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Al llegar a casa, Jihoon entró primero, quitándose los zapatos con brusquedad y saludando a su madre antes de dirigirse rápidamente a su habitación, cerrando la puerta con un golpe seco. Hyunwoo lo siguió, también cansado. Después de quitarse los zapatos, saludó a su madre con un suspiro mientras se dirigía a la cocina en busca de un vaso de agua.

-Hola, mamá -dijo con una voz cansada mientras llenaba el vaso.

Su madre, sentada en la sala, lo observó con atención, notando algo diferente en él. Cuando Hyunwoo se dio la vuelta, ella no pudo evitar fijarse en las marcas en su cuello. Una pequeña sonrisa juguetona se formó en su rostro.

-¿Qué le pasa a Jihoon? -preguntó su madre con una pizca de curiosidad en su voz.

Hyunwoo bebió un gran sorbo de agua antes de responder.

-Está molesto porque llegué tarde para recogerlo -dijo con un tono de arrepentimiento.

Su madre asintió, pero la sonrisa en su rostro se hizo más evidente. Decidió aprovechar la oportunidad para bromear un poco con su hijo.

-¿Y por qué llegaste tan tarde? -preguntó con un tono travieso.

Hyunwoo sintió que su rostro se calentaba un poco, pero intentó mantener la compostura.

-Estaba... ocupado con un amigo -respondió, tratando de sonar despreocupado mientras ajustaba su camisa para cubrir las marcas.

Su madre no dejó pasar la oportunidad. Señaló con sutileza las marcas en su cuello.

-Ocupado, ¿eh? -dijo con una risa contenida-. Esas marcas no parecen algo que uno se hace durante una tarde tranquila con amigos.

Hyunwoo sintió cómo el rubor subía por su cuello hasta sus mejillas. Rápidamente llevó su mano al cuello, tratando de cubrir las evidentes mordidas y chupetones.

-¡Mamá! -exclamó, claramente avergonzado.

Pero su madre no estaba dispuesta a dejarlo ir tan fácilmente. La diversión en sus ojos era innegable.

-Vamos, Hyunwoo, no seas tímido. ¿Quién es la afortunada? -preguntó, dando un paso hacia él.

Hyunwoo, todavía tratando de ocultar las marcas, comenzó a buscar excusas.

-Yo...me golpeé con la puerta del armario. Ya sabes, esas cosas que pasan cuando estás distraído... -dijo con una sonrisa nerviosa.

Su madre soltó una pequeña risa.

-¿La puerta del armario? ¿En serio, Hyunwoo? ¿Y cómo explicas las mordidas? ¿Te peleaste con el armario?

Hyunwoo soltó una risita nerviosa, sin saber cómo salir de la situación. Al final, sabía que no podría escapar de las preguntas de su madre, así que decidió ser honesto.

-Está bien, está bien, te lo diré -dijo, levantando las manos en señal de rendición-. Es mi... novio.

La madre de Hyunwoo levantó una ceja, interesada.

-¿Novio? Cuéntame más.

Hyunwoo, todavía sonrojado, decidió contarle a su madre sobre Minho.

-Su nombre es Minho. Nos conocimos hace un tiempo, en circunstancias un poco... complicadas. Al principio no sabía si debíamos seguir en contacto, pero al final, todo fue fluyendo y bueno... hemos estado viéndonos desde entonces -explicó.

Su madre lo escuchaba atentamente, con una sonrisa cálida en su rostro. Quería saber más, así que lo animó a seguir hablando.

-¿Y qué es lo que te gusta de Minho? -preguntó, curiosa.

entre sombras y deseos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora