Dinastía Jauregui.

Capitulo 35 ~ Renacer.

Siempre es un placer estar contigo, Lauren - le decía la chica, mirando como la ojiverde se colocaba nuevamente su ropa.

Ajá, pero es hora de que te vayas - le ordenó.

¿Por qué siempre tiene que ser así?

Porque me da la gana, ahora lárgate o le digo a la guardia que te saque ella misma - le respondió, de mala gana.

Vale, como tú quieras - le dijo, recogiendo sus cosas del piso- me he enterado que tu hermano despertó y que saldrás pronto de aquí, en hora buena por eso, espero también que tu esposa, la que tiene dos años sin buscarte, te esté esperando afuera también.

Aquel comentario lleno de más ira a la Jáuregui, quien giró su cuerpo y tomó del cuello a la chica, pegándola fuertemente a la pared.

Vuelve a decir algo así, y te juro que te mato - le amenazo con rabia.

Lo siento, no fue mi intención, sueltame, por favor - le pidió con temor.

Lauren llevada dos años condenada a prisión por el intento de asesinato de su hermano Chris, quien hace unas semanas despertó del coma y pidió que dejaran en libertad a su hermana, confesando todo y alegando que ese día, en el que Lauren le disparó, lo hizo solo en defensa propia, pues intentó hacerle daño y ella solo se defendió, aunque aquello era una mentira, le ayudó para que el juez le diera la libertad plena.

La chica Jáuregui no era la misma, esos dos años le hicieron llenarse de odio y de resentimiento, todo por ese amor que jamás volvió a buscarla, no supo nunca más de Camila, fue como si se la hubiese tragado la tierra, aquello resultó ser la estocada a su corazón, la estocada para que una nueva Lauren fría, renaciera, no tenía intenciones de buscarla al salir, y esperaba de verdad que se hubiera desvanecido, recordando con dolor todo el sufrimiento que pasó en esos dos años de incertidumbre, de no saber de ella, de pasar largas noches preguntándose el ¿por qué?, no entendía, si después de que le había jurado amor eterno, se fue, sin siquiera despedirse.

El día de salir de aquel agujero había llegado, cuando el sol tocó su piel, Lauren por fin pudo sentir de verdad la libertad, a las afueras del recinto le esperaban las personas que siempre estuvieron ahí, las únicas que no la abandonaron, las que siempre se quedaron a pesar de todo, Ally, Marcos, Preston, Taylor y su madre.

Mi vida, que alegría verte libre - le dijo su madre, tomándola en un abrazo.

Y a mí me alegra verte, mamá, verte bien.

Fue un año duro, pero logré superarlo - le respondió.

Ya era hora de que salieras de ahí, y vuelvas a tomar control de todo, yo estoy harta ya - se quejó Taylor.

Me he enterado que ahora te llaman a ti, la digna sucesora - le bromeó.

Menuda tontería, yo ya no quiero ser nada, quiero volver a mi vida normal.

Venga hija, que tu hermana a penas está empezando de nuevo, déjala que tome aire y se vaya adaptando.

¿Crees que eso es lo que hará, Clara?, te apuesto lo que sea que mañana mismo estará tomando posesión nuevamente, es una adicta al trabajo - intervino Ally.

Lauren miró a su amiga con una sonrisa y la tomó entre sus brazos.

No sabes lo feliz que estoy de que por fin todo se terminó - le dijo la chica, aún pegado a su cuerpo.

Bueno, vamos, alejémonos de este lugar- dijo Clara.

De camino a la camioneta Marcos se posicionó al lado de Lauren.