Esa misma tarde, Hyunwoo decidió ocuparse de uno de los asuntos pendientes que tenía en mente desde hacía días: recoger su motocicleta del taller. Después del accidente, la motocicleta había sido trasladada para su reparación, y aunque había estado enfocado en su trabajo y en la situación en casa, sabía que recuperarla le daría un poco más de movilidad y control sobre su vida.
Hyunwoo tomó el bus hacia el taller de reparaciones, sintiendo una mezcla de anticipación y preocupación. Sabía que los daños habían sido significativos, y aunque el seguro cubría los costos, temía que algo no hubiera salido bien en la reparación.
Al llegar al taller, fue recibido por un mecánico que lo reconoció de inmediato.
—Ah, Hyunwoo, justo a tiempo —dijo el mecánico con una sonrisa, caminando hacia él—. Tu motocicleta está lista. Hicimos todo lo posible para dejarla como nueva. Ven, te la mostraré.
Hyunwoo lo siguió hasta la parte trasera del taller, donde su motocicleta estaba estacionada. Para su sorpresa y alivio, la moto lucía impecable. La pintura había sido restaurada, las piezas dañadas reemplazadas, y el motor sonaba como si nada hubiera pasado.
—Se ve genial —comentó Hyunwoo, inspeccionando de cerca cada detalle. El trabajo había sido meticuloso, y no pudo evitar sonreír al ver su motocicleta en tan buen estado.
—Nos aseguramos de que todo estuviera en perfecto funcionamiento —dijo el mecánico—. Incluso hicimos algunas pruebas adicionales para asegurarnos de que no hubiera problemas ocultos. Puedes estar tranquilo, está lista para rodar.
Hyunwoo asintió con gratitud. Después de firmar algunos documentos y hacer los últimos arreglos con el seguro, finalmente tomó las llaves de su motocicleta. Se sentó en el asiento, colocó las manos en los manillares, y encendió el motor. El rugido familiar le trajo una sensación de alivio y normalidad que no había sentido en mucho tiempo.
—Gracias por todo —dijo Hyunwoo al mecánico, dándole una leve inclinación de cabeza en señal de respeto.
—No hay de qué. Conduce con cuidado, ¿sí? —respondió el mecánico, devolviéndole la sonrisa.
Hyunwoo asintió, se colocó el casco, y con una última mirada de agradecimiento, salió del taller. Mientras se dirigía de vuelta a casa, sentía el viento en su rostro y la estabilidad de la moto bajo sus pies, recordándole por qué amaba tanto la sensación de estar en la carretera.
Con la motocicleta nuevamente en su poder, Hyunwoo sintió que al menos una cosa en su vida estaba bajo control. Aunque las preocupaciones sobre el futuro seguían presentes, este pequeño triunfo le dio la energía y el ánimo para seguir adelante, paso a paso.
Después de recoger su motocicleta del taller y sentir el alivio de tenerla nuevamente en perfecto estado, Hyunwoo decidió hacer una parada especial antes de regresar a casa. Con una sonrisa, pensó en sorprender a Jihoon, su hermano menor, recogiendolo a la salida de la escuela. Era una oportunidad para pasar un tiempo juntos, y además, después de todo lo que habían vivido, quería darle a Jihoon una pequeña alegría.
Hyunwoo condujo hasta la escuela primaria donde estudiaba Jihoon. El lugar estaba repleto de niños que salían, ansiosos por terminar el día, y padres esperando para recogerlos. Como la escuela también incluía niveles de secundaria, había un buen número de estudiantes mayores. A medida que Hyunwoo se acercaba en su motocicleta, comenzó a notar que llamaba la atención, especialmente de un grupo de chicas de secundaria que estaban esperando a sus padres.
Las miradas que recibió no pasaron desapercibidas. Algunas chicas susurraban entre sí, mientras otras lo miraban con descaro, admirando no solo su apariencia, sino también la forma en que manejaba la motocicleta. Hyunwoo, consciente de las miradas, se mantuvo serio, pero no pudo evitar sentirse un poco divertido por la situación. Nunca había sido el tipo de persona que buscara ese tipo de atención, pero no podía negar que la motocicleta lo hacía lucir más imponente.
Mientras se detenía frente a la entrada de la escuela, un grupo de chicas comenzó a murmurar entre ellas, mirando a Hyunwoo con creciente interés.
—¿Quién es ese? —preguntó una, señalando discretamente a Hyunwoo.
—No lo sé, pero... ¡wow! —respondió otra, sin apartar los ojos de él—. ¡Es muy guapo!
—Y esa moto... —agregó una tercera, casi suspirando—. Me pregunto si es mayor que nosotros.
—Debe serlo, mira cómo maneja —dijo una cuarta, claramente impresionada—. Además, con ese cabello... Parece un actor de dramas.
Una de las chicas, más atrevida que las demás, decidió acercarse a Hyunwoo. Era una chica de secundaria, probablemente de tercer año, con el cabello largo y suelto. Se acercó a Hyunwoo con una sonrisa coqueta, sus ojos brillando con un interés evidente.
—Hola —dijo la chica, inclinándose un poco hacia él—. ¿Eres nuevo por aquí? No te había visto antes.
Hyunwoo la miró con una expresión neutral, sin querer parecer grosero, pero tampoco demasiado interesado. Se quitó el casco, y al hacerlo, movió la cabeza ligeramente, haciendo que la liga que sostenía su cabello se soltara. Su cabello, no muy largo pero lo suficiente para hacer un efecto llamativo, se movió con gracia, captando aún más la atención de la chica.
—Tienes un cabello bonito —comentó, sin dejar de mirarlo a los ojos—. ¿Cómo te llamas?
Hyunwoo dio un paso atrás, incómodo con la situación. No estaba acostumbrado a recibir ese tipo de atención, y mucho menos a ser acariciado por una extraña.
—Gracias —respondió educadamente, pero con un tono que indicaba que no estaba interesado en continuar la conversación—. Pero estoy aquí para recoger a mi hermano.
La chica, notando la falta de interés en la respuesta de Hyunwoo, se mordió el labio inferior y retrocedió un poco, aunque no sin lanzar una última mirada coqueta antes de regresar con sus amigas, quienes la esperaban observando todo desde la distancia.
—Vaya, no me hizo caso... —murmuró la chica a su grupo, visiblemente decepcionada.
—Bueno, lo intentaste —dijo otra de sus amigas con una sonrisa—. Pero ese chico parece fuera de nuestro alcance.
—Sí, pero... qué pena —suspiró la primera chica, volviendo a mirar a Hyunwoo de reojo—. Me encantaría saber más sobre él.
Justo en ese momento, Jihoon salió corriendo de la escuela, con una gran sonrisa en el rostro.
—¡Hyunwoo! —gritó con entusiasmo.
Hyunwoo se inclinó hacia adelante, recuperando su compostura y sonriendo a su hermano. Toda la atención de las chicas ya no le importaba; lo único que quería era hacer feliz a Jihoon.
—Sorpresa —dijo mientras se ponía de cuclillas frente a Jihoon—. ¿Te apetece dar un paseo en moto hasta casa?
Jihoon asintió enérgicamente, sus ojos brillando de emoción. Hyunwoo le entregó un casco más pequeño que llevaba en el compartimento trasero de la moto, que había preparado justamente para este tipo de ocasiones.
—Póntelo bien, no queremos accidentes —le dijo, ayudando a Jihoon a ajustarse el casco.
Una vez que Jihoon estuvo listo, Hyunwoo arrancó la moto suavemente. Jihoon lo abrazó con fuerza, y con una última mirada a las chicas que todavía lo observaban, Hyunwoo aceleró y se alejó de la escuela.
El camino de vuelta a casa fue tranquilo, con Jihoon riendo de emoción mientras la moto los llevaba por las calles. Para Hyunwoo, fue un momento de paz y satisfacción, sabiendo que, al menos por ese instante, estaba haciendo feliz a su hermano.

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entre sombras y deseos
RomanceDescripción: Tras cumplir una condena de cinco años en prisión, Jung Minho es liberado bajo estricta supervisión. El sistema judicial no confía en su rehabilitación, por lo que asignan a Lee Hyunwoo, un joven y brillante policía de 22 años, para vig...