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Hyunwoo permanecía en el sofá, sus rodillas pegadas a su pecho mientras sus brazos rodeaban sus piernas, un gesto que revelaba el nerviosismo que aún lo invadía. El reciente momento con Minho había dejado una sensación extraña en su pecho, algo que no podía ignorar. La forma en que Minho había actuado, la intensidad, la fuerza... todo eso seguía flotando en su mente, haciendo que su corazón latiera rápido.

Desde la cocina, el sonido de Minho preparando algo para beber llegaba hasta él, pero en lugar de sentir el alivio que esperaba, Hyunwoo se sentía más inquieto. No podía sacarse de la cabeza lo que acababa de ocurrir, y sobre todo, lo que eso significaba para ellos. Tomó una respiración profunda, tratando de calmarse, pero las palabras salieron de su boca antes de que pudiera detenerse.

—Minho... —empezó, su voz temblando un poco—, ¿somos novios?

El sonido de los utensilios en la cocina se detuvo de inmediato. Minho se quedó quieto por un momento, y luego se giró lentamente para mirar a Hyunwoo. Sus ojos se encontraron, y Hyunwoo sintió un nudo formarse en su estómago. Había sido una pregunta directa, pero necesaria. Quería saber dónde estaban parados, qué significaba todo lo que habían pasado juntos.

Minho lo miró fijamente, evaluando cada pequeña expresión en el rostro de Hyunwoo. Podía ver la mezcla de miedo y esperanza en los ojos de Hyunwoo, y eso hizo que algo dentro de él se suavizara. Dejó lo que estaba haciendo y caminó hacia el sofá, su expresión seria pero no dura.

Se arrodilló frente a Hyunwoo, haciendo que Hyunwoo bajara un poco sus piernas para poder mirarlo más de cerca.

—Hyunwoo... —dijo Minho, su voz baja y firme—, no quiero que te sientas presionado o asustado. Lo que pasó antes... no debí ser tan intenso. Lo siento.

Hyunwoo asintió ligeramente, pero sus ojos seguían fijos en Minho, esperando una respuesta más directa a su pregunta.

Minho tomó las manos de Hyunwoo entre las suyas, acariciando suavemente sus dedos.

—Sobre lo que preguntaste... —continuó Minho, mirándolo directamente a los ojos—, no sé si la palabra 'novios' es la que mejor describe lo que tenemos. Pero te quiero a mi lado, y quiero que sepas que para mí eres importante. Quiero estar contigo, Hyunwoo, y quiero que tú también quieras estar conmigo.

Hyunwoo sintió cómo su corazón se aceleraba ante esas palabras. La confusión aún estaba ahí, pero las palabras de Minho eran sinceras, llenas de un sentimiento que Hyunwoo no podía negar.

—Entonces... —dijo Hyunwoo, su voz un poco más segura—, ¿estamos juntos?

Minho sonrió, inclinándose para darle un suave beso en los labios.

—Sí, estamos juntos —respondió Minho, con una certeza que hizo que Hyunwoo sintiera un calor reconfortante en su pecho.

Hyunwoo sonrió tímidamente, su nerviosismo comenzando a desvanecerse mientras Minho se sentaba a su lado en el sofá, envolviéndolo en un abrazo que lo hizo sentir más seguro. Aunque todavía quedaban cosas por resolver, en ese momento Hyunwoo supo que lo que tenían era real, y que Minho estaba dispuesto a estar a su lado, sin importar lo que viniera después.

Después de disfrutar de un agradable tiempo con Minho, Hyunwoo decidió que era momento de regresar a casa. Se levantó del sofá, no sin antes recibir un beso suave de Minho, quien lo despidió con una sonrisa melancólica pero comprensiva.

—Creo que ya debería irme —dijo Hyunwoo con una sonrisa.

