The love you're born to find

Cap 35: Mejor que nunca.

Hola a mis lectores/as bellos/as hermosos/as: aquí les subo el capítulo 35. Diré que fue por voluntad propia y no por extorsión 🤣🤣.

Sé que los dejé en el mejor momento ayer, necesitaba la opinión de alguien experto con respecto a él.

Advertencia  ⚠️:  Los involucrados en esta escena son mayores de 18 años.

Este capítulo contiene:

1 - Contenido sexual explícito entre chicos. (Si no es de su agrado puede pasarlo)

2 - Lenguaje que puede ser considerado vulgar.

Por favor, si no les gusta este tipo de contenido puede remitirse a otro lugar.

No olviden dejarme muchos comentarios sobre qué les pareció.

Sin más, los quiero. ¡¡Que lo disfruten!!🥰🥰
      
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Hajun

Una vez que mis padres abandonaron la casa, la tensión en el ambiente se podía cortar con un cuchillo.

Me quité el abrigo, quedándome solo en una camiseta, pues al subir la calefacción, ya no era necesario.

—Todavía no me explico cómo pudiste tatuarte así —me dijo en un intento de relajar el ambiente, pero su mandíbula lucía tensa y apretada.  ¿Tu familia? ¿Lo sabía? ¿Te lo permitieron?

—Claro que no. Simplemente aparecí con él. Mamá me gritó solo una vez.

—¿En serio?

—No —dije sonriendo —. Claro que no. Comenzó a gritarme desde ese día y no ha parado hasta hoy.

Reímos por un instante. Me coloqué de pie para buscar algo más para beber, y Matt se movió apartándose de forma involuntaria.

Reí para mis adentros.

—¿Qué pasa contigo, Capitán? —le dije colocando mis manos a ambos lados de su cabeza y apoyándolas en el respaldo del sofá —. ¿Estás preocupado por lo que hiciste esta tarde?

—No, solo pensé que ibas a hacer algo más.

Encargué una ceja.

—¿Quieres que haga algo más?

Él se sonrojó y se encogió de hombros.

—A mí sí me gustan los tatuajes… y mucho, pero no en mí, sino en alguien más —me dijo.

Ahora comenzó a trazar la silueta superior de mi tatuaje con los dedos.

—Tu novia no tiene, ¿o sí? —solté divertido.

—¿Siempre tienes que arruinar el momento? Quiero decir que me gustan…en ti.

Empujé la lengua contra mi mejilla y negué riendo.

—Eso no es muy hetero de tu parte, Matt. 

—No, no lo es. Cállate de una vez. —Tomó mi nuca para besarme.

Sus labios habían adquirido el sabor dulce del vino y estaban fríos por el líquido.

Por unos segundos me dediqué a deleitarme con los exquisitos movimientos de su lengua en la mía. Él sería muy virgen, pero ciertamente tenía bastante experiencia con los besos.