A la mañana siguiente, Charles se despertó y vio que el doctor estaba entrando para revisarlo.—Buenos días doctor. Pase muy bien la noche y no tuve ninguna molestia.
—Puedo notarlo por su sonrisa. —bromeó.
—Por favor, libéreme hoy.
—A ver, jovencito, lo daré de alta pero...
—¿Pero que? —interrumpió con impaciencia.
—Tendrá que volver en una semana para controlar que todo marche bien.
Hicieron todo el papeles para dar a Charles de alta, se cambió con la ropa que le había dado su prometido y partieron hacia casa. Al llegar, todos gritaron y la recibieron con abrazos y sonrisas, Isabella corrió con fuerza y le abrazó las piernas mientras charles se ponia triste por no poder devolverle el afecto.
—Preparamos todo esto para ti, papi.
—Es hermoso, gracias.
—¿Estas mejor? —preguntó la niña.
—Si, mejoro poco a poco.
—Me alegra que estes de vuelta. —dijo Reyes.
—Tenemos preparado un almuerzo muy especial.
—Gracias, de verdad. Pero primero quisiera darme una ducha.
Carlos lo ayudó a subir cargándolo mientras lo llevaba por las escaleras, a pesar de que Charles se quejó, su prometido no iba a permitir que hiciera esfuerzo alguno, así que llenó la tina y ambos se bañaron juntos.
—Amor. —dijo Charles.
—¿Si?
—Lo estuve pensando mucho, y creo que si nos vamos a casa no debe de haber secreto entre nosotros, por eso...
—¿Si? —a Carlos se le iluminaron los ojos.
—Pero promete me cuando te lo cuente no va a cambiar nada entre nosotros.
—Claro que no, Charle. Te amo, y no importa lo que pase, te amare por siempre.
—Hace tres años, yo aun estudiaba la carrera de medicina en Mónaco, vivía feliz con mi familia y mi hermano, aun que el siempre había sido distante conmigo, no nos llevábamos bien. Cualquier cosa que yo tenia, el lo quería; y comenzó a odiarme más cuando se entero que mi padre me iba a dejar la empresa a mi. Una noche, mi novio nos había invitado a mi y a mi hermano a una fiesta, yo no quería ir, pero mi hermano me convenció. Al llegar, me sentía demasiado incómodo, había demasiada gente que yo no conocía y mi novio me había dejado solo, tampoco sabía donde estaba mi hermano. Cuando el regreso me invitó unos tragos y yo acepté, al cabo de una media hora comenzó a sentirme maridado y parecía que todo me daba vueltas.
—Estabas drogado. —dijo Carlos mientras lo abrazaba.
—Después, Arthur me llevó a una recámara y me dijo que me recostara, que pronto me iba a sentir mejor. —hizo una pausa para suspirar, se le estaba cortando la voz—. Cuando de pronto, vi una figura entrar a la recámara y acostarse encima de mi, seguí viendo borroso, pero por la voz pude diferenciar que era mi novio. Empezó a besarme sin mi consentimiento y yo trataba de quitarlo, pero no tenía fuerzas. —las lagrimas comenzaron a salir. —cuando me desperté, estaba sin ropa en una cama que no conocía, me levante y me dolía todo el cuerpo. Como pude, me vestí y regrese a mi casa, pero cuando regrese toda mi familia me rechazo. Mi padre le dijo que era una vergüenza para la familia y no merecía siquiera llevar su sangre, mi hermano lo apoyó y dijo que era un cualquiera que iba de fiesta en fiesta acostándome con cuanto hombre se me pusiera enfrente. —Carlos apretó los puños de la rabia—. Trate de explicarle a mi papá como sucedieron las cosas, pero al tratar de hacerlo le empujó fuera de la casa, me caí y me golpeé con una roca. Tuvieron que operarme porque me rompí una costilla y quedó la cicatriz, de ahí el tatuaje que viste esa vez en el baño.
—Oh Charles. —Carlos lo abrazó fuerte mientras su novio lloraba desconsoladamente—. Lamento que hayas tenido que pasar todo eso, no lo merecías. Es muy injusto lo que te hizo tu familia. Pero oye, eso no va a cambiar absolutamente nada entre nosotros, te amo tal u como eres. Nada de lo que sucedió fue tu culpa.
—Gracias por entender.
Salieron de ducharse y bajaron para almorzar con los demas, después volvieron a subir para alistar sus maletas.
—Isabella volvió a faltar a clases, debemos organizarnos mejor. —dijo Carlos.
—Tu fuiste el que no quiso llevarla ayer.
—Lo se, pero lo digo para el futuro. ¿Vale?
—Claro. —terminaron de empacar y bajaron de nuevo a la sala con los demás.
—No quiero irme de aquí. —dijo Checo.
—Podemos volver para el cumpleaños de Isabella. —propuso Carlos.
Cuando estaban a punto de irse, una mujer se acercó a Carlos y este se detuvo, pues ya sabía de que se trataba.
—Maria, tenía muchas ganas de verte.
—Me enteré de lo ocurrido, señor Carlos.
—Me alegra que estes al tanto, por que no quiero que tu hija vuelva a poner un pie en esta casa. Mi familia y yo te apreciamos mucho y siempre serás bienvenida aquí. Pero tu hija no, mi prometido casi muere por su culpa.
—Lo entiendo señor, de verdad me da mucha vergüenza con usted, le aseguro que ella no volverá. Supongo que usted es su prometido, también le pido una disculpa. Jamás imaginé que esto podía ocurrir. —le dijo a Charles.
—No se arrepienta, no es su culpa. —contestó.
—Me alegro que esté bien y de verdad que pena.
—Cuida nuestra casa, Maria. Volveremos pronto. —dijo Reyes.
Nota de autor:
Hii, mini capítulo pq hoy estuve un poco ocupada :))
Este fin de semana no podré actualizar, pero la semana que viene prometo estar mas activa. 💗
—Y. S
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Un padre por contrato || Charlos
FanfictionCharles esta buscando trabajo desesperadamente, lo que lo lleva a firmar un contrato un tanto extraño que tiene como principal regla nunca enamorarse del padre del niño, llevando una relación distante con su jefe Carlos Sainz. ¿Quien romperá el cont...