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Minho estaba ocupado en la sala, trabajando unos ejercicios ayudando a Hyunwoo.

Hyunwoo, con su curiosidad habitual, decidía explorar más el apartamento de su novio.

Mientras Minho se concentraba en las tareas de este, Hyunwoo se desplazó hacia un mueble lateral donde había una carpeta que parecía fuera de lugar. La curiosidad pudo más y, sin pensarlo demasiado, la abrió para ver qué contenía.

Para su sorpresa, la carpeta estaba llena de documentos que revelaban el historial policial de Minho. A medida que hojeaba las páginas, Hyunwoo descubrió que no se trataba de un historial brillante como el que él había imaginado inicialmente. En cambio, los documentos detallaban las ocasiones en que Minho había sido arrestado y encarcelado.

Hyunwoo leía con creciente asombro y confusión. Cada informe parecía narrar incidentes y arrestos que, a primera vista, parecían contradictorios con la imagen de Minho que conocía. Los cargos eran variados, desde delitos menores hasta cuestiones más graves. La revelación era impactante, especialmente considerando que Hyunwoo había conocido a Minho en una situación tan diferente, cuando estaba bajo vigilancia para asegurar que se ajustara a las condiciones de su libertad condicional.

Mientras Hyunwoo procesaba la información, escuchó los pasos de Minho acercándose desde la cocina. Nervioso por haber sido atrapado revisando documentos tan personales, intentó cerrar rápidamente la carpeta, pero Minho ya estaba detras de el.

—¿Qué estás haciendo? —preguntó Minho, notando la expresión de sorpresa en el rostro de Hyunwoo y la carpeta parcialmente cerrada en sus manos.

Hyunwoo se levantó rápidamente, sintiéndose algo incómodo.

—Solo... estaba curioseando. No sabía que tenías estos documentos —dijo Hyunwoo con una sonrisa forzada, tratando de ocultar su sorpresa.

Minho se acercó y tomó la carpeta de las manos de Hyunwoo con una expresión mezcla de tristeza y resignación.

—Sí, esos son parte de mi pasado. No suelo hablar mucho sobre eso. Los mantengo como recordatorio de lo que era y de cómo cambié.

Hyunwoo, aún atónito, miró a Minho con una mezcla de preocupación y curiosidad.

—¿Entonces... todo esto es parte de tu pasado? —preguntó, intentando entender cómo alguien podía cambiar tanto.

Minho asintió, sentándose en el sofá y mirando los documentos con nostalgia.

—Sí. Cada arresto, cada error, fue una parte de mi vida que me ayudó a crecer. No estoy orgulloso de todo lo que hice, pero me sirvió para aprender y cambiar. Ahora estoy aquí, intentando hacer las cosas bien.

Hyunwoo se acercó y se sentó junto a Minho, poniendo una mano en su hombro.

—Lo siento si invadí tu privacidad. No era mi intención juzgarte. Solo estaba sorprendido.

Minho le sonrió, apreciando el gesto de comprensión de Hyunwoo.

—No te preocupes. A veces, es bueno hablar de estas cosas. Gracias por escuchar.

La conversación continuó mientras Minho compartía más sobre su vida pasada y cómo había logrado cambiar. Hyunwoo escuchaba atentamente, cada vez más impresionado por la historia de Minho y por la persona en la que se había convertido. La noche terminó con una sensación de cercanía y comprensión más profunda entre ellos, reforzando su conexión y confianza mutua.

Después de la intensa conversación sobre el pasado de Minho, ambos se dirigieron a la habitación para descansar. Minho apagó las luces y, con una sonrisa tranquila, se acurrucó junto a Hyunwoo en la cama. La noche avanzó en calma, y el calor compartido entre ellos ayudó a aliviar la tensión que había surgido.

Mientras Minho dormía, abrazando a Hyunwoo, el reloj marcaba temprano en la mañana. Hyunwoo se despertó antes de que sonara la alarma. Sabía que tenía que prepararse para ir a la academia y no quería llegar tarde. Se levantó cuidadosamente para no despertar a Minho, quien seguía dormido plácidamente.

Hyunwoo se vistió rápidamente con el uniforme de la academia y preparó su mochila. Se movía en silencio, asegurándose de no hacer ruido. En el proceso, notó la tranquilidad de la mañana y se sintió agradecido por la comprensión y la apertura de Minho la noche anterior.

Con todo listo, Hyunwoo se despidió suavemente de Minho, dejándole una nota en la almohada que decía: “Gracias por todo anoche. Te veo pronto. —Hyunwoo.” Luego, salió del apartamento y se dirigió a la academia, sintiéndose más cercano a Minho después de la conversación sincera que habían tenido.

Hyunwoo estacionó su moto en el área designada para vehículos en la academia, asegurándose de que estuviera bien bloqueada antes de caminar hacia el edificio principal. El sol de la mañana iluminaba el campus, y Hyunwoo se sentía optimista por el día que tenía por delante.

Mientras avanzaba por el pasillo, una chica de cabello rizado y una sonrisa amigable se acercó a él. Ella vestía el uniforme de la academia con un estilo que denotaba su personalidad vibrante.

—¡Hola! —dijo la chica con entusiasmo—. No te había visto antes. Soy Hana.

Hyunwoo, sorprendido pero complacido por el acercamiento, respondió con una sonrisa.

—Hola, Hana. Soy Hyunwoo. Es un placer conocerte.

—El placer es mío —dijo Hana, inclinando la cabeza ligeramente—. Acabo de transferirme a esta academia y estoy tratando de conocer a la gente. Me preguntaba si podrías mostrarme alrededor o quizás si podemos hacer amistad.

Hyunwoo, sintiéndose halagado por la oferta, asintió.

—Claro, me encantaría ayudarte a conocer el lugar. Además, siempre es bueno hacer nuevas amistades.

Mientras caminaban por los pasillos, Hyunwoo le mostró a Hana las principales áreas de la academia, como la biblioteca, el gimnasio y la cafetería. Hana escuchaba con atención y le hacía preguntas sobre cada lugar, demostrando un interés genuino en todo lo que Hyunwoo compartía.

—¡Gracias por tomarte el tiempo para mostrarme todo esto! —dijo Hana, mientras se detenían en una de las áreas comunes—. Es realmente útil tener a alguien como tú que me guíe.

—No hay problema —respondió Hyunwoo—. Si alguna vez necesitas ayuda o tienes alguna pregunta, no dudes en preguntarme.

—Lo tendré en cuenta —dijo Hana con una sonrisa—. ¿Te gustaría sentarte y tomar algo? Podemos seguir hablando y conocernos mejor.

—Claro, me encantaría —dijo Hyunwoo, aceptando la invitación.

Ambos se dirigieron a la cafetería, donde se sentaron en una mesa y pidieron algo de bebida. La conversación fluyó con facilidad entre ellos, y Hyunwoo descubrió que Hana era una persona divertida y simpática. Hablaban de sus intereses, actividades y experiencias, y pronto se dieron cuenta de que compartían varias aficiones.

El rato que pasaron juntos fue agradable y relajado. Hana parecía disfrutar de la compañía de Hyunwoo, y él también estaba satisfecho de haber hecho una nueva amiga. Al final del encuentro, ambos se despidieron con la promesa de verse nuevamente.

—Fue genial conocerte, Hana —dijo Hyunwoo—. Nos vemos pronto.

—Definitivamente —respondió Hana—. Gracias por ser tan amable. Hasta luego, Hyunwoo.

Con una sonrisa, Hyunwoo se dirigió a sus clases, sintiéndose satisfecho por el nuevo vínculo que había formado y esperando con ansias futuras interacciones con Hana.

entre sombras y deseos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora