En un día gris y lluvioso, Clarke se encontraba frente a la torre, su mirada fija en la imponente estructura que alguna vez representó el corazón palpitante de su existencia con Lexa. El aire estaba cargado de humedad, y las nubes bajas parecían colgar como un presagio sobre su cabeza. Era un día cualquiera, pero para Clarke, era un día crucial, marcado por una urgencia interior que ya no podía ignorar. Había regresado a la torre con una única intención: descubrir la verdad, aunque sabía que el costo de esa verdad podría ser devastador. Había escuchado los rumores, los murmullos y los chismes que circulaban sobre los cambios en Lexa, y no podía seguir viviendo en la incertidumbre. Cada relato que le había llegado hablaba de una Lexa transformada, distante e inalcanzable, que parecía haber abandonado no solo su humanidad, sino también el vínculo que habían compartido.
La entrada de la torre permanecía inalterada, pero para Clarke, ahora parecía más una barrera simbólica que física. El interior estaba envuelto en una penumbra opresiva, la luz filtrada por los antiguos cristales que reflejaban el peso de los recuerdos y las emociones no escuchadas. Con una respiración profunda y el corazón en tumulto, Clarke se acercó al gran salón, donde su presencia parecía perturbar el aire inmóvil. La luz tenue que penetraba por las altas ventanas destacaba sus sombras, acentuando la determinación y el dolor que llevaba consigo.
Cuando Lexa hizo su entrada, su figura imponente y orgullosa se recortaba contra el fondo oscuro de la sala. Sus ojos, que solían ser penetrantes y cálidos, estaban ahora fríos y distantes, como si la sombra del pasado hubiera cubierto cada trazo de humanidad. Clarke se sintió golpeada por la distancia emocional que percibía, un abismo que parecía separarla de esa mujer que alguna vez fue su todo.
"Lexa," empezó Clarke, tratando de mantener la voz firme a pesar del temblor de la angustia que le envolvía la garganta, "Necesito conocer la verdad," dijo ella con un tono de determinación que parecía esforzarse por contener un océano de emociones.
Lexa, que hasta ese momento había mantenido una expresión impasible, levantó una ceja, su mirada inquisitiva escrutaba a Clarke como si intentara entender las profundidades de su tormento. "¿De qué verdad hablas?"
Clarke respiró profundamente, tratando de mantener la calma mientras una tormenta de sentimientos rugía dentro de ella. "He oído rumores y no puedo ignorarlos más," continuó, su tono volviéndose cada vez más tenso. "Sé que, después de haber creído que estaba muerta, te has refugiado en otras mujeres, buscando consuelo y compañía en brazos diferentes. Te has vuelto distante e inaccesible con todos, inmersa en un comportamiento que parece solo alimentar tu desapego."
Las palabras de Clarke eran como fragmentos de vidrio afilados, infligiendo dolor pero revelando una verdad que había desgarrado su corazón. "Sé que no estamos juntas y que solo tenemos una relación de líderes, pero quisiera sinceridad de ti, al menos una vez," continuó, su voz temblando mientras las lágrimas amenazaban con brotar. "Porque, desde que he vuelto, tienes una actitud que no entiendo. Estás cerca y a veces más distante de lo habitual, y creo que esto tiene que ver con muchas cosas que sucedieron cuando yo no estaba aquí. Pero si queremos avanzar con esta alianza, también quiero tener una relación sincera entre nosotros."
Lexa la miró en silencio, sus ojos oscuros brillando con una tristeza profunda, reflejando un pasado que Clarke no podía comprender completamente. Después de un largo momento de vacilación, finalmente habló. "Para mí no hay problema decirte la verdad, pero no será fácil para ti como para mí afrontarla."
Clarke miró a Lexa con una determinación inflexible. "Quiero saberla de todos modos."
Lexa se levantó lentamente, como si el peso de sus palabras inminentes la estuviera aplastando.
Las palabras de Clarke estaban llenas de un dolor palpable, una mezcla de miedo y determinación que buscaba obtener respuestas que temía recibir. Lexa permaneció en silencio por un momento que pareció interminable, su rostro indefinible. Luego, con una indiferencia que escondía un sufrimiento profundo, habló, como si el peso de sus palabras inminentes la estuviera aplastando. "Cuando te fuiste de la torre, tuve que enfrentar la soledad y el dolor de tu ausencia," comenzó, su voz temblando ligeramente. "Y en mi desesperación, busqué refugio en otras mujeres, en un intento de llenar un vacío que parecía infinito. No eran ellas las que me daban consuelo, sino solo un pálido reflejo de lo que había perdido."
Los ojos de Lexa se fijaron en Clarke, penetrantes y llenos de una vulnerabilidad inesperada. "Cada vez que intentaba acercarme a alguien, sentía tu fantasma entre sus brazos. Cada sonrisa, cada toque, cada palabra de afecto parecía solo recordarme cuánto estabas lejos, cuánto te extrañaba."
Clarke, conmovida por la revelación, sintió que su corazón se rompía aún más. "He intentado sobrevivir."
"Pero tú... tú has regresado," concluyó Lexa, su mirada llena de una tristeza profunda. "Y ahora, verte aquí, me obliga a enfrentar todo lo que he intentado enterrar. No puedo volver atrás y cambiar el pasado, pero quiero que sepas cuánto me has herido y cuánto te he buscado."
"Clarke, tú estabas muerta," dijo Lexa, su tono frío y decidido. "Tuve que seguir adelante. La soledad y el dolor me llevaron a buscar consuelo donde pudiera encontrarlo. No era una cuestión de amor sino de necesidad. Era pura supervivencia. Y cuando regresaste, ya no era la persona que solías conocer."
Clarke se sintió como si las palabras de Lexa hubieran perforado su alma, dejándola expuesta y vulnerable. "¿Y todos los rumores sobre ti," continuó, su voz temblando pero cargada de una determinación desesperada, "sobre tu cambio, sobre cómo has abandonado tus valores y te has vuelto fría y distante, concentrada solo en el poder y el control, son ciertos? ¿Es cierto que has sacrificado tu humanidad para mantener el poder?"
Lexa, manteniendo una expresión impasible, levantó la mirada. "Mi prioridad siempre ha sido mi gente," respondió con una dureza que, aunque pretendía ser segura, escondía una traza de sufrimiento. "Si he tenido que sacrificar partes de mí misma para mantener el orden y el poder, entonces ese ha sido el precio a pagar. No tenía elección. Necesitaba sobrevivir y liderar, y si eso significaba alejarme de quien era, entonces ese fue el costo inevitable."
Clarke sintió el peso de esa revelación aplastarla. Cada palabra de Lexa era como una piedra añadida a un muro que separaba irremediablemente sus mundos. "¿Y ahora que me dices esto," preguntó, el tono de su voz una mezcla de desilusión y desesperación, "¿cómo puedo seguir creyendo que podemos construir algo juntas? ¿Cómo podemos superar todo esto cuando nuestro pasado ha sido destruido tan completamente?"
Lexa bajó la mirada, pero su rostro permaneció impasible. "No puedo cambiar el pasado, Clarke," dijo, con un tono que mezclaba resignación y frialdad. "He intentado enfrentar mi dolor y mi soledad de la manera que me parecía más correcta. Si nuestro vínculo ha sido roto, entonces es el resultado de las decisiones que hemos tomado. La verdad es que, incluso sabiendo que estabas viva, no podía perdonarte por la ausencia que dejaste y por el dolor que sufrí. Ya no me importaba más, porque se había convertido en un dolor insoportable."
Clarke dio un paso atrás, sintiendo el vacío y el frío envolverla como una segunda piel. Clarke se volvió y salió de la sala. Cada paso que daba parecía un intento de alejarse del dolor y la decepción infligidos, mientras la verdad revelada permanecía un vacío inconmensurable en su corazón.
Lexa permaneció sola, inmersa en un silencio que reflejaba su oscuridad interior. Las palabras de Clarke resonaban en su mente, y por primera vez, Lexa sintió el peso de sus elecciones con una claridad inquietante. Había intentado ocultar su dolor y soledad con relaciones superficiales y acciones impulsivas, pero ahora se veía obligada a enfrentarse a la realidad de su transformación y al punto de ruptura definitivo con Clarke.
El vínculo que alguna vez compartieron estaba roto, y mientras las dos mujeres se alejaban nuevamente, cada una con sus propias cicatrices y un camino por recorrer, el futuro parecía más frío y distante de lo que jamás habían imaginado. Clarke y Lexa eran ahora dos almas separadas, cada una con su propio dolor que enfrentar y un camino arduo por delante, en un mundo que parecía más oscuro e indiferente de lo que jamás habían pensado.
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The Grounders (Versión en Español)
FanfictionEn una época de tumultuosos cambios en la Tierra, dos pueblos se enfrentan en una guerra sin cuartel: los fieros Grounders y el Pueblo del Cielo. En el torbellino de este conflicto interminable, destacan dos figuras destinadas a cambiar el curso de...