The Grounders (Versión en Español)

Capítulo 42: Un Nuevo Comienzo

Las semanas siguientes vieron una serie de giros cruciales. Las tensiones continuaron en aumento, pero gracias a los esfuerzos combinados de Clarke y Lexa, algunas de las facciones más obstinadas comenzaron a ceder. La promesa de un futuro sin guerra, aunque todavía distante, comenzaba a parecer una posibilidad real. Pero el camino hacia la paz también requería que Clarke y Lexa enfrentaran sus demonios personales. En una de las noches más difíciles, Clarke se encontró de nuevo en la terraza de la Torre, perdida en sus pensamientos. Lexa la alcanzó poco después, silenciosa como siempre. Permanecieron allí, lado a lado, sin hablar durante un largo momento.

"He pensado mucho en lo que dijiste," comenzó finalmente Lexa, con voz baja. "Sobre dejar atrás el pasado."

Clarke se giró hacia ella, esperando que continuara.

"No es fácil," admitió Lexa, con la vista fija en el horizonte. "Hay tantas cicatrices, tanto dolor. Pero quizás... quizás tienes razón. Quizás es la única forma de avanzar."

Clarke asintió, sintiendo una mezcla de alivio y tristeza. "No podemos cambiar lo que ha sido, Lexa. Pero podemos elegir no dejar que nos defina."

Lexa permaneció en silencio por otro momento, luego se volvió hacia Clarke, con los ojos llenos de una determinación renovada. "Haré lo que tenga que hacer, por mi pueblo. Y por nosotras."

Clarke la miró, sintiendo una ola de emoción abrumarla. "También yo, Lexa. No sé qué nos deparará el futuro, pero estoy dispuesta a descubrirlo."

Lexa dio un paso adelante, y por un momento pareció que iba a decir algo más, algo que podría haberlo cambiado todo. Pero al final, solo tomó la mano de Clarke, estrechándola con fuerza.

"Andaremos juntas, Clarke," dijo Lexa con una voz cargada de emoción. "No como antes, sino de una nueva manera, una manera que nos permita construir algo duradero."

Clarke sintió las lágrimas punzarle los ojos, pero las contuvo, sabiendo que ese era un momento de fuerza, no de debilidad. "Sí, Lexa. Juntas."

Y así, bajo el cielo estrellado de Polis, Clarke y Lexa tomaron la decisión de enfrentar el futuro mano a mano, no como amantes, sino como aliadas, como líderes decididas a forjar un nuevo mundo de las cenizas del pasado. No sería fácil, y el camino por delante aún estaba lleno de dificultades, pero por primera vez en mucho tiempo, ambas sentían que tenían una oportunidad. Y esa oportunidad, por frágil que fuera, era todo lo que necesitaban para comenzar de nuevo.

La oscuridad de la noche parecía menos opresiva, y mientras el primer rayo de luz del alba comenzaba a iluminar el horizonte, Clarke y Lexa supieron que habían encontrado un nuevo camino, un camino que recorrerían juntas, aunque su pasado siempre las acompañaría.