Capitulo 13

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Carlos ayudó a Charles a bañar a Isabella y bajaron a la sala a desayunar, mientras que Carola se acercó a la mesa y luego sonrió al ver a todos contentos.

—Qué bueno, me encanta ver esas sonrisas —. Dijo.

—Te dije que estaría bien, querida —. Respondió Carlos.

—Gracias, Vilma —. Agregó Charles.

—Se ven como una familia.

—Tía, mi papá está saliendo con mi papi.

—¿Es cierto, mí pequeña? No te creo.

—Dios mío.

—Ahora se lo va a contar a todos —. Comentó Carlos, entre risas.

—¡La besó! Dale otro, papá para que la tía lo vea.

—Princesa, vamos a comer que es tarde —. Dijo Charles.

—¿Habla en serio? ¿Por fin están juntos?

—No, Carola, solo somos amigos, él me robó un beso y ahora cree que estamos juntos.

—Qué lástima, hacen una pareja hermosa.

—Carola, sácatelo de la cabeza por favor —. Dijo Charles entre risas.

—El no me quiere, Carola.

—Entonces tu sí lo quieres.

—Yo no dije eso.

—Eres tan complicado, es una cosa tan simple y tú la complicas. Dos jóvenes prácticamente viviendo en el mismo techo con una hermosa hija y tratándose como dos amigos que saben muy bien que no lo son. Se puede ver en los ojos de ambos que hay química y que se quieren.

—No digas tonterías Carola, solo somos un jefe y un empleado —. Exclamó Charles.

—¿Qué te dije ayer, Charles? —. Agregó Carlos.

—Lo sé, pero aún así, es tu dinero el que entra en mi cuenta todos los meses. Si ese es el caso entonces pararé y conseguiré un trabajo para mantenerme.

—Aquí lo tienes todo.

—Pero no es mío, cuando quiera comprar algo, ¿de dónde sacaré el dinero?

—Me lo puedes pedir o puedes usar la tarjeta.

—Eso nunca, no hay forma de que ocurra.

—Yo lo apoyo, no a todos les gusta que los mantengan, hijo, el es un hombre independiente y se nota que no quiere vivir tu dinero.

—Voy a conseguir un trabajo, entonces.

—No lo creo.

—No veo ningún problema.

—Ya veo, ¿quién cuidará a Isabella?

—Estudia en la mañana y en esa hora es en la que podría trabajar.

—¿Y de dónde vas a sacar ese trabajo?

—Puedes contratarme para que trabaje medio tiempo, me quedaría trabajando hasta el mediodía y luego pasaría a buscarla a la escuela, resuelto, mientras ella está en clases yo estoy trabajando.

—No me agrada la idea.

—Entonces sigamos siendo jefe y empleado.

—Pero si trabajas en la empresa, seguirás siendo mi empleado.

—Fuera de la empresa no soy nada para ti.

—Está bien.

Después de tomar el café se fueron a la sala. Isabella llevó sus muñecas y le pidió a Carlos que jugará con ella.

Un padre por contrato || CharlosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora