Clarke marchaba a lo largo de los oscuros pasillos del palacio, cada paso más pesado que el anterior, como si el aire mismo estuviera cargado con la tensión que se acumulaba sobre ella. El sonido de sus zapatos resonaba en las paredes de piedra, amplificando la inquietud que sentía crecer dentro de sí. Estaba allí para un enfrentamiento que sabía que era inevitable, un encuentro tan esperado como temido, un momento de verdad pospuesto durante demasiado tiempo. Su mente era un torbellino de emociones contrastantes: ira, dolor, traición, pero también esperanza. Esperanza de que, a pesar de todo, aún pudiera haber una manera de sanar la fractura entre ella y Lexa, la mujer que una vez había amado con todo su ser.
A su lado, caminaba Irina, su fiel guardaespaldas, con el rostro impasible y la mirada atenta. Había sido el consejo quien insistió en que Clarke fuera acompañada, temiendo que Lexa pudiera reaccionar con violencia ante la presencia de su ex aliada. Aunque Clarke había cuestionado la decisión, conociendo la naturaleza de Lexa mejor que nadie, al final aceptó. Sin embargo, el consejo había impuesto su decisión, y Clarke no podía negar que una parte de ella se sentía aliviada por la presencia tranquilizadora de Irina. Pero, al mismo tiempo, se preguntaba si la guardia no era solo otra barrera entre ella y la verdad.
Finalmente, después de lo que parecía una eternidad, Clarke llegó a la celda de Lexa. Las puertas macizas se abrieron con un chirrido, revelando el interior de la sala fría y despojada. Lexa estaba de pie, en el centro de la celda, envuelta en su aura de soberana indomable. Sus ojos verdes, generalmente tranquilos y llenos de sabiduría, ahora eran dos pozos de ira contenida. Apenas vio a Clarke, su expresión se endureció aún más, y sus ojos parecieron oscurecerse a un tono más profundo, como si su propio espíritu estuviera en medio de una tormenta interior.
Clarke se detuvo en la entrada, sintiendo el peso de la mirada de Lexa sobre ella. Sus manos comenzaron a temblar ligeramente, un reflejo involuntario de la tensión que la devoraba desde el interior. Hubo un tiempo en que esos momentos entre ellas eran sagrados, llenos de comprensión y de un amor que había superado cualquier obstáculo. Pero ahora, ese mismo amor parecía haber sido devorado por la ira y la sospecha, dejando solo fragmentos dispersos de lo que alguna vez fue.
Lexa no desvió la mirada de Clarke, su rostro una máscara de oscuridad, sus emociones escondidas tras un muro de decepción. Clarke podía percibir la distancia invisible entre ellas, una barrera que había crecido con el tiempo, alimentada por mentiras, traiciones e incomprensiones. Era una barrera hecha de silencios no dichos, de palabras que podrían haber cambiado todo pero que habían permanecido ahogadas en lo profundo de sus corazones.
"Veo que has traído contigo una guardia," dijo Lexa con una voz fría y cortante como un cuchillo, rompiendo el silencio que se había instaurado entre ellas. "¿Desde cuándo yo y tú hablamos con terceras personas presentes?" El desprecio era palpable en su tono, una cuchilla afilada lista para herir.
Clarke se puso rígida, consciente de cuánto la presencia de Irina era una ofensa para Lexa. Sin embargo, su respuesta fue firme. "No puedo hacerla salir, Lexa. El consejo me lo ha prohibido."
Un destello de ira cruzó la mirada de Lexa. "Pensaba que tú eras la líder aquí, Clarke. No necesitas una niñera para enfrentarte a mí. No estoy aquí para hacer guerra, pero si no hacemos las cosas a mi manera, esta reunión no tendrá ningún sentido. Hazla salir, o me veré obligada a hacerlo yo."
Clarke contuvo el aliento, consciente de la amenaza implícita en las palabras de Lexa. "Pensé que estabas aquí para hablar, no para matar," replicó, tratando de mantener la calma a pesar del torbellino interior.
"Si no estamos solas," replicó Lexa, "puedes olvidar que tendremos una conversación civil. Si no estás dispuesta a estar conmigo a solas, entonces no hablaremos en absoluto."
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The Grounders (Versión en Español)
FanficEn una época de tumultuosos cambios en la Tierra, dos pueblos se enfrentan en una guerra sin cuartel: los fieros Grounders y el Pueblo del Cielo. En el torbellino de este conflicto interminable, destacan dos figuras destinadas a cambiar el curso de...