El cantar del Pájaro
════ ⋆★⋆ ════Era un verano cálido en Derry, y los días parecían interminables para el Club de los Perdedores.
Stanley y Angelina habían encontrado un pequeño refugio en el bosque cercano, un lugar tranquilo y apartado donde podían escapar de las preocupaciones y disfrutar de su pasión compartida por la observación de aves.
El claro en el bosque estaba lleno de vida. Los pájaros cantaban alegremente y se movían entre los árboles, creando un paisaje perfecto para su pasatiempo. Stanley y Angelina se habían convertido en grandes amigos durante ese verano, unidos no solo por su valentía al enfrentarse a sus miedos, sino también por su amor por las aves.
Un día, mientras exploraban el bosque, Stanley vio un nido de pájaros en una de las ramas altas de un árbol. Su cara se iluminó con una mezcla de emoción y desafío.
—¡Mira eso, Angelina! —exclamó Stanley, señalando el nido—. ¡Nunca he visto uno tan alto! ¿Te atreverías a intentar verlo de cerca?
Angelina, con una sonrisa traviesa, miró el nido y luego a Stanley.
—¿Te parece que soy una aventurera? —preguntó con un guiño—. Claro que me atrevo. Vamos a verlo.
Con un poco de esfuerzo y muchas risas, Stanley y Angelina encontraron una manera de escalar el árbol con la ayuda de ramas bajas y un poco de ingenio. A medida que subían, Stanley miraba a Y/N con admiración.
—Siempre he pensado que eres increíble —dijo Stanley—. No solo por tu valentía, sino porque entiendes lo que significa compartir esta pasión por los pájaros.
Angelina se sonrojó ligeramente, mirando a Stanley con ternura.
—Y tú también. Tu entusiasmo y conocimiento siempre me han inspirado. Me alegra que podamos compartir esto juntos.
Finalmente, llegaron al nido. Stanley extendió su mano para ayudar la a acercarse y mirar dentro. Los pequeños pájaros, todavía en su nido, piaban alegremente, ajenos a los visitantes curiosos.
—Es hermoso —dijo Angelina, con la voz llena de asombro—. Gracias por mostrarme esto, Stanley.
Stanley la miró, sus ojos llenos de una sincera admiración y afecto.
—No hay nada que me gustaría más que compartir estos momentos contigo. La verdad es que… me alegra tenerte a mi lado. No solo en la observación de aves, sino en todo.
Ella lo miró con una mezcla de sorpresa y emoción. Sin pensarlo demasiado, se inclinó y, con un toque de timidez, lo besó en la mejilla. Stanley se sonrojó, pero su sonrisa no pudo ser más amplia.
—Y yo me alegro de estar aquí contigo, Stanley —respondió, tomando su mano—. No solo porque compartimos esto, sino porque cada momento contigo es especial.
Con el nido observado y el sol comenzando a ponerse, Stanley y Angelina descendieron del árbol con la promesa de regresar al bosque y continuar explorando su amor por las aves juntos.
Mientras caminaban de regreso, sus manos entrelazadas, sabían que ese verano en Derry era solo el comienzo de algo muy especial.
ESTÁS LEYENDO
One shots | Multifandom
RomansaHistorias cortas con tus personajes preferidos *Pedidos abiertos*