Capítulo 47|Presentimientos.

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Señor y Señora Mandonado.

Pov: _________

Los primeros dos meses habían llegado y con ellos la nueva cocina también, todo gracias a Josue, por fin teníamos hermosas alacenas en tonos gris, que por cierto, déjenme presumir, quedaban espectacular con los muebles de la sala.

—Me encanta.—dije satisfecha al mirar los últimos toques de la cocina.

—Me hiciste cambiar de lugar tantas veces las alacenas, ya era hora de que te encantara.—Respondió Josue a mi lado ya un poco cansado.

—Todo es por una buena causa—sonreí—recuerda que a tus sobrinos les encantará comer aquí.

—Lo que a mi me encanta más es este nuevo comedor.—Agregó Samuel con una sonrisa.—Vidrio con asientos azules como tu sala.

—Y un camino gris sobre ella—agregué orgullosa—¿En cuanto tiempo estará la habitación de los niños?—le pregunté a Josue.

—Dame unos días, sólo es cuestión de poner sus closets, me lo has puesto difícil—rió al mismo tiempo que cruzaba sus brazos por debajo de su pecho—me costó conseguir la madera que querías y todavía convertirla en blanco.

—Difícil, más no imposible.—reí.—me gusta la casa, definitivamente hemos echo un buen trabajo.

—¿Hemos?—preguntó Samuel—pero si tú sólo te la has pasado sentada y dando órdenes.

—¿Y?, el doctor dijo que nada de esfuerzo—señalé.—Y yo sola no podría hacer todo esto.

—Tú ganas—dijo Samuel—tienes toda la razón.

—_______—me llamó Josue—¿Te molesta si hablo en privado con mi hermano?

—Para nada, así aprovecho a comer algo, los chicharos y Ela ya deben tener hambre.

—Ela, Ela no ha dejado de morder mis pies.—Dijo Samuel.

—Eres su tío, le agradas.—levanté mis hombros.

—Sí bueno, mejor ven conmigo afuera Samu, antes de que Ela regrese y siga peleando con tus zapatos.

Los chicos salieron de la casa, dejándome así sola junto con Ela, a quien le dejé su comida en su traste, ella gustosa y tranquilamente comía sin pena alguna.

La realidad era que no sentía hambre, durante varios dios he estado invadida por un extraño sentimiento, el cual viene acompañado de una punzada en mi pecho, ¿preocupante? Sí, bastante, pero luego de un chequeo rápido de Samuel habíamos llegado a una sola conclusión; eran nervios.

Podría ser, pero la realidad es que no tenía ningún tipo de nervios, estaba tranquila, demasiado a decir verdad, preocupaciones no tenía, estaba segura de que todo saldría bien con mis pequeños.

Así que yo sólo había llegado a una conclusión; esto era un presentimiento y de los muy malos.

No dejaría que eso me creará malas ideas en mi cabeza ni falsos escenarios, estaba decidida a disfrutar de mi embarazo, de mis bebés, mi gata y de Alex, con quien todo estaba marchando de maravilla, por fin habíamos logrado estar en armonía.

Los chicos regresaron, pero en su rostro había una pizca de preocupación.

—¿Todo bien?—pregunté observándolos.

—¿Puedes quedarte sola hasta que regrese Alex?—preguntó Samuel.

—Sí—asentí—no es la primera vez que lo espero.

Señor y Señora Maldonado💍 Quackity x TU +18 🔥|2/2 ¿Cuánto Vale Tu Amor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora