Señor y Señora Maldonado.
Un nuevo día en mi vida cotidiana.
Desperté no por voluntad propia, si no por culpa de la ruidosa alarma de mi vecino de enfrente, ¿porque tiene que despertar todos los días a las 6 am?
—Maldición.
Sin hacer más coraje levante mi cuerpo de mi cómoda y calientita cama, tomé una bata y la coloque sin amarrar, esta mañana hacia algo de frío, no era insoportable, al contrario, era agradable, me coloqué mis pantuflas y salí de mi habitación, eche una mirada rápida a la puerta del vecino de enfrente y nada, apuesto a que apagó la alarma y se volvió a dormir.
Sin decir nada bajé y arrastrando mis pies, bajé a la cocina, prendí la cafetera y tomé dos tazas, solté una pequeña sonrisa al ver que la de el es una taza verde de sherk y la mía de fiona convertida en princesa.
—Rivers...—dije con cariño al recordar que este había sido un regalo de ella.
Serví aquel líquido caliente en ambas tazas y las dejé arriba de la isla de la cocina, miré la hora en aquel reloj de la cocina, 6:15, sip, en efecto se durmió.
Tenía que llegar a mi trabajo a las 8, entonces estaba a tiempo, me sentía a tiempo, así que sin dudar tomé una sarten y la coloque en el fuego, hoy me haría un gran desayuno.
Señoras y señores, el desayuno de hoy sería pan francés con algo dulce.
Tomé los ingredientes necesarios y empecé con la tarea de batir el huevo para remojar el pan en él para luego dejarlo en la sarten caliente y así fue, me asegure de que estuviera bien cocinado por ambos lados y una vez listos los dejaba un plato.
Podría ponerles azúcar y canela pero hoy no quería eso, hoy quería cajeta, estaba decidida de que así sería.
Sólo había un pequeño problema, por no decir gran problema, pues esta se encontraba en la alacena, hasta ahí estábamos bien, excepto por que la cajeta estaba hasta lo más alto de esta y yo, yo soy una enana.
Sople un mechón de mi cabello que caía por mi rostro y con las manos en mi cintura miré que me podía ayudar a subir hasta ahí.
—Bingo.—susurré en cuanto vi aquello que me ayudaría.
Soy una mujer independiente que disfruta de hacer todo por sí sola, así que de manera valiente tomé una silla del comedor y la coloque frente a la alacena, me subí y estiré mis brazos, no, seguía sin alcanzarla, así que pensando que era una buena idea me estiré a un más dejando mis dedos de los pies en puntitas.
—Te tengo—dije victoriosa.
Pero me falló este plan.
La silla en la que estaba se tambaleó, el bote de cajeta cayó al suelo y en busca de no caerme llevé mis manos a la madera de la alacena.
—¡Hey!—Gritó fuerte y ronco aquella voz.
Desde las escaleras hasta la cocina corrió rápidamente y tomó mis caderas y sin problema alguno me envolvió con sus brazos y me cargó para luego bajarme y así poder tocar el suelo con mis pies.
—Gracias.—susurré con mis manos en sus hombros, sus manos todavía se encontraban en mis caderas.
—¿Estás bien?—preguntó mirando mis ojos. Yo asentí con mi cabeza.—¿Qué estabas haciendo ahí?—preguntó ahora con el ceño fruncido, bien, son las 7 am y ya parece estar enojado.
—Sólo quería la cajeta, estaba hasta allá arriba y...—
—¿No mediste las consecuencias?—preguntó soltandome.—Te pudiste haber caído y peor aún, te pudiste golpear la cabeza contra la isla.—la miró.—¿hiciste café?—asentí—¿el de sherk es mío?
—Regalo de Rivers.
—Esa enana...—soltó una risa.—esta bien—suspiró relajado.—¿Mínimo alcanzaste a tomar la cajeta?
—Sí pero se cayó.—contesté llevando mis manos a la cadera, haciendo que mi bata se abriera del frente.
Sus ojos bajaron de mis ojos a...
—Te haré unas para que lleves.—respondí rápidamente al mismo tiempo que me volvía a tapar con mi bata.
Pasé por su lado y recogí la cajeta, que por suerte no se había roto.
Tomé unas tostadas y les serví un poco de aquel dulce manjar, para luego meterlos dentro de un topper y dejarlo frente a el.
—¿Sería mucho pedir si me sirves el café en un termo?—preguntó apenado.—me he dormido y no creo tener tiempo de tomarlo...
—Bien, pero me regresas los trates, luego tengo que andar buscándolos en la empresa y que flojera andar recorriendo las tres cocinas.
Alex soltó una pequeña risa y asintió, serví el café en su termo azul y dejé su desayuno en la cocina, todo esto frente a sus ojos, todo indica que hoy era un buen día después de todo.
—¿irás conmigo a la cena?—preguntó apoyando sus cosas en la meseta para luego colocar su rostro arriba de sus manos.
—¿Puedo decir que no?—pregunté comiendo un poco de mi pan, delicioso.
Alex se lo pensó unos segundos, pero los dos sabíamos la respuesta.
—No creo.—Respondió.
—Sabía la respuesta.—contesté cruzando mi pie, pásalandolo frente al otro.—está bien.
—Paso por ti a las 7.
—No creo.—respondí, sus ojos me miraron confundidos.
—¿Qué?
—Mejor te veo allá, tengo que atender a un paciente a esa hora, te prometo que en cuanto termine iré contigo.
—Sabes de lo que pienso sobre que manejes de noche.
—Sólo fue una vez.—respondí cansada.
Esa noche había salido con Rivers, se me habían pasado un poco las copas y en mi intento de manejar durante la noche no vi un carro que venía frente a mi, gracias al cielo logré manobrear el volante y salir ilesa, pero estaba en asustada que llamé a Alex tan rápido como pude.
—Aparte tenia apenas un mes de haber aprendido a manejar.
—Mejor mando un uber por ti.
—Mejor manda un asistente, uno de esos nuevos, no quiero tomar un uber.—hice un pequeño puchero.
—_______ brook—regañó tomando una posé de autoridad.
—Entonces no voy.—crece más brazos en mi pecho.
Alex me miró por unos segundos y repitió la misma acción de hace unos momentos, sus ojos volvieron a bajar hasta mi pecho.
—Tu ganas.—Respondió rendido.—te veo allá, pero por favor, maneja con cuidado.
Una sonrisa victoriosa salió de mi rostro, si pudiera diera de brincos y correría a darle mis besos en su rostro, pero mejor contuve aquellas ganas y comí nuevamente de mi pan.
—Por favor, ponte algo lindo, cenaremos con socios e inversionistas.
—Algo corto, pegado y escotado, lo tengo.—dije divertida.
—______ brook—volvió a regañar, haciendo que soltara una risa.—me vas a volver loco.
—Así estabas ya.
—¡Más loco!—Gritó con una sonrisa.—ten un buen día, debo arreglarme, gracias por el desayuno, nos vemos en la noche.
—Hasta en la noche.—me despedí moviendo mi mano.
El ya estaba loco cuando lo conocí.
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Señor y Señora Maldonado💍 Quackity x TU +18 🔥|2/2 ¿Cuánto Vale Tu Amor?
Fiksi PenggemarContinuación de ¿Cuánto vale tu amor?💰 [DISPONIBLE EN MI PERFIL] ¿Qué hay exactamente detrás de un "Los declaro marido y mujer"? _______ brook no lo sabe exactamente, pues su vida de casada es muy distinta a los demás matrimonios, más sin embargo c...