Hyunwoo se colocó su pijama rápidamente, simulando que todo estaba en orden, como si la noche no hubiera sido más que un mal sueño. Se acostó en su cama y miró el techo, dejando que el tiempo pasara hasta que el reloj marcara las 7:00 am. Con un suspiro, se levantó de la cama y se dirigió al baño para darse una ducha. El agua caliente le ayudó a relajar un poco sus músculos tensos, pero no pudo lavar la sensación de confusión que lo invadía.
Una vez fuera de la ducha, se secó rápidamente y se puso ropa cómoda para pasar el día en casa. Mientras se vestía, escuchó pasos en la cocina. Sabía que era su madre, preparando el desayuno para su hermano menor, Jihoon.
Salió del baño y se dirigió hacia la cocina. Al entrar, vio a su madre de espaldas, cocinando algo en la estufa.
—Buenos días, mamá —saludó Hyunwoo, tratando de sonar lo más normal posible.
Su madre se giró y le sonrió, aunque parecía un poco preocupada.
—Buenos días, Hyunwoo. ¿Dormiste bien? —preguntó mientras continuaba cocinando.
Hyunwoo asintió con la cabeza, aunque sabía que su respuesta era una mentira.
—Sí, dormí bien —respondió, y rápidamente cambió de tema—. ¿Necesitas ayuda con algo?
Su madre, sin notar la tensión en la voz de su hijo, le pidió un favor.
—Sí, por favor. ¿Podrías despertar a Jihoon? Está tardando en levantarse esta mañana, y necesito que se aliste para la escuela.
Hyunwoo asintió de nuevo y se dirigió a la habitación de su hermano menor. Al entrar, encontró a Jihoon aún acurrucado bajo las mantas, con un mechón rubio asomando por entre las sábanas.
—Jihoon, es hora de levantarse —dijo Hyunwoo en voz baja mientras se acercaba a la cama—. Mamá ya está preparando el desayuno.
Jihoon soltó un gruñido de protesta, pero finalmente asomó la cabeza y abrió los ojos lentamente.
—Hyunwoo hyung... —murmuró el pequeño, todavía medio dormido—. ¿Podrías llevarme a la escuela en tu moto hoy?
Hyunwoo sonrió levemente. No pudo evitar sentirse algo mejor al ver a su hermano tan lleno de vida, a pesar de que él mismo estaba lidiando con tantas emociones contradictorias.
—Claro, Jihoon. Pero solo si te levantas y te preparas rápido, ¿de acuerdo? —respondió, dándole una pequeña palmada en la cabeza.
Jihoon sonrió, animado por la idea, y se levantó de la cama con un salto. Hyunwoo lo observó por un momento, sintiendo una mezcla de ternura y responsabilidad. Después de todo, su deber como hermano mayor era proteger y cuidar a Jihoon, algo que no cambiaría, sin importar lo que sucediera en su vida.
Con un suspiro, Hyunwoo se dirigió de nuevo al baño para terminar de alistarse, mientras Jihoon comenzaba a cambiarse para la escuela. Aunque su mente estaba cargada con el peso de la noche anterior, Hyunwoo sabía que tenía que seguir adelante, al menos por su hermano.
—Vamos Hyunwoo, siéntate a desayunar antes de que se enfríe.
Hyunwoo salio del baño y se sentó a la mesa, y Jihoon se unió a él, ya con el uniforme de la escuela puesto. El niño estaba visiblemente emocionado por el día que tenía por delante.
—Hyung, ¡toma las llaves de la moto! —dijo Jihoon con ojos brillantes.
Hyunwoo asintió mientras se servía un poco de sopa. Su madre, que escuchó la conversación, se giró con una expresión de preocupación.
—¿En la moto? —dijo ella, dejando el cuchillo que tenía en la mano—. Hyunwoo, ten cuidado, por favor. No vayas demasiado rápido. Jihoon es aún pequeño para esas cosas, y no quiero que se lastime.
—Lo sé, mamá. Prometo que iré despacio —respondió Hyunwoo, intentando tranquilizarla.
—Y asegúrate de que lleve el casco bien puesto. No quiero accidentes —añadió ella, mirándolo con seriedad.
Hyunwoo asintió nuevamente, tomando un sorbo de su sopa. Sabía que su madre siempre se preocupaba mucho por ellos, pero esa mañana, con todo lo que tenía en la cabeza, le resultaba un poco más difícil manejar esas preocupaciones.
—No te preocupes, mamá. Estaremos bien —dijo, dándole una sonrisa tranquilizadora.
Su madre suspiró, pero finalmente asintió, confiando en que su hijo mayor sabría cuidarse y cuidar de Jihoon. Mientras tanto, Jihoon ya estaba terminando su plato, claramente ansioso por subirse a la moto.
—¡Vamos, hyung! ¡Quiero llegar temprano para jugar con mis amigos! —exclamó Jihoon con entusiasmo, levantándose de la mesa.
—Primero termina tu desayuno, Jihoon —le dijo su madre con un toque de autoridad—. No quiero que te vayas a la escuela sin haber comido bien.
Jihoon asintió rápidamente y terminó de comer lo que quedaba en su plato. Hyunwoo, por su parte, acabó su desayuno en silencio, mientras su mente volvía a divagar en los pensamientos que lo habían estado atormentando desde la noche anterior. La conversación con su madre y el paseo en moto parecían ser las únicas cosas que lo mantenían en el presente.
Una vez que ambos terminaron de comer, Hyunwoo se levantó para preparar la moto, mientras Jihoon fue a buscar su mochila. La madre de ambos los observaba con una mezcla de preocupación y cariño.
—Cuídalo bien, Hyunwoo —le dijo su madre antes de que salieran por la puerta—. Y tú, Jihoon, pórtate bien en la escuela.
—¡Sí, mamá! —respondió Jihoon alegremente, mientras Hyunwoo asintió con una sonrisa antes de salir.
El camino hacia la escuela fue tranquilo, aunque Hyunwoo no podía evitar sentir una extraña mezcla de emociones. La moto rugía suavemente bajo ellos, y aunque mantenía la promesa de ir despacio, su mente corría a mil por hora. Pensaba en Minho, en lo que había pasado, en la confusión que sentía cada vez que recordaba esos momentos.
Al llegar a la escuela, Jihoon bajó de la moto, quitándose el casco con una sonrisa radiante.
—Gracias por llevarme, hyung. Eres el mejor.
—De nada, pequeñajo. Pórtate bien y no te metas en líos —respondió Hyunwoo, revolviendo el cabello de su hermano.
—¡Lo prometo! —gritó Jihoon mientras corría hacia la entrada de la escuela.
Hyunwoo se quedó un momento observando a su hermano menor antes de subirse a la moto nuevamente. Sabía que tenía que regresar a casa, pero no podía evitar sentir que había algo que no estaba del todo bien. Sus pensamientos volvían a Minho, a esa sensación incómoda que había comenzado a crecer dentro de él. Estaba perdido, y no sabía cómo encontrar el camino de regreso a sí mismo.
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entre sombras y deseos
Roman d'amourDescripción: Tras cumplir una condena de cinco años en prisión, Jung Minho es liberado bajo estricta supervisión. El sistema judicial no confía en su rehabilitación, por lo que asignan a Lee Hyunwoo, un joven y brillante policía de 22 años, para vig...