Dinastía Jauregui.

Capitulo 28 ~ El Comienzo de la Pesadilla.

Lauren y Camila iban cantando y tomando de una botella de champán de camino al aeropuerto, en donde el jet las esperaría para dar inicio a su luna de miel, Ashton iba al volante y de vez en cuando las observaba por el espejo con una sonrisa, ver a Lauren en ese estado, le causaba un poco de gracia, estaba acostumbrado a la Jáuregui sería y recta del día a día.

Ashton, por favor súbele a esa canción que me encanta - le dijo Camila, dándole una palmadita en el hombro.

Por supuesto - le contestó el chico, llevando su mano al volumen de la pantalla.

Y justo en ese momento Ashton alzó su mirada y pisó el freno golpe, en su frente habían dos camionetas que le trancaban el paso, el chico sacó su arma del pantalón y se dispuso apretar el acelerador, cuando varios hombres se bajaron y apuntaron en dirección a la camioneta de Lauren.

Dios mío - exclamó Camila con terror.

¡Sal del auto! - le exigió uno de los hombres que apuntaba a Ashton, todos tenían pasamontañas en la cara.

Lauren miró a Camila con miedo en su mirada y se tomaron de las manos.

El joven guardaespaldas bajó del auto con sumo cuidado, cuando estuvo bajo el poder de ese hombre, quien le apuntaba directamente a la cabeza, pudo notar como otros dos sacaban a la fuerza a Lauren y Camila.

Si quieren dinero, puedo dárselos, pero por favor, dejen que nos vayamos - les dijo la ojiverde.

Ya pronto se va a enterar de lo que queremos, señora Jáuregui - respondió uno- llévensela - le indicó al hombre que tenía a Camila.

¡NO! - gritó Lauren, tratando de soltarse del agarre- por favor, llévenme a mi, por favor, déjenla, no le hagan daño, por favor - suplico, tratando de zafarse, pero aquel hombre la sostenía con fuerza.

Lauren observó casi en cámara lenta como Camila era metida de forma brusca en esa camioneta, su Camz, el amor de su vida, gritaba y se esforzaba por salir de eso, pero todo era en vano, sus esfuerzos por soltarse del agarre de ese hombre y correr a ella no valían de nada, y de un momento a otro escuchó un disparo, giró su rostro hacia donde venía el sonido y notó que ya hacía Ashton tirado en el suelo y su camisa blanca se manchaba de un llamativo rojo.

Felicidades por la boda, señora Jáuregui - fue lo último que escuchó, antes de sentir un fuerte dolor en su rostro, un dolor que le hizo perder el conocimiento y desplomarse.

Camila, escúchame por favor - le dijo uno de los hombres por lo bajo, Camila reconocía esa voz, pero le rezaba a Dios porque solo fuera una casualidad, una coincidencia y no lo que creía- haz todo lo que te pidan y esto terminará rápido, por favor.

Camila lo miró directamente a los ojos, y lo pudo reconocer, aunque era lo único que se podía ver de su rostro, lo supo, era el, no podía ser cierto, aquello tenía que ser una pesadilla, no podía creer que Chris estuviera haciendo aquello.

En todo el camino la chica Cabello se mantuvo en silencio con gruesas lágrimas de dolor saliendo de sus ojos, solo podía pensar en Lauren, en que quizá no la volvería a ver, y eso le causaba un dolor insoportable en su alma.

***

¿Está vivo? - preguntó Ally, con lágrimas en sus ojos.

Lo está, pero no se sabe si podrá sobrevivir - le respondió Preston.

Todos estaban reunidos en el hospital en donde habían sido trasladados Ashton y Lauren, la chica tenía una fractura en la nariz y aún no despertaba, mientras que Ashton se encontraba debatiéndose entre la vida y la muerte, la policía hizo acto de presencia rápidamente y comenzaron a interrogar a todos, la familia de Camila se encontraban muy afectados por no saber el paradero de la chica y sin poder hacer nada, pues tenían que esperar a que Lauren o Ashton despertarán y pudieran decir que era lo que había pasado y donde estaba Camila.

El doctor salió de la habitación de Lauren y se acercó a los presentes.

La señora Jáuregui ha despertado, pero tuvimos que dormirla otra vez - anunció.

¿Por qué doctor? - preguntó Clara con preocupación.

Despertó muy desorientada y eufórica preguntando por su esposa, y no tuvimos más remedio que hacerlo, lo mejor sería que alguien entrara y se quedara con ella hasta que despierte, es bueno que vea algún rostro conocido y quizá se calme un poco más.

Taylor y Ally, acompáñenme - les indicó Clara.

Las tres mujeres hicieron entrada con la esperanza de que su presencia resultara positiva para el estado de Lauren.

Camz - escucharon que decía, después de dos horas esperando que despertara.

Lauren aún tenía sus ojos cerrados, pero se movía y repetía una y otra vez el nombre de Camila, Clara y Taylor se colocaron una en cada lado y le sujetaron la mano, Clara con mucha delicadeza le acarició su negro cabello, mirando a su hija con lágrimas en los ojos, tenía toda su cara hinchada, aquello le dolió.

Hija, mi amor, soy tú madre - le dijo, casi en un susurro.

Mamá - dijo, con los ojos cerrados y derramando lágrimas de dolor- Mama, se la llevaron, se llevaron a Camila - dijo entre llanto.

Lauren, necesitamos que te calmes y que lo cuentes todo, por favor - intervino Taylor.

Lauren abrió los ojos y las observó.

No se quienes eran y que querían, solo se que se llevaron a mi Camz, y yo debo hacer algo - dijo, intentando levantarse pero siendo detenida por las mujeres.

Lauren, tienes la nariz rota y estás desorientada, nada vas a poder hacer, debes hablar primero con la policía, todo se va arreglar, Camila va a volver - le dijo Ally.

¿Cómo puedes pedirme eso? - le cuestiono-. Mi esposa está secuestrada y esperan que me quede como una maldita inútil en esta cama, pues ¡No!.

Fue muy difícil convencer a la chica Jáuregui que se quedara esa noche en el hospital, pero fue muy fácil que hablara con la policía y le diera los detalles de lo que había pasado.

No hay dudas, es un secuestro - les indicó, el comisario.

Seguramente en unas horas llamarán para pedir algún rescate, tenemos que estar atentos - comentó otro de los oficiales.

¿Qué podemos hacer? - preguntó Lauren.

Esperar señora Jáuregui, no hay otra cosa, esperar a que ellos se contacten con usted, por ahora lo mejor es que se recupere y luego nos reuniremos todos en su casa, ahí instalaremos nuestro equipo para poder rastrear las llamadas y estar más atentos.

Lauren se dejó caer en la cama del hospital, sin poder evitar derramar lágrimas y preguntándose en donde estaría Camila ahora, y pidiéndole a Dios que estuviera bien y que no le hicieran daño alguno, pues sin Camila, ella ya no tenía vida, y es que no lo quería, no quería una vida sin Camila.