Minho asintió con resignación, aunque claramente preferiría que se quedara. Se inclinó para darle un beso ligero, y Hyunwoo lo correspondió antes de tomar sus cosas y dirigirse a la salida del departamento.

Una vez fuera, Hyunwoo se puso el casco y se preparó para montar su motocicleta. De repente, un sentimiento de pánico lo invadió cuando recordó que había olvidado recoger a Jihoon de la escuela. Sin tiempo que perder, se subió apresuradamente a la moto. Sin embargo, en su prisa, no calculó bien el impulso y la moto se inclinó hacia un lado.

Minho, que estaba en la ventana de su departamento mirando hacia afuera mientras se preparaba para hacer algo en la sala, vio cómo Hyunwoo se subía a la moto de manera precipitada. La escena lo hizo sonreír, pero lo que sucedió a continuación le provocó una risa contenida.

Hyunwoo perdió el equilibrio y cayó al suelo con un estruendoso thud. La moto se desplomó junto a él, y el casco hizo un ruido cómico al golpear el pavimento.

Minho, desde la ventana, no pudo contener la risa. La visión de Hyunwoo tratando de levantarse del suelo con un gesto de sorpresa en su rostro, mientras miraba la moto caídamente, era simplemente demasiado divertida.

Hyunwoo, aturdido pero determinado, se reincorporó y revisó la moto. Minho vio cómo se subía de nuevo a la motocicleta, esta vez con más cuidado y con una expresión decidida.

Minho agitó la mano en señal de despedida desde la ventana, aún riendo.

—¡Cuidado, niño! —gritó en tono bromista, justo antes de que Hyunwoo arrancara la moto y se dirigiera rápidamente hacia la escuela.

Mientras Minho observaba cómo se alejaba, continuó riendo suavemente. La escena había sido cómica y entrañable, y aunque sabía que Hyunwoo estaba preocupado, no podía evitar encontrarla graciosa.

Hyunwoo llegó rápidamente a la escuela de Jihoon, su corazón latía con fuerza por la preocupación y la culpa. Apenas estacionó la moto, corrió hacia la entrada y tocó desesperadamente el timbre de la escuela. Mientras esperaba, respiraba con dificultad, rogando que Jihoon aún estuviera allí.

La tutora de Jihoon apareció en la puerta con una expresión cansada, aunque intentaba mantener la calma.

—Buenas tardes, ¿en qué puedo ayudarte? —preguntó la tutora con voz suave pero firme.

—¡Estoy aquí para recoger a Jihoon! —exclamó Hyunwoo, claramente angustiado—. Lo siento mucho, me retrasé…

La tutora asintió en silencio y entró al edificio. Unos momentos después, regresó con Jihoon, quien lucía claramente molesto. Su pequeño rostro estaba fruncido en una expresión de desaprobación que hizo que el corazón de Hyunwoo se hundiera aún más.

—Jihoon… lo siento mucho, de verdad —dijo Hyunwoo con un tono suplicante mientras se acercaba a él—. No fue mi intención llegar tarde.

Sin embargo, Jihoon simplemente lo miró con frialdad y pasó de largo, ignorando sus palabras por completo. Sin decir una sola palabra, comenzó a caminar hacia la salida de la escuela, dejando a Hyunwoo parado en su lugar, sintiéndose aún peor.

Hyunwoo lo siguió rápidamente, caminando junto a él en silencio, sin saber qué más decir para reparar el daño. Cada vez que intentaba hablar, Jihoon lo ignoraba, apretando su pequeño bolso con fuerza.

El camino de regreso a casa fue incómodamente silencioso. Hyunwoo no dejó de intentar disculparse, pero Jihoon no se dignaba a responder. La culpa crecía en el pecho de Hyunwoo con cada paso, sintiendo que había fallado a su hermano menor de la peor manera posible.

Hyunwoo suspiró profundamente, sabiendo que tendría que esforzarse mucho para recuperar la confianza de Jihoon.

entre sombras y deseos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora