación.
- Si pequeña, lo estoy, descuida - acaricio su cabello suavemente tranquilizándola.
- ¿Entonces podemos volver? - preguntó curiosa.
- Eso no será posible - dijo una voz, totalmente desconocida para mi que me hizo girarme hasta la localización de su presencia.
Ante nosotros vienen varios hombres, todos humanos, que visten parecido a Raku.
Me muerdo el labio inferior con impotencia y me pongo frente a mi hermana que se cubre tras de mi aún mostrándose amenazadora y al mismo tiempo algo a la defensiva.
Frente a todos iba un hombre de similitudes físicas con el chico que me ha robado los pensamientos últimamente lo que me hace negar con la cabeza tratando de no pensar en él, sino en la seguridad de mi hermana.
- ¿Quién eres? - pregunto.
- Soy Kentaro. Tengo el enorme placer de encontrarme frente a una gran presa... No podría pedir menos - respondió a mi pregunta y se las dió de filosófico asusta niños, hasta Lin tenía cara de pánico y asco.
- Vale brujo de las tinieblas, deja de creerte superior a las demás criaturas que se desarrollan ante ti, no te creas la gran cosa - opino con toda la intención de ofenderlo con el sobrenombre - Si le haces algo a mi hermana, o piensas atacarme a mi, te cortaré la yugular sin piedad - respondí sonando completamente ofenisva.
Kentaro, que es el nombre que escuché salir de alguno de sus compañeros nuevamente, hizo un seña para que estos comenzaran el ataque y al como pude me fui deshaciendo de todos.
Lin también atacaba pero con algo de miedo, sin embargo a ella casi no la atacaban... Comienzo a caer en cuenta de que a quien buscan es a mi.
Algunos de los exterminadores intentan alejarla de mi y yo simplemente me muerdo el labio inferior, no quería admitir que era mejor así. Me concentro en atacar al que ahora sé que se llama Kentaro, ese arrogante humano...
- Eres muy hábil - dijo, elogiando mis movimientos.
-Tu también - respondo con algo de respeto - me alegro de que te percates a quién enfrentas - y ahí saltó mi ego.
Las armas de los exterminadores me pasaban por los lados y yo las esquivaba aunque algunas lograron rozarme la mejilla. Lin corrió hasta mi para meterse en medio y yo la jalo conmigo para que no la alcancen los ataques.
Rechino suavemente los dientes al notar que estoy indefensa al no poder moverme libremente y me dejo caer al suelo para evitar daños a mi hermana pequeña.
- ¡Onee-chan! - chilla Lin preocupada y abro los ojos al ver una de esa cuchillas con cadena venir hacia mi.
Cierro los ojos esperando el impacto que nunca llega y se oye el sonido de algo cortar el viento debido a la presión.
Abro los ojos y veo a Kaira alzando la mano para recuperar una especie de ¿Búmeran? Mucho más grande que ella casi, me sorprende que pueda cargarlo. Hago expresión de "no puede ser, suena a ficción".
- Maldición...
- ¡Todos atrás! - gritó Kaira.
- Jefe, ¿Ahora qué hacemos? - preguntó uno de los hombres.
- Lancen piedras ardiendo en fuego y y flechas hacia ella- dijo en tono frío.
Kaira se posicionó al frente de nosotros de un salto y girando el búmeran gigante frente a nosotras se deshizo de las flechas, sin embargo una de las rocas con fuego dió en la pierna de Lin por unos rápido instantes provocando un chillido de dolo por su parte.
Me muevo con la intención de ver la herida y los miro a todo con creciente odio:
- ¡Maldito seas hijo de perra! - chillo, fuera de mis cabales con Lin deteniéndome para no lanzarme al ataque sin defensas mientras Kaira sigue girando el arma.
Ayumi, que al parecer había corrido también hacia el bosque se agachó al lado de Lin y se encargó de cuidar su herida haciendo que yo me preocupase más por mi hermana.
Kaira seguía frente a nosotras defendiéndonos pero cuando lanzó su bumerán uno de ellos fue más rápido y le atacó. Yo usé mis garras para destruir la flecha y desbaratar el arco usando un ataque dirigido por la presión.
El colgante brilla en mi pecho y me quedo un poco sorprendida ya que se extiende hacia el agua con el que Ayumi cubre los suaves paños para desinfectar la herida en la pierna de Lin.
- ¿Me ayudarás a salvarla? - murmuro bajito.
Kaira logra recuperar el bumerán tras su regreso, sin embargo no le daba tiempo a defendernos del próximo ataque. Puedo verla chasquear la lengua pero antes de que el ataque impacte en nosotras se escucha el gruñido de Kira.
Del cielo cae Raku agachándose frente a su mascota deshaciéndose de las flechas y otros ataques con su arma hasta quedar cara a cara con los demás.
Sin dejar de abrazar a mi hermana miro hacia el frente y pude verle un tanto agitado, pero luciendo como siempre.
- Has venido hasta aquí... Raku...

ESTÁS LEYENDO
"Mi secreto"
Novela JuvenilDos épocas diferentes y una misma vida, una misma existencia. ¿Será solo un secreto? ¿O serán más de uno? Viajes en el tiempo, una venganza, un viaje destinado a ser realizado... Dos hermanas, dos amores, un imperio por conquistar, un reino por re...