En el hospital, Hyunwoo recibía los cuidados necesarios tras el accidente. Aunque estaba adolorido, mantenía una actitud tranquila, esperando que el tiempo pasara para poder salir de ahí. Mientras tanto, en su casa, su madre intentaba calmar a Jihoon, quien estaba visiblemente preocupado y ansioso por ver a su hermano mayor.
—Quiero ir a ver a Hyunwoo, mamá —repetía Jihoon insistentemente, con lágrimas en los ojos.
Su madre, a pesar de compartir la misma preocupación, lo abrazó con suavidad y le dijo:
—Sé que estás preocupado, Jihoon, pero tu hermano necesita descansar. Prometo que lo visitaremos tan pronto como sea posible.
En el hospital, dos amigos cercanos de Hyunwoo, Seungmin y Jisoo, habían llegado al enterarse del accidente. Estaban junto a él, tratando de animarlo. Seungmin, con su habitual humor, le daba pequeños golpes en el brazo.
—Vaya manera de buscar atención, Hyunwoo. ¿No podías simplemente mandarnos un mensaje si querías que te visitáramos? —dijo Seungmin con una sonrisa, intentando sacar una risa de su amigo.
Hyunwoo sonrió levemente, a pesar del dolor.
—No era necesario un accidente para verlos... pero supongo que me sale más caro este tipo de visitas.
Jisoo, sacudiendo la cabeza, también sonrió.
—No te preocupes, saldrás de esta como siempre. Eres más duro de lo que pareces, Hyunwoo.
A pesar del ambiente ligero que intentaban crear, ambos amigos estaban profundamente preocupados. Sabían que Hyunwoo estaba haciendo lo posible por mantenerse fuerte, pero el accidente los había sacudido a todos.
Más tarde, la madre de Hyunwoo llegó al hospital con Jihoon. Apenas entraron en la habitación, Jihoon corrió hacia la camilla, abrazando a su hermano con fuerza.
—¡Hyunwoo! —exclamó Jihoon, aferrándose a él con lágrimas en los ojos.
Hyunwoo, sorprendido por la intensidad del abrazo, sonrió y le acarició la cabeza.
—Hey, Jihoon... Estoy bien, no te preocupes —dijo, aunque su voz revelaba un leve temblor, conmovido por la preocupación de su hermano menor.
La madre de Hyunwoo se acercó, mirándolo con ojos llenos de alivio.
—Gracias a Dios ya estás mejor... —murmuró, luchando contra las lágrimas mientras le daba un beso en la frente.
Hyunwoo asintió, tratando de mantener la calma para no preocupar más a su familia.
—No te preocupes, mamá. Saldré de esta pronto.
Pero por dentro, Hyunwoo sentía el peso de la situación, sabiendo que tendría que recuperarse no solo físicamente, sino también emocionalmente.
Después de varios días en el hospital, finalmente dieron de alta a Hyunwoo. Aunque aún sentía algunas molestias, estaba ansioso por retomar su vida normal. La rutina diaria le ayudaba a distraerse de los pensamientos que lo habían atormentado desde el accidente y el incidente con Minho.
Unos días después, Hyunwoo regresó a su trabajo en la comisaría. Apenas llegó, sus compañeros lo recibieron con bromas y saludos cálidos, felices de verlo de vuelta.
—¡Míralo, el héroe que sobrevive a todo! —bromeó uno de sus compañeros, dándole una palmada en la espalda.
Hyunwoo sonrió, agradecido por el apoyo, aunque con un poco de incomodidad al recordar lo que había pasado. No obstante, estaba decidido a enfocarse en su trabajo.
Poco después, el jefe de la unidad llamó a un grupo de oficiales, entre los que estaba Hyunwoo, para una misión urgente. Se trataba de una operación para desmantelar una red de tráfico de drogas que operaba en la ciudad. Habían recibido información sobre una casa donde los delincuentes se escondían, y la misión consistía en entrar, arrestar a los responsables y asegurar las evidencias.
—Escuchen todos —dijo el jefe mientras revisaba un mapa de la zona—, esta operación es de alta prioridad. Tenemos información de que hay varias personas armadas en la casa, así que no subestimen el riesgo. Quiero que entren rápido y actúen con precisión. Cualquier error podría costarnos caro.
Hyunwoo asintió junto a los demás, mentalizándose para lo que estaba por venir. Aunque su cuerpo aún no estaba al 100%, su determinación era inquebrantable.
Uno de sus compañeros, Park, le lanzó una mirada preocupada.
—¿Estás seguro de que puedes manejar esto, Hyunwoo? No tienes que demostrar nada a nadie, ya sabes.
—Estoy bien, Park. De verdad. —Hyunwoo forzó una sonrisa, aunque por dentro sentía la presión de demostrar que estaba listo para cualquier desafío.
El equipo se preparó rápidamente, asegurándose de tener todo el equipo necesario. Cada miembro de la unidad sabía exactamente lo que tenía que hacer, y la coordinación era clave.
Cuando llegaron a la casa objetivo, el ambiente se tensó. La operación se estaba desarrollando en una zona peligrosa, y todos los oficiales eran conscientes de que un movimiento en falso podría poner en riesgo la misión y sus vidas.
—Recuerden, en cuanto entremos, controlamos la situación. Cualquier sospechoso que se resista será neutralizado. —El jefe de la unidad dio las últimas instrucciones antes de dar la señal para avanzar.
Hyunwoo sintió cómo la adrenalina corría por su cuerpo mientras se posicionaba junto a la entrada. Con una rápida mirada a sus compañeros, confirmó que todos estaban listos.
—¡Vamos! —ordenó el jefe, y el equipo irrumpió en la casa.
El sonido de la puerta al romperse, seguido por gritos y órdenes, llenó el aire. Hyunwoo entró con su arma en alto, escaneando la habitación en busca de cualquier amenaza. El caos estalló casi de inmediato cuando algunos de los sospechosos intentaron escapar, mientras que otros optaron por enfrentarse a los oficiales.
Hyunwoo se movió con precisión, asegurándose de que todos los sospechosos estuvieran bajo control. La operación fue rápida y eficiente, tal como estaba planeado. A pesar de la tensión, Hyunwoo mantuvo la calma, recordando su entrenamiento y sus responsabilidades.
Finalmente, la situación se estabilizó, y todos los sospechosos fueron arrestados. Mientras los oficiales revisaban la casa para asegurarse de que no quedara nadie más, Hyunwoo se permitió un respiro. Había pasado la primera prueba desde su regreso, y aunque su cuerpo aún estaba en proceso de recuperación, sabía que había hecho lo correcto al volver al trabajo.
Cuando terminaron, el jefe se acercó a Hyunwoo y le dio una palmada en el hombro.
—Buen trabajo, Hyunwoo. Es bueno tenerte de vuelta.
Hyunwoo asintió, sintiéndose reconfortado por el reconocimiento.
—Gracias, jefe. Es bueno estar de vuelta.
Mientras Hyunwoo se dirigía hacia el vehículo policial, notó algo a lo lejos. Entre la multitud de gente que se dispersaba tras la operación, vio a Minho de pie junto a un coche, fumando con una actitud relajada. A pesar de la distancia, Hyunwoo pudo reconocerlo.
La visión de Minho hizo que un sentimiento de incomodidad y resentimiento se mezclara en su pecho. Se detuvo un momento, sus ojos se encontraron con los de Minho, que parecía sorprendido de verlo allí. La tensión entre ellos era palpable.
Hyunwoo se giró rápidamente y se dirigió hacia el vehículo policial, intentando dejar atrás esos sentimientos conflictivos. No quería que nada interfiriera en su trabajo, pero la presencia de Minho lo había perturbado más de lo que estaba dispuesto a admitir.
Subió al coche de policía, sintiendo que el peso de los últimos eventos le presionaba el pecho. A pesar de todo, estaba decidido a concentrarse en lo que realmente importaba: hacer su trabajo y seguir adelante con su vida.
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entre sombras y deseos
RomanceDescripción: Tras cumplir una condena de cinco años en prisión, Jung Minho es liberado bajo estricta supervisión. El sistema judicial no confía en su rehabilitación, por lo que asignan a Lee Hyunwoo, un joven y brillante policía de 22 años, para vig...