Hajun
Luego de recibir alrededor de un centenar de regaños de parte de todo el claustro de profesores, nos obligaron a quedarnos en el despacho de la directora, Matt y yo. Como siempre todos los conflictos comenzaban a partir de nosotros dos. Era obvio que seríamos los sospechosos número uno.
—Todo fue mi culpa —mentí.
Matt me miró incrédulo.—Ataqué primero al capitán contrario en un ataque de furia —proseguí —. Me ofendió en el descanso y no podía dejar que me faltara el respeto. Espero que me entiendan.
La directora se había quedado sin palabras. El entrenador Owen estaba de igual manera, aunque en su mirada no había reproche, más bien, era compasión.
—Hajun, es bueno que seas sincero, pero debes tener claro que esto significa sanción inmediata. No podrás asistir a la graduación ni al próximo partido. ¿Lo sabes?
Asentí.
—Fue toda mi culpa —dijo Matt tembloroso —. Solo está tratando de cubrirme. No le crean. Suspéndanme a mí.
Por supuesto, nadie le creería. Con todos los problemas entre nosotros en el pasado, ¿quién pensaría que estaba arriesgando tanto solo por defenderlo a él? Vamos, que ni yo mismo me creería.
—Por favor, no más -pidió la directora con las manos en la cabeza -. Hajun, estás suspendido de todas las actividades extraescolares. Gracias a dios que aprobaste todas las pruebas. Por lo menos de eso te libraste. Pueden irse, de una vez.
Abandonamos el lugar, salí prácticamente corriendo, hasta que escuché la voz de Matt a través del pasillo.
—¡Hajun, espera!
Me detuve y me giré.
—¿Por qué hiciste eso? No debiste mentir. La culpa fue mía.
—Lo sé, pero un equipo puede seguir adelante sin un miembro, mas no sin su capitán.
Me miró con los ojos llenos de lágrimas, levantó su mano para tocar la enorme mancha morada justo al lado de mi ojo. Con cuidado, la retiré.
—Este es mi último acto de amor. Me sacrifiqué por ti. Ahora déjame en paz. Merezco ser feliz.
Sin más, le di la espalda y comencé a caminar por los pasillos del instituto. Sería la última vez que lo haría.
Un pedazo de mi corazón se quedó en ese roce de sus manos en mi rostro. Pensaba conservarlo en mis recuerdos. Hasta nunca…Matt.
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The love you're born to find
Roman d'amourLa actitud desenfadada y liberal de Hajun solía atraer la atención de todos los que lo conocían. Matthew, quien goza de un excelente récord académico y una conducta impecable, detesta (y envidia) el desenvolvimiento del que presume el chico. Para t...