En una habitación mal iluminada, el aire era denso de tensión y resentimiento, como un velo invisible que envolvía cada rincón. Las antorchas colgadas en las paredes proyectaban sombras danzantes, creando una atmósfera aún más opresiva y cargada de expectativas no expresadas. El crepitar del fuego era el único sonido que rompía el tenso silencio. Lexa, con sus ojos verdes que ahora parecían pozos de oscuridad, miraba intensamente a Clarke, sin parpadear. El rostro de Lexa estaba tenso, los músculos de su mandíbula contraídos como si estuvieran conteniendo una avalancha de emociones listas para explotar. Clarke, sentada en su trono, intentaba desesperadamente mantener una fachada de determinación, pero en su interior era un torbellino de emociones contrastantes. Se sentía intimidada por la mirada penetrante de Lexa, pero al mismo tiempo no podía negar la secreta alegría de volver a verla. El corazón de Clarke latía con fuerza al pensar que Lexa había venido sola, sin guardias, solo por ella.
Clarke observaba a Lexa, deseando fervientemente que fuera ella quien rompiera el silencio que pesaba sobre la habitación como una losa de plomo. Había una barrera invisible entre ellas, una barrera hecha de ira, incomprensión y dolor. Dos mujeres, una frente a la otra, cada una perdida en sus propios pensamientos y sentimientos, incapaces de comunicarse realmente. Clarke intentaba ocultar sus emociones, cansada de las mentiras y los secretos de Lexa. Esperaba que Lexa finalmente entendiera por qué se había ido, pero lo que veía frente a ella era solo su furia.
Lexa dio un paso adelante, su cuerpo tenso como un resorte listo para saltar. Las guardias de Clarke, siempre vigilantes, se movieron rápidamente para detenerla. Lexa, con un gesto brusco, intentó apartar a las guardias, pero otra guardia, bajo la orden de Clarke, la detuvo nuevamente, sujetándola con fuerza. Clarke habló, su voz fría y cortante como una cuchilla afilada. "¿Has venido aquí por más violencia, Lexa? Porque no toleraré más sangre o mentiras. ¿Por qué estás aquí?"
Lexa abrió los ojos de par en par, la rabia hervía dentro de ella como un volcán a punto de erupcionar. Había venido solo para obtener respuestas, para entender si Clarke la había traicionado de alguna manera. Pero la actitud distante y resuelta de Clarke la hizo temblar de rabia. No podía entender por qué Clarke la estaba tratando como a una prisionera común.
Clarke, manteniendo su expresión de hierro, respondió. "Si no quieres hablar ahora, serás encerrada en una celda. Te alcanzaré más tarde para un enfrentamiento. Tendrás todo lo necesario, comida y agua, para explicarme tu venida aquí."
Lexa la miró intensamente, su mirada era una mezcla de rabia y decepción que penetraba en el corazón de Clarke. Esta última, aunque mantenía una mirada resuelta, se sentía profundamente intimidada por Lexa. Pero estaba convencida de que Lexa había venido para hablar, no para hacer la guerra. Sin embargo, por seguridad, tenía que encerrarla en una celda, ya que no estaba segura de sus verdaderas intenciones.
Las guardias escoltaron a Lexa fuera de la habitación, mientras Clarke permanecía sentada en el trono, con el corazón aún en tumulto. Los minutos se convirtieron en horas mientras reflexionaba sobre la situación. La presencia de Lexa despertaba en ella emociones que creía haber enterrado. Había intentado alejarse de ese pasado, construir un futuro diferente, pero Lexa siempre había sido una presencia ineludible en su vida.
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The Grounders (Versión en Español)
FanfictionEn una época de tumultuosos cambios en la Tierra, dos pueblos se enfrentan en una guerra sin cuartel: los fieros Grounders y el Pueblo del Cielo. En el torbellino de este conflicto interminable, destacan dos figuras destinadas a cambiar el curso de...