Capitulo cuarenta y cuatro.

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[Tres días después de la muerte de Marco y Verónica]

Caminaba por el bosque con la cabeza baja.
Desde que llegué a la manada me am tratado con mucho respeto y me agradan los lobos de allí pero...no es lo mismo, me falta algo, más bien alguien, me hace falta Joseph.

Pero no, no lo puedo perdonar, no después de lo que hizo.

Aracelis: Katherine...no me siento bien... tengo sed...

-Lamentablemente a la única persona que me permitiré matar es a Joseph, así que tendrás que aguantar.

-¿Y si lo llegas a matar que? ¿Qué harás después? - me pregunta zafiro en su forma humanoide - Es tu mate...

-Era. Dejó de estar involucrado con algo mío el día en qué mató a las dos personas que quería mucho.

-Sabes que un mate no funciona así.

-¡Cállate! - le digo molesta.

Sorpresivamente está se queda callada.
Sigo caminando en silencio, tengo que ordenar mis ideas. Pero antes, debo visitar a mis difuntos amigos.

Seguí caminando por el bosque desolado, en está temporada ya el frío invierno se avecina, aún así, no me detengo. Caminé por al rededor una o dos horas hasta que llegó a un cementerio abandonado donde leí que enterraban a los vampiros.

El lugar parece demacrado, tenebroso, digno de una película de terror.

Hay varias tumbas, todas con una clase de reja metálica sobre las lapidas, como jaulas.
Al final del cementerio encontré las tumbas de mis amigos, se me hizo fácil diferenciarlas ya que son las únicas que no se ven tan mal como las anteriores.

Me arrodilló enfrente de estás y bajo la mirada por un momento, haciéndole honor a mi manera a los difuntos. Al levantar la mirada tuve que pestañear varias veces para no llorar, no puedo creer que mis dos amigos estén aquí.

Me levanto y me siento sobre la lápida de Verónica, que parece ser la única que no tiene una jaula ensima.

-Hola amiga...te extraño.... Perdoname Verónica, esto... Esto es mi culpa, t-tu me dijiste que no pero... Pero yo insistí...

FlashBack

-¡Vamos Veroxica! Eres la única chica de aquí que me puede ayudar, esto es lo único que nesecito para terminar mi transformación.

-Lo lamento Katherine pero, soy una convertida, mi ADN te puede hacer daño...

-Veronica, tengo la ponzoña de Joseph, parte de sangre de Marco por sorprendente que sea y soy la hija de una Vampiresa de linaje real, tu mordida solo será un activador.

-Katherine esto puede salir muy mal.

-Vamos Veroxica, prometo llevarte a ver las estrellas cuando despierte, ayudame por favor...

Fin del FlashBack

Las lágrimas bajaban por mis mejillas, sentía mi corazón latir con fuerza. Pongo una mano en mi pecho mientras intento silenciar mi llanto.

-T-Te pro-prometí ver las estrellas... Se que justo ahora las puedes ver... Prometo que las veremos juntas algún día, después de cobrar mi venganza...

-¿Venganza? - escuché decir.

Me levanté rápidamente, miré en todas las direcciones hasta que encontré el orígen de esa voz.
Dios mío...

Mateo.

-¿Cuál es la venganza que vas a cobrar Katherine? - me dice mientras se aserca a mi.

-Ho-Hola Mateo - lo saludo sonrojada.

-¿Cuál es la venganza? - me vuelve a insistir.

-Joseph... mató a mis mejores amigos... Juré vengarme... Matándolo a el.

-Yo... Yo te ayudaré - se ofrece. Lo miro sorprendida - el siempre a menospreciado a los de mi raza, pero...ahora que veo a una corazón de hielo como tú... - me sonrojó más que antes - osea, que se va de su bando así y entra a una manada...existe el cambio Katherine, y el cambio eres tú.

-Yo lo único que quiero es justicia.

-Y eso obtendremos - sonreí motivada.

Ya está decidido, mataré a Joseph y me vengaré por cada ser que hizo sufrir alguna vez.

★ ★ ★

Me encontraba caminando por las oscuras calles con Mateo.
Resulta que el es mago, uno de magia gris.

Mientras caminábamos y charlamos aprovechamos algunas ocasiones planeando como vengarme de Joseph.
Hay muchas cosas en que pensar y muy poco tiempo.

El me comentó que está noche hay una fiesta mixta en la cabaña así que podríamos ir y nadie nos notaría.
Es algo doloroso saber que están de fiesta cuando apenas hace tres días murieron dos personas.

Pero debemos aprovechar la ocasión. Me robaré algunos libros, búscate mi ropa y le quitaré algunos lentes de contacto a Joseph porque.... porque sí, también robaré algunas bolsas de sangre ya que Aracelis está sedienta.

-¿Cuando falta Mateo? Llegaremos tarde a la fiesta - le digo mientras el me quita los tatuaje que me hizo Joseph.

-Espera, esto no es fácil.

-Solo debes tapar los tatuajes, no es tanto.

-¡Qué no es fácil! - se queja.

-Bueno pues.

★ ★ ★

Ya estando en la fiesta, nadie me a notado. Los hombres lobos me tratan como si fuera de su manada y me e reunido con Mateo varias veces en el baño.

Acordamos que nos llevaríamos algunas cosas, entre ellas: armas.
Joseph es un asesino en general, osea que debería tener cualquier clase de armas, incluyendo...armas contra Vampiros.

Así que nos colamos al piso de arriba, simulando que íbamos a tener relaciones. Varios voltearon a vernos, yo me sentía aterrada.

¿Y si nos delataban?
¿Y si nos mataban por traidores?

Mientras esas preguntas carcomian mi mente, logré llegar al ático, seguida de Mateo.

En silencio nos desplazamos por todas partes, intentando encontrar las armas, pero simplemente no encontraba nada.

Seguimos buscando hasta que un ruido llamó nuestra atención. Alguien zubia las escaleras.
Yo me oculté tras una pila de cajas y Mateo se escondió adentro de un armario.

Yo tenía el corazón a mil, pero intenté calmarme para que no me escucharán. Mientras más pasos oía, más difícil era estar tranquila. Esa pregunta se acercaba a mi, poco a poco.

Hasta que por fin, llegó a estar a mi lado.
Debido a la oscuridad de la noche, no pude diferenciar su rostro.

-¡Juan! ¿Qué demonios haces aquí? Vamos a la fiesta.

-Me pareció escuchar pasos...

-Estas ebrio, seguramente los confundiste, vamos.

Y así, nos libramos.
Cuando nuevamente el ático quedó solo, fuí al armario y lo abrí para sacar a Mateo.

Este salió tosiendo.

-Allí adentro, allí están - saqué mi teléfono y con la linterna ilumine el interior del armario, si, allí había una caja que decía "armas jpx"

La saqué y la puse en el suelo, al abrir la caja me encontré con muchas clases de pistolas, rifles, dagas, cuchillas, un arco desplegable, hasta muchas cosas más.

-Listo, hay que llevarnos ésto y ya está.

En medio del caos⅓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora