Señor y Señora Maldonado💍 Quackity x TU +18 🔥|2/2 ¿Cuánto Vale Tu Amor?

Capitulo 12| La mudanza.

Señor y Señora Maldonado.

La mudanza había comenzado, Alex había contratado personas que se dedicarán a eso, pero jamás imaginé que contrataría a todo el servicio de mudanza, mi consultorio no era grande, ni tampoco tenía tantos muebles, creo que se le había pasado la mano con el tema.

—Jamás había visto tantos hombres musculosos dentro de una habitación.—susurró asombrado Cristy—creo que me gusta—sonrió.

—Cristy—reí.—vamos, no quiero que a mi becaria se le salgan los ojos por ver a tantos hombres—una risa salió de ambas y continuamos nuestro camino a mi coche.

—¿El nuevo consultorio es espacioso?—preguntó adentrándose al carro.

—¿Más que el consultorio?—asintió—No, pero podremos acomodar todo, de hecho—recordé—tenemos de sobra un gran espacio enfrente, ahí será la recepción, ahí estarás tú, incluso tendrás una pequeña sala con sillones—sonreí.

—¿Pueden ser sillones lilas o rojos?—preguntó.

—Lilas con flores moradas y una pared blanca de fondo—pensé en voz alta.

—¡Sí!—Gritó de emoción—Hay que decirle a su esposo que sus flores favoritas a partir de hoy son las moradas, no le digamos que son para que combinen con el área.—Cristy había provocado una risa en mi, aveces sentía que no era mi trabajadora, si no una amiga, pero en estas ocasiones sentía que era mi hermanita.

Detuve el coche en una parada, una sentimiento de vacío tocó mi pecho, había tenido tiempo para todo menos para algo importante.

—Cristy, un favor.

—Dígame.

—Toma mi agenda y recuerdame llamar a mi madre, hace un tiempo no la veo, con todo lo que está pasando ahora me es imposible verla.

—Anotado jefa.

Cristy tomó mi agenda y rápidamente anotó lo que le había indicado.

Después de la boda Alex y yo nos fuimos de luna de miel, nos llevó tres meses de puro viaje, al regresar vi a mi madre un par de veces y regresé a mi nueva vida de casada, haciendo cuentas hacia un mes que no la veía.

—Que enorme—susurró con sorpresa la becaria—¿Su esposo es dueño de todo esto?—preguntó viendo por la ventana la gran empresa.

—Los dos lo somos.—respondí estacionado mi vehículo.

—Madre de dios, si no los conociera diría que se dedican a lavado de dinero.

—Pero...—solté una fuerte risa—No digas eso en voz alta o los demás creerán que es verdad.

Bajamos del vehículo y tomamos el ascensor, le enseñé a Cristy que botón debía apretar para llegar a nuestro nuevo lugar de trabajo. En cuanto subimos caminamos por el gran pasillo, admiró la sala principal y sugirió cambiar los sillones tristes de color gris por unos azules con almohadas color mostazas.

—¿Algo más que quieras cambiar?—pregunté llegando con cassie.

—Ese color gris de las paredes también, le hace falta cambio y unos cuadros con plantas y plantas, no de plástico, plantas de verdad.—sugirió con alegría.

—Sólo espero y no llegues a conocer los demás pisos o querrás cambiar todo—rei—Buenos días Cassie, te presento a Cristy, mi secretaría y futura auxiliar psicológica.

—Buenos dias—saludó.

—Hola Cassie—saludó de manera animada.

—Te encargo su gafete, ¿Sí?