Capitulo 17

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Cuando regresaron a casa, Isabella se quedó dormida después de un baño. Charles también se duchó y bajó a la sala, en donde Carlos estaba jugando con el celular, ya duchado.

—Siéntate aquí conmigo —. Le dijo él.

—¿Qué le digo a Gustavo?

—Creí que ya le habías dicho que no ibas.

—No sé que decirle, no puedo hablar de nosotros —. Admitió el castaño.

—Di que vas a estar ocupado, no necesitas darle explicaciones.

—Lo sé, solo que no quiero tener problemas con nadie.

—No tienes que preocuparte por él.

—¡Carlos!

—Ya hablé con mi madre, mañana en la tarde llevaré a Isabella a su casa.

—¿No pensará que pasa algo malo?

—A Isabella le encanta ir allí, mis padres la dejan hacer lo que quiera.

—¿Le dijiste por qué ibas a llevarla? Inquirió el chico.

—Sí, dije que tenía una cita y tu también ibas.

—Ya veo.

—¿Crees que no saben? Son inteligentes y quieren vernos juntos —. Admitió el español.

—¿Tú crees?

—Sí mi padre me llamó y me regañó para que corriera detrás de ti.

—¡Qué vergüenza!

—Los conquistaste.

—¿Solo a ellos? —. Preguntó Charles, coqueto.

—Y al hijo, especialmente al hijo.

—¿Ah, sí?

—Claro, el hombre está loco por ti —. Admitió Carlos.

—¿Tan rápido?

—Bueno, es un poco rápido, pero te metes con la mente de cualquiera, entraste a su corazón y lo conquistaste.

—Cuidado, puedo enamorarme si sigues así —. Advirtió el joven.

—Ese es el plan.

—Me agrada.

—¿Vamos a mi habitación? —. Propuso él.

—¿Está mal si nos quedamos aquí?

—No quiero que nadie nos moleste, quiero estar a solas contigo un rato.

—Qué atrevido.

—Te extrañé esta mañana.

—Fueron solo un par de horas —. Protestó Charles.

—Fue demasiado para mí, vamos arriba —. Iba tirándole de la mano mientras hablaba, luego subieron al cuarto para acostarse en la cama. Carlos se acomodó de lado, le tocó el rostro y lo besó con cariño. —¿Dormirás aquí conmigo hoy? —. Le propuso.

—No, ya dormí aquí ayer.

—No estábamos solos, Isabella estaba en el medio. Quiero dormir contigo.

—Estás rompiendo las reglas. Ja, ja —. Bromeó Charles.

—¿Ahora tienes reglas?

—Sí, la primera es ir lento.

—Me estoy volviendo loco por ti —. Respondió el hombre, mirando el techo, y Charles se rió de él.

Pasaron un rato besándose antes de cenar, después jugaron con Isabella a colorear y se fueron a dormir cada uno a su cuarto. Sin embargo, al amanecer, Carlos se levantó y fue a la habitación de Charles. Como su cama era doble, se acostó junto a el y tiró de su mano para que lo abrazara; charles estaba profundamente dormido, así que no se dio cuenta de que él estaba allí. Un rato mas tarde, Charles se despertó y sintió algo pesado encima de el, cuando abrió los ojos, vio a Carlos durmiendo abrazándolo y sonrio porque le resultó divertido y, al mismo tiempo, increíble. Le acarició el cabello y el español se despertó.

Un padre por contrato || CharlosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora