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El ambiente en el bar cambió abruptamente cuando el sonido de una apuñalada resonó por el lugar. Minho, que había estado a punto de decir algo a Hyunwoo, se desplomó de repente, su cuerpo cayendo al suelo con un movimiento incontrolado. El cuchillo se había hundido en su costado, y la sangre comenzaba a manchar el suelo.

Dongsuk, con una expresión de satisfacción cruel, observaba la escena mientras Minho caía. Su sonrisa se ensanchó al ver el sufrimiento en el rostro de Hyunwoo. Sin embargo, antes de que Dongsuk pudiera hacer algo más, la puerta se abrió de golpe y los oficiales de policía entraron, armados y listos para intervenir.

—¡Todos al suelo! —ordenó uno de los policías mientras aseguraban el área.

Minho, aún consciente pero debilitado, levantó la mano con dificultad. Con una expresión de dolor y desesperación, agarró las mejillas de Hyunwoo, su mirada fija en la de él. La sangre seguía fluyendo de la herida, pero Minho, con el último vestigio de su fuerza, le dio un débil beso a Hyunwoo.

—Te amo... —murmuró Minho, su voz apenas audible.

En un movimiento rápido pero torpe, Minho colocó su abrigo alrededor de Hyunwoo, tratando de cubrirlo y protegerlo de las miradas indiscretas. El abrigo, grande y cálido, era una última muestra de su amor y preocupación.

Minho se desmayó en el regazo de Hyunwoo, su cuerpo relajándose mientras el dolor lo vencía. Hyunwoo, en estado de shock, intentó reanimarlo con desesperación. Sus manos temblorosas acariciaban el rostro de Minho, tratando de despertarlo, pero el sonido de su propio grito de dolor llenó la habitación cuando se dio cuenta de la gravedad de la situación.

—¡No, Minho, no te vayas! —lloró Hyunwoo, sus lágrimas cayendo sobre el rostro de Minho.

Los policías, viendo la situación, se acercaron a Hyunwoo para ofrecer ayuda. Aunque intentaban mantener la calma y brindar asistencia, la angustia de Hyunwoo era palpable.

—¡Ayúdenlo, por favor! —suplicó Hyunwoo, su voz quebrada por el llanto.

Mientras tanto, una camilla entró en la habitación, moviéndose con cuidado entre los cuerpos y el caos. Los paramédicos, con movimientos profesionales y rápidos, comenzaron a trasladar a Minho a la camilla, preparándolo para la evacuación de emergencia.

—Voy a estar contigo, Minho —dijo Hyunwoo, mientras intentaba mantenerse a la altura de la camilla. Aunque su mente estaba llena de miedo y desesperación, intentaba mantenerse firme.

A medida que la camilla se alejaba, Hyunwoo se quedó allí, atrapado en la desesperación. Su corazón estaba destrozado, y no podía separarse de Minho, incluso cuando los policías trataban de calmarlo y ofrecerle apoyo.

Finalmente, con la camilla ya en movimiento y los paramédicos ocupados en su trabajo, Hyunwoo se dejó caer al suelo, su cuerpo agotado y su corazón roto. Las lágrimas seguían fluyendo sin cesar mientras miraba a Minho alejarse en la camilla, esperando desesperadamente que su amado sobreviviera a la terrible herida que había recibido.

Los compañeros de Hyunwoo, aún con el corazón agitado por los eventos recientes, ayudaron a Hyunwoo a levantarse y lo escoltaron fuera del bar. Minho había sido llevado de inmediato al hospital, y la situación en el bar estaba bajo control. Sin embargo, la preocupación por Hyunwoo era palpable en cada uno de los oficiales.

Hyunwoo apenas podía caminar, su cuerpo temblando mientras el abrigo de Minho lo cubría completamente. Sentía el peso de la ropa de Minho como un último vestigio de protección, pero la realidad de lo sucedido lo aplastaba por dentro.

—Vamos, te llevaremos a la comisaría —dijo uno de los oficiales, colocando una mano reconfortante en su hombro mientras lo ayudaba a entrar en la patrulla.

entre sombras y deseos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